La Unión Europea ha aprobado la normativa comunitaria que fija objetivos obligatorios de reciclaje de residuos urbanos que irán creciendo de forma gradual hasta alcanzar el 65% en 2035, así como de reducirlos en los vertederos hasta un máximo del 10% en ese mismo año.
La Unión Europea ha aprobado definitivamente este martes la normativa comunitaria que fija objetivos obligatorios de reciclaje de residuos urbanos que irán creciendo de forma gradual hasta alcanzar el 65% en 2035, así como de reducirlos en los vertederos hasta un máximo del 10% en ese mismo año.
En concreto, los gobiernos de los Veintiocho han respaldado este martes las nuevas reglas, que recibieron a mediados de abril el visto bueno del Parlamento Europeo y que entrarán en vigor 20 días después de que sean publicadas en el Diario Oficial de la UE.
Así, las ciudades del bloque comunitario estarán obligadas a reciclar el 55% de los residuos urbanos en 2025, el 60% en 2030 y el 65% en 2035.
Por otro lado, la legislación incluye un objetivo de reciclaje para todos los envases del 65% en 2020 y del 70% en 2030, aunque el objetivo concreto para los plásticos será menos ambicioso (del 50% y del 55%, respectivamente).
El 75% y 85% de los envases de papel o cartón se reciclarán en 2025 y 2030, el 70% y 75% en el caso de los de cristal o vidrio, el 50% y 60% en el caso de los de aluminio y el 70 y 80% en el caso de los envases de metales férricos. A su vez, el 30% de los envases de madera deberán reciclarse en la UE en 2030, cinco puntos más que en 2025.
Recogida selectiva de residuos domésticos peligrosos
Además, la normativa impone la obligación de practicar una recogida selectiva de residuos domésticos peligrosos a partir de 2022, de residuos biológicos en 2023 y de textiles en 2025.
De la misma forma, los Estados miembros se han comprometido a reducir al menos hasta el 10% la cantidad total de residuos domésticos municipales depositados en vertederos para 2035.
El comisario de Medio Ambiente, Karmenu Vella, ha destacado que la aprobación de estas nuevas normas "constituye un momento importante para la economía circular en Europa" porque los nuevos objetivos de reciclado y vertido "trazan un camino creíble y ambicioso hacia una mejor gestión de residuos".
"Ahora nuestra principal tarea es garantizar que las promesas recogidas en este grupo de propuestas no queden en papel mojado. La Comisión Europea hará todo lo posible para ayudar a los Estados miembros a cumplir con lo prometido", ha prometido el maltés.
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