El impacto del cambio climático ya es evidente y continuará siéndolo aunque las políticas de mitigación contra el calentamiento global sean un éxito. Por esta razón, los científicos necesitan estimar el peligro que correrán las mayores poblaciones costeras de todo el mundo como consecuencia de la subida del nivel del mar.
Investigadores del Basque Centre for Climate Change ha analizado los riesgos que afectarán a 120 megaciudades de cuatro continentes diferentes según vaya avanzando el siglo. Para ello, calibraron la subida del nivel del mar para cada ciudad y escenario, utilizando un modelo geométrico browniano que genera distribuciones de probabilidades a lo largo del tiempo.
“Existe una necesidad cada vez más urgente de invertir en medidas de adaptación de algunas ciudades costeras frente a futuras subidas del nivel del mar como consecuencia del cambio climático. Este tipo de inversiones suele necesitar largos periodos de tiempo para su realización”, declara a Sinc Luis María Abadie, autor del estudio en el Basque Centre for Climate Change.
Los expertos consideran fundamental esta inversión en el contexto de incertidumbre global que afecta al planeta, tanto por los efectos locales del cambio climático como por el desarrollo socioeconómico de las distintas poblaciones en el futuro.
“El peligro aumenta rápidamente con el tiempo y en algunas ciudades podrá alcanzar niveles inaceptables en algunas décadas”, añade el científico. El estudio también explica que si las inversiones de adaptación no se hacen efectivas ya, muchas áreas podrían experimentar migraciones de población y abandono.
Entre las peor paradas por las enormes pérdidas esperadas están grandes ciudades costeras chinas y estadounidenses. Según los cálculos para 2050, las más afectadas en China serán las ciudades de Cantón, Shanghái, Tianjin, Shenzen, Zhanjiang y Xiamen. En EE UU, serán Nueva Orleans, Boston, Nueva York, Miami y Houston, en ese orden. Estas pérdidas son consecuencia de los eventos extremos cuyo impacto crece debido a la subida del nivel del mar.
El trabajo también analiza la situación de varias ciudades europeas como Estambul, Glasgow, Lisboa, Londres y Hamburgo. “En Europa los riesgos y los daños esperados son sensiblemente inferiores”, explica Abadie.
Invertir según el riesgo en cada ciudad
“Los daños se originan como consecuencia de una subida del nivel del mar, que es diferente para cada ciudad, y de los eventos extremos. A esto se une que en determinadas ciudades existe la posibilidad de subsidencia, es decir, hundimiento del terreno”, explica el investigador.
El trabajo ofrece un nuevo método para calcular el daño y el riesgo en función del aumento del nivel del mar y del coste para cada ciudad. Con esta metodología se obtienen propuestas para adaptar las zonas costeras y tomar decisiones en los diferentes escenarios posibles. Puede ser útil, por ejemplo, para planificar la expansión de una ciudad y sus nuevas infraestructuras.
“Los altos niveles de riesgo en algunas ciudades alcanzarán valores inaceptables para los responsables políticos y las partes interesadas, por lo que la inversión será necesaria. Pero este esfuerzo económico debe tomarse de antemano”, concluye el experto.
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