Hoy jueves 19 de julio, la guerra en Ucrania ha llegado a su día 511, aunque algunos argumentan que realmente comenzó en 2014, cuando se produjeron los primeros enfrentamientos entre las fuerzas ucranianas y rusas o prorrusas en Crimea y el Donbás.
Si consideramos el 24 de febrero de 2022 como punto de referencia, el número de refugiados que han huido del país ya son más de 24,5 millones de personas, que se han visto obligadas a abandonar sus hogares, en algún momento, para escapar del horror y la violencia que han quedado atrapados en medio de este conflicto.
Es importante tener en cuenta que, como en todas las guerras, las principales víctimas son mujeres, niñas, niños y personas de edad avanzada, entre otros. El conflicto continúa sin que las partes involucradas muestren ni el más mínimo interés en ponerle fin.
Ni Rusia, ni Ucrania, ni Estados Unidos, ni los países de la OTAN parecen estar buscando, y mucho menos encontrando, una manera de sentarse a negociar un cese del desastre humanitario. La escalada continua ha silenciado las voces pacifistas, y la situación se ha desviado hacia una propaganda de guerra en lugar de informar de manera objetiva. Esto está causando un gran daño a los principios y el buen funcionamiento de las instituciones democráticas. Este conflicto es de vital importancia y podría dar lugar a un nuevo orden geopolítico mundial.
El número de refugiados que han cruzado la frontera del país hacia el resto de Europa sigue creciendo diariamente tras la orden del presidente de Rusia, Vladimir Putin, el 24 de febrero, para llevar a cabo la "operación militar especial".
ACNUR estima que más 24,5 millones de personas han huido de Ucrania, desde el inicio de la ofensiva militar rusa, que considera que ya es el éxodo más rápido en Europa desde la Segunda Guerra Mundial
El Alto Comisionado para los Refugiados estima que más de 24,5 millones de personas han huido de Ucrania, desde el inicio de la ofensiva militar rusa, que considera que ya es el éxodo más rápido en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Según los últimos datos de ACNUR (1), 24.558.915 personas han abandonado el territorio ucraniano a 18 de julio de 2023. Por países, 13.386.665 refugiados ucranianos ya han llegado Polonia (17 de julio), 2.852.395 a Rusia (31 diciembre de 2022), 3.026.135 a Hungría (9 de julio), 2.860.855 a Rumanía (16 de julio), 1.541.050 a Eslovaquia (16 de julio), 875.115 a Moldavia (15 de julio) y 16.705 a Bielorrusia (1 de mayo).
El Alto Comisionado para los Refugiados, calcula que casi seis millones de refugiados ucranianos ya han sido registrados en territorio europeo, mientras que a nivel mundial el número de personas procendentes de Ucrania en la misma situación supera los 6,3 millones, debido a la invasión rusa de su país.
Por otro lado, ACNUR calcula hasta 15.297.460 movimientos (y no de personas) de regreso a Ucrania que han cruzado la frontera recurrentemente sin establecer residencia permanente de vuelta a Ucrania desde el 28 de febrero de 2022.
Fotogaleria del éxodo desde Ucrania en la frontera de Hungría: Beregsurány
Un grupo de refugiados bajan de una furgoneta autobús que viene de Ucrania a Beregsurány (Hungría) / Foto: FFM - EA
Una mujer con un bebé llega a Beregsurány en Hungría en una furgoneta autobús con refugiados / Foto: FFM - EA
Se cumplen 70 días desde el inicio de la guerra en Ucrania. Se estima que más de 5,6 millones de refugiados ya han huido del país en conflicto, mientras que 534.821 desde Hungría
Una niña y dos niños acaban de bajar de una transporte que les trae de Ucrania hasta Beregsurány (Hungría) / Foto: FFM - EA
Un grupo de personas refugiadas descansan en el exterior del centro asistencia de Beregsurány (Hungría) / Foto: FFM - EA
Una mujer ucraniana mayor herida sale del registro del centro de asistencia de Beregsurány (Hungría) / Foto: FFM - EA
Cuatro jóvenes voluntarias descansan en Beregsurány (Hungría) / Foto: FFM - EA
Voluntarias de la Orden de Malta en un teatro en el centro asistencia de Beregsurány (Hungría) / Foto: FFM - EA
Un niño ucraniano se entretiene con un móvil en un teatro habilitado para el descanso en el centro asistencia de Beregsurány (Hungría) / Foto: FFM - EA
Zona de ‘food truck’ y contenedores para el registro de refugiados en Beregsurány (Hungría) / Foto: FFM - EA
Imre Slabzan, jefe del Departamento de Gestión de Catástrofes de la organización benéfica de la Orden de Malta / Foto: FFM - EA
Dan y Slavik Belmut son dos hermanos voluntarios intérpretes procedentes de Israel / Foto: FFM - EA
Nataliia, una joven refugiada de 20 años en el centro de asistencia de Beregsurány (Hungría), procedente de un bombardeo en Irpin (Ucrania) / Foto: FFM - EA
Personal de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Beregsurány (Hungría) / Foto: FFM - EA
Un niño refugiado de Ucrania juega en centro de asistencia de Beregsurány (Hungría) / Foto: FFM - EA
Un grupo de niñas y niños ucranianas juegan en los alrededores del centro asistencia de Beregsurány (Hungría) / Foto: FFM - EA
Szablocs Blága un voluntario llegado hace pocas horas a Beregsurány (Hungría) / Foto: FFM - EA
Un joven ucraniano entre otros refugiados descansa exhausto en el gimnasio habilitado para ello en a Beregsurány (Hungría) / Foto: FFM - EA
Un gimnasio de una escuela de primaria habilitado para refugiados en Beregsurány (Hungría) / Foto: FFM - EA
Varios refugiados en un gimnasio de una escuela de primaria habilitado para el descanso en Beregsurány (Hungría) / Foto: FFM - EA
Barreras de la frontera de Hungría con Ucrania, en Beregsurány (Hungría) / Foto: FFM - EA
Una calle principal de Fehérgyarmat, una población húngara del condado de Szabolcs Szatmár Bereg al noreste del país, con carteles electorales / Foto: FFM - EA
Un cartel de señalización del centro asistencia de Beregsurány (Hungría) / Foto: FFM - EA
Estos movimientos fronterizos hacia territorio ucraniano son de alta volatilidad e imprevisibilidad, y relacionados con decisiones temporales de regreso para visitar a sus familias o realizar trámites, entre muchos otros sin que puedan considerarse retornos sostenibles debido a la situción de guerra que hacecha el país.
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