Los océanos pueden estar almacenando un 13% más calor que lo estimado previamente, según un nuevo estudio co-escrito por científicos del National Center for Atmospheric Research (NCAR).
El hallazgo, publicado en la revista Science Advances, se basa en un nuevo análisis de cómo las temperaturas oceánicas han cambiado desde 1960. El equipo de investigación, liderado por Lijing Cheng de la Academia China de Ciencias, comparó sus resultados con las estimaciones publicadas en la Quinta Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático en 2013.
"En otras palabras, el planeta se está calentando mucho más de lo que pensábamos", dijo el científico del NCAR Kevin Trenberth, coautor del estudio.
La gran mayoría del exceso de calor atrapado en la Tierra por las emisiones de gases de efecto invernadero –el 90%– se almacena en los océanos, pero la medición de cómo el contenido de calor de los océanos ha cambiado con el tiempo ha sido un reto debido a las escasas observaciones.
Históricamente, la temperatura de las aguas oceánicas fue medida por una variedad de barcos, pero estas observaciones estaban limitadas a las áreas donde los buques viajaron. En las últimas décadas, las mediciones del calor del océano han aumentado, gracias a las nuevas técnicas de observación. En 2000, los científicos comenzaron a desplegar una red de miles de boyas llamadas Argo para perfilar condiciones en la capa superior del océano que se extiende a lo largo de 2.000 metros. Argo alcanzó una cobertura casi global en 2005, aunque algunas regiones remotas todavía no son muestreadas.
Para llenar las grandes lagunas en el registro histórico de temperatura del océano, el equipo de investigación utilizó una combinación de técnicas estadísticas y resultados de modelos para determinar cómo de útil puede ser una observación para inferir información sobre el área circundante, así como la forma en que las temperaturas en diferentes partes de los océanos del mundo se relacionan entre sí.
Encontraron que, en la mayoría de las regiones, una sola observación del océano podía proporcionar información valiosa sobre condiciones hasta 2.000 kilómetros de distancia.
Para comprobar si eran correctas, utilizaron las observaciones de Argo. Al principio, escogieron los datos de sólo un pequeño número de flotadores en la red para imitar la escasez de observaciones que estarían disponibles a mediados del siglo XX. Luego utilizaron su nueva técnica para crear un mapa completo de la temperatura del océano basado en esas pocas observaciones. Cuando comprobaron su mapa contra el complemento completo de las observaciones de Argo, descubrieron que su reconstrucción seguía de cerca la realidad.
"Los resultados fueron notables", dijo Trenberth. "Nos dan mucha más confianza en lo que ha sido el contenido de calor del océano, remontándonos a finales de 1950".
El calor penetra en las capas oceánicas
Los resultados permitieron al equipo estimar el calentamiento total entre 1960 y 2005 en 337 zettajoules (una medida de energía). También encontraron que los cambios eran pequeños hasta 1980, cuando la cantidad de calor almacenado en los océanos comenzó a aumentar constantemente. Desde 1990, cantidades significativas de calor han comenzado a penetrar más profundamente en las capas oceánicas.
El científico y co-autor de NCAR, John Fasullo, dijo que el estudio también destaca el impacto de mejores observaciones y modelos, que están dando a los científicos una visión importante de lo que el mundo fue una vez.
"La ciencia no sólo mira hacia el futuro, sino que también está continuamente tratando de darle sentido al pasado", dijo. "Este trabajo es un ejemplo de cómo los avances en la tecnología han permitido una mejor comprensión de los cambios pasados en el océano, donde la variabilidad siempre ha sido un poco un enigma debido a su amplitud y profundidad. Comprensión del clima pasado pero también cómo los cambios futuros podrían desplegar".