Bajo el lema “El mundo despertó ante la emergencia climática” el Paseo de la Castellana de Madrid fue testigo el viernes de una multitudinaria manifestación convocada por las plataformas Fridays for Future, Alianza por el Clima, Alianza por la Emergencia Climática y 2020 Rebelión por el Clima, además de otras con origen en Chile, como Cumbre de los Pueblos, Sociedad Civil por la Acción Climática (SCAC) y Minga Indígena, que trasladaron sus reivindicaciones a la capital española.
Según fuentes de la Policía Nacional, fueron solamente unas 15.000 personas las que participaron en la marcha, una cifra que los organizadores elevaron a 500.000. Debido al amplio seguimiento se cambió el recorrido del pasado 27 de septiembre. En esta ocasión fue más largo, al iniciarse en Atocha y culminar en Nuevos Ministerios con varios actos. En la anterior convocatoria varios municipios de todo el Estado acogieron manifestaciones impulsadas por la juventud movilizada por el clima.
La activista Greta Thunberg, que había llegado por la mañana en tren a la estación de Chamartín de Madrid procedente de Lisboa y posteriormente había visitado la sede en IFEMA de la cumbre del clima COP25, participó en la marcha.
“Yo soy una pequeña parte de un gran movimiento. Hemos levantado la voz, pero esto no se traduce en acción política”, declaró Thunberg en una rueda de prensa previa a la manifestación. “Llevamos manifestándonos desde hace un año y básicamente no ha pasado nada. La crisis climática se sigue ignorando. La gente está sufriendo y muriendo ya por esta crisis y no podemos esperar más”.
En esa misma rueda de prensa, Ángela Valenzuela, de Fridays For Future Chile, manifestó: “No nos hemos olvidado de la gente de Chile y de todo el mundo que se está levantando. Necesitamos justicia climática. La crisis climática ya está aquí y ahora”.
Por su parte, Thunberg continuó: “Espero que la COP25 resulte en algo concreto. Estamos hacendo todo lo posible para que no se ignore más”. E insistió en la necesidad de medidas efectivas: “No hemos logrado ninguna victoria porque lo que queremos es acción real y no se está produciendo”.
A la pregunta de qué piensa de Donald Trump, la activista sueca ha afirmado: “Hay gente que quiere que las cosas sigan como hasta ahora y nos quieren silenciar”.
La nueva protesta coincidió con el final de la primera semana de negociaciones en la COP25. Se espera que a partir de hoy lunes dé comienzo el denominado ‘tramo ministerial’, en el que se unen a las negociaciones los ministros responsables de la política climática.
“Estoy convencido de que esta manifestación va a ser un hito histórico en la lucha ecologista y de la crisis climática en España. Es clave porque se enmarca en el momento en el que transcurren las negociaciones políticas de la COP25, para visibilizar que hay una ciudadanía activa y comprometida que quiere medidas ambiciosas, urgentes y valientes para poner freno a la emergencia climática”, explicó a SINC Pablo Chamorro, portavoz de Cumbre Social por el Clima y Marcha por el Clima, que está respaldada por unas 500 organizaciones, entre ellas Fridays for Future, Alianza por la Emergencia Climática y 2020 Rebelión por el clima.
Para Chamorro, la marcha supuso un espacio de conciencia “que abraza la diversidad de cientos de colectivos y organizaciones, de Madrid, del Estado y de todo el mundo que se unen para alzarse con una voz única pidiendo ambición”.
La ministra en funciones para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se refirió a esta protesta como "una magnífica noticia" y añadió: "Creo que por fin la manifestación de hoy pone de manifiesto hasta qué punto tenemos una convicción asentada que nos va a permitir ir mucho más deprisa y lograr que España sea una sociedad más justa social y ambientalmente".
Por su parte, Mar Asunción, responsable de clima y energía de la organización conservacionista WWF, destacó a SINC: “Esta manifestación coincide con la presencia de muchos delegados internacionales de numerosas organizaciones que participan en la marcha. El apoyo de la sociedad en el tema de pedir mayor ambición y urgencia en la acción climática es lo que va a movilizar a los gobiernos a que realmente se lo tomen más en serio y, sobre todo, que aceleren el ritmo”.
La portavoz de WWF señala que los gobiernos están actuando a un ritmo “muy lento”, puesto que la temperatura sigue aumentando a escala global y todavía no estamos viendo “ni ese punto de inflexión, ni las medidas y objetivos suficientemente ambiciosos”.
“La experiencia que tenemos es que en las últimas cumbres los compromisos han sido muy leves o no se han llevado a cabo. Por eso hay este tipo de respuesta de protesta por parte de los movimientos sociales”, dijo a SINC Rosa Fraga, de 2020 Rebelión por el clima, reflejo en España de la plataforma By 2020 We Rise Up.
El recorrido culminó con la lectura de un manifiesto por parte de Thunberg frente a los Nuevos Ministerios y, posteriormente, dieron comienzo varios conciertos de artistas como Amaral y Macaco.
Cumbre social paralela a la COP25
La protesta dio también inicio a la denominada Cumbre Social por el Clima que se celebra del 7 al 13 de diciembre y plantea organizar diferentes acciones paralelas a la segunda semana de la COP25, que a partir de hoy entra en la fase de negociaciones de alto nivel.
Está prevista la celebración de más de 300 talleres, conferencias y espacios de debate. Los activistas hacen un llamamiento a participar en estas actividades paralelas “para rebelarse, proponer y tejer comunidad”.
Las organizaciones que lo conforman han preparado varias actividades con población indígena latinoamericana y sus testimonios sobre el impacto, por ejemplo, de la minería en sus regiones o para hablar de derechos humanos. También habrá actos con ganaderos que reclaman el papel de la agroecología para frenar el cambio climático o de nuevos modelos de transporte.
“Este es un entorno que surge alrededor de las cumbres, porque están demasiado dirigidas hacia temas técnicos y obvian muchas veces a los afectados de plataformas indígenas, mujeres o jóvenes, entre otros”, argumenta a SINC Javier Andaluz, de Ecologistas en Acción y portavoz en las negociaciones de la Zona Azul en la COP25.
“Esta cumbre social crea contrapoder y un manifiesto alternativo que hace balance, frente a los discursos que se escuchan en los espacios más oficialistas. Permiten que el movimiento por la justicia climática crezca y se consolide”, añade Chamorro.
Greta Thunberg, símbolo de los movimientos juveniles
La llegada de la activista sueca Greta Thunberg a Madrid despertó mucha expectación, tras su periplo para cruzar el océano Atlántico en barco y su posterior llegada al puerto de Lisboa. Se ha convertido en la cara más visible del movimiento juvenil, tras impulsar los Fridays for Future, un movimiento mundial y universal, una llamada a la toma de conciencia para actuar de forma urgente. Thunberg se ha convertido en un catalizador del descontento de los jóvenes ante la crisis climática y sus oportunidades de futuro.
Mar Asunción opina que es “un símbolo de coherencia, porque siendo una niña cuando se percató de la gravedad del problema en el que estamos inmersos, hizo lo que podía desde su punto de vista y responsabilidad. Independientemente de lo que hicieran otros, ella se plantó. En el fondo, todos somos cocreadores del mundo en el que vivimos y si creemos que el cambio es posible, lo haremos. Los mayores tenemos más inercia a mantener el statu quo”.
“El papel de Greta es importante, porque mucha gente joven se ha organizado y movilizado en distintas localizaciones más allá del primer movimiento que hizo en Suecia. Hemos visto cómo se ha extendido y ha encendido la llama. Pero no se puede quedar ahí, la gente se tiene que organizar y creo que cada vez se está haciendo mejor”, reconoce Fraga.
Desde Ecologistas en Acción, reconocen huir del personalismo, “si bien es cierto que el fenómeno Greta Thunberg mueve a mucha juventud que pone el discurso del futuro en el centro del tablero y actores jóvenes que hoy en día se están legitimando con un papel muy válido dentro de las demandas de emergencia climática”, concluye Andaluz.
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