El científico e inventor británico James Lovelock, pionero del ecologismo, falleció el martes −el mismo día de su 103 cumpleaños− en su casa de Abbotsbury, en Dorset (suroeste de Inglaterra), según informó su familia.
El climatólogo era especialmente conocido por su teoría Gaia, formulada en 1969, que plantea que la Tierra actúa como un organismo que se autorregula, el cual los humanos dañan con sus actividades. También contribuyó a concienciar sobre los riesgos para el clima de los combustibles fósiles, la contaminación industrial y los gases nocivos en la capa de ozono.
La teoría Gaia, formulada en 1969, plantea que la Tierra actúa como un organismo que se autorregula
“Para el mundo era conocido como un científico pionero, profeta del clima y creador de la teoría de Gaia. Para nosotros, fue un esposo amoroso y un padre maravilloso con una curiosidad ilimitada, un sentido del humor travieso y pasión por la naturaleza”, indica el comunicado de la familia.
Referente y pionero
La presidenta de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA), María García, ha asegurado que “para los periodistas ambientales Lovelock fue un referente y un pionero en el estudio de la ecología”. Gracias a su conocida teoría, según García, se pudo “comprender la interrelación de todos los ecosistemas en la Tierra, tanto el climático y el de la biosfera como todos los marinos, terrestres y oceánicos”. Ante la emergencia climática que se vive en la actualidad, Lovelock “aportó la importancia de la multidisciplinariedad y la interdisciplinariedad de las ciencias”.
Gracias a la teoría Gaia se pudo comprender la interrelación de todos los ecosistemas en la Tierra
MARIA GARCÍA, Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA)
“No solo los meteorólogos tienen que estudiar el clima, sino también los biólogos, los geólogos, pues todas las ciencias relacionadas con la ecología pueden aportar para dar soluciones a lo que ahora estamos viviendo”, ha resaltado García.
Por Lovelock se entiende mucho mejor “cómo funciona la vida en la Tierra, por qué nuestro planeta es tan especial y por qué tenemos la suerte y la fortuna de vivir en él”. Así, hay que agradecerle “todas sus investigaciones y estudios” y esperar que gracias a la ciencia se pueda entender mejor lo que se está haciendo con el planeta y cómo evitar que se siga deteriorando y malgastando unos recursos naturales que son un regalo”, ha declarado García.
La Tierra, un único organismo
Por su parte, el coordinador de Alianza Verde y diputado de Unidas Podemos, Juantxo López de Uralde, ha asegurado que Lovelock hizo una aportación fundamental a la sociedad con la teoría Gaia, que por primera vez “abrió los ojos a la Humanidad sobre el hecho de que todo está interrelacionado y que la Tierra funciona como un único organismo”.
Se está comprobando con el cambio climático y con otras agresiones ambientales, como la destrucción de los bosques forestales, que existe una relación entre lo que ocurre en la Tierra, ha señalado López de Uralde.
La teoría Gaia es una aportación fundamental para el entendimiento de lo que es la Tierra y del papel que todas las criaturas que la habitan tienen en ella
JUANTXO LÓPEZ DE URALDE, Alianza Verde
“En definitiva, la teoría Gaia es una aportación fundamental para el entendimiento de lo que es la Tierra y del papel que todas las criaturas que la habitan tienen en ella”, prosigue López de Uralde. En este sentido, “la aportación de Lovelock fue o ha sido muy relevante”.
Revolución del pensamiento ecologista
“Lovelock revolucionó el pensamiento ecologista”, ha subrayado también el ambientólogo y divulgador Andreu Escrivà, quien destaca que el científico británico “dio con una idea fundamental” al entender los procesos “como un todo“.
u gran aportación fue no compartimentar la naturaleza y entender que los procesos se regulan mutuamente, que hay ciclos de retroalimentación que influyen en otros
ANDREU ESCRIVÀ, ambientologo y divulgador
Su gran aportación, a juicio de Escrivà, fue “no compartimentar la naturaleza, y entender que los procesos se regulan mutuamente, que hay ciclos de retroalimentación que influyen en otros” y que, por lo tanto, la gestión de la naturaleza “no puede hacerse puramente desde una visión técnica, sino a través de la comprensión de cómo se producen esos procesos”.
“Tenemos que recordarlo por abrirnos los ojos a esa comprensión global de cómo funciona el planeta”, ha concluido Escrivà.