Los investigadores calcularon que 125 millones de hectáreas de tierra agrícola en Europa se utilizan para pastos y para producir alimentos para el ganado. Los subsidios asignados a estas tierras, bien como otros subsidios específicos para la ganadería, ascienden a entre 28.000 y 32.000 millones de euros en pagos directos anuales de la Política Agrícola Común (PAC) para la ganadería, entre el 69 y el 79% del total de los pagos directos de la PAC (y alrededor del 20% del presupuesto total de la UE). El simple hecho de que más de la mitad del presupuesto total de la PAC esté vinculado al sector ganadero va en contra de la advertencia urgente de la comunidad científica.
Los datos de Eurostat muestran que el 72% de los productos ganaderos europeos provienen de las explotaciones más grandes de Europa, con el nocivo impacto que las macrogranjas tienen en el medioambiente, mientras que el número total de explotaciones ganaderas se redujo en 2,9 millones, casi un tercio, entre 2005 y 2013.
“Mientras la ciencia nos advierte de que tenemos que reducir la producción y el consumo de carne para evitar un desastre ambiental, es una locura seguir invirtiendo dinero público en la ganadería industrial. La UE tiene la responsabilidad de utilizar la PAC para ayudar al sector agrícola a hacer la transición hacia la agricultura ecológica, criando menos y mejor a los animales, protegiendo nuestro medio ambiente, clima y salud. Mientras que las granjas pequeñas están desapareciendo a pasos alarmantes, el dinero público alienta a las granjas más grandes a crecer, esto tiene que parar “, ha afirmado Marco Contiero, director de política agrícola de Greenpeace en la UE.
Los resultados de la investigación de Greenpeace se presentan en medio de una creciente evidencia científica del daño que la producción y consumo desmesurado de carne y lácteos causa al clima, el medio ambiente y la salud pública. En enero, un nuevo informe de la prestigiosa revista médica The Lancet recomendó reducir el consumo de carne roja en Europa en un 77%.
Reforma de la PAC
La presente investigación muestra que, en España, el 62% de las tierras agrícolas y el 66% de las tierras cultivadas se utilizan para alimentar el ganado y que casi el 80% de los productos ganaderos provienen de macrogranjas. Además, España se encuentra entre los cuatro mayores productores de carne de porcino, ovino y caprino, y entre los tres mayores de carne de ternera de la UE.
En el periodo comprendido entre 2004 y 2016, en España se redujo un 27% el número total de granjas agrícolas, habiendo desaparecido totalmente las granjas más pequeñas e incrementándose un 96% el número de las más grandes (con una producción económica de 500.000 euros o más). Actualmente el 93,7% de la producción de carne de cerdo, el 94,2% de la carne de aves de corral y el 80,6% de la leche y otros productos lácteos se concentra en granjas grandes y muy grandes (con una producción económica anual de entre 100.000 y 499.999 euros y de 500.000 euros o más, respectivamente).
Según Luís Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace España, “es urgente frenar el incremento exponencial de macrogranjas en España y una de las formas es no seguir financiando este destructivo modelo de ganadería. Es una responsabilidad política y una cuestión de salud ambiental, pública y de garantizar el bienestar animal.” ha concluido Ferreirim.
La próxima PAC (2021-2027) se está discutiendo actualmente en los gobiernos nacionales y el Parlamento Europeo. El 14 de febrero, la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo votará la propuesta de la Comisión Europea. El 6 ó 7 de marzo se votará en la Comisión de Agricultura y se espera una votación en la sesión plenaria del Parlamento de abril.