Al acceder a la página web de la Asociación Vida Sana, se destaca en primer plano el mensaje: "40 años defendiendo la producción ecológica". En la misma se explica el origen de la asociación: "En 1974, un grupo de consumidores, preocupados por la contaminación ambiental y la calidad de los alimentos que consumían, se reunió para buscar productores interesados en la agricultura ecológica, una práctica ya iniciada en otros países europeos".

Sumario

 

La declaración continúa: "A este núcleo se unieron más personas, y en 1981 se constituyó formalmente la Asociación Vida Sana, una entidad sin fines de lucro destinada a promover el desarrollo biológico y la cultura ecológica. Desde entonces, no hemos cesado en nuestra labor de defensa de los derechos de los consumidores, agricultores y ciudadanos como habitantes de la Tierra".

Estos documentos ofrecen un análisis detallado sobre el origen y las actividades de "Vida Sana", y sacan a la luz aspectos que contrastan profundamente con la versión oficial

No obstante, en archivos de la Unión Nacional de Asociaciones de Defensa de las Familias y Personas Víctimas de Sectas (UNADFI, por sus siglas en francés), a los que tuvo acceso en la década de 1990 el psicólogo clínico y experto en sectas, Miguel Perlado, durante su colaboración de más de 10 años con AIS Pro Juventud (Asesoramiento e Información sobre Sectas) y la propia UNADFI, se encuentra documentación clave revisada para este reportaje.

Estos documentos ofrecen un análisis detallado sobre el origen y las actividades de "Vida Sana", y sacan a la luz aspectos que contrastan profundamente con la versión oficial.

 

Datos coincidentes: distintas motivaciones

 

La información de UNADFI presenta datos coincidentes con los que explica la página web de la Asociación Vida Sana, pero también revela grandes diferencias en cuanto a las motivaciones. El texto describe cómo “la organización Vida Sana comenzó a ganar relevancia en España a partir de 1975, cuando su líder y un grupo de seguidores en Barcelona lanzaron un ambicioso proyecto que incluía la apertura de restaurantes vegetarianos, tiendas de productos dietéticos y la promoción de cultivos ecológicos”.

La documentación relativa al archivo de UNADFI califica a “Vida Sana” como una “secta destructiva”, destacando el impacto negativo que su influencia podía tener en los miembros más vulnerables, quienes en muchos casos sufrían graves consecuencias emocionales y psicológicas tras su paso por el grupo

La documentación relativa al archivo de UNADFI califica a “Vida Sana” como una “secta destructiva”, destacando el impacto negativo que su influencia podía tener en los miembros más vulnerables, quienes en muchos casos sufrían graves consecuencias emocionales y psicológicas tras su paso por el grupo. También destaca que los niños y niñas "no estaban escolarizados ni vacunados".

Una persona con claros síntomas de tratamiento de radioterapia, camina en una de las calles más transitadas de Barcelona / Foto: EA Una persona con claros síntomas de tratamiento de radioterapia, camina en una de las calles más transitadas de Barcelona / Foto: EA

“A través de la Asociación Vida Sana, también se ofrecían cursos de dietética, naturismo, consultas y conferencias, lo que facilitaba la captación de nuevos miembros”, que en muchos casos “eran personas con graves problemas personales, como discapacidades, adicciones, desempleo o conflictos familiares, etc.”, desglosa la información.

La psicóloga clínica Margarita Barranco, cofundadora y miembro de RedUne (Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad) y con décadas de trayectoria y experiencia en sectas destructivas, señala que “en este tipo de grupos, el hermetismo suele ser una característica fundamental, intrínseca a su funcionamiento. Su estructura opera en dos niveles muy diferenciados: por un lado, mantienen una comunicación interna extremadamente hermética, accesible solo a sus miembros o a una élite dentro del grupo. Esto garantiza que solo los iniciados o aquellos en posiciones de confianza tengan acceso a la verdadera información o los objetivos reales del grupo, generando un ambiente de control y dependencia”. Se trataría del caso de lo que han declarado varios testimonios en esta investigación periodística.

La doble cara de la "organización Vida Sana" / Infografía: EA La doble cara de la "organización Vida Sana" / Infografía: EA

La experta prosigue: “Por otro lado, el grupo desarrolla una proyección pública completamente distinta, una imagen cuidadosamente construida que es atractiva y socialmente aceptable, en muchos casos totalmente ajena a la realidad interna. Esta doble cara permite a estos grupos captar nuevos miembros y generar aceptación social, a la vez que preservan sus dinámicas internas sin levantar sospechas. Es una estrategia muy efectiva que les permite operar sin interferencias externas, al tiempo que ocultan prácticas que podrían ser cuestionadas o incluso condenadas por la sociedad”.

La psicóloga clínica especializada en sectas, Margarita Barranco, estuvo al frente del servicio psicológico de AIS Pro Juventud entre 1987 y el año 2000. En conversación con EcoAvant.com, asegura que durante ese periodo atendieron, desde la entidad, a varias personas adeptas de la "secta Vida Sana", una organización en expansión que monitoreaban de cerca

La psicóloga clínica Margarita Barranco, cofundadora y miembro de RedUne, y responsable del servicio psicológico de AIS Pro Juventud entre los años 1987 y 2000 / Foto: EA La psicóloga clínica Margarita Barranco, cofundadora y miembro de RedUne, y responsable del servicio psicológico de AIS Pro Juventud entre los años 1987 y 2000 / Foto: EA

Por ello, resulta pertinente profundizar en quiénes dirigían y sostenían la estructura interna de lo que se le denominaba "organización, secta o comuna Vida Sana". Identificar a las personas en los puestos clave y entender la organización interna permite vislumbrar motivaciones subyacentes que no se reflejan en su discurso público.

Aunque la Asociación Vida Sana se presentaba como un movimiento de promoción ecológica y bienestar, documentos y testimonios sugieren intereses adicionales, menos visibles, que impulsaban sus actividades. La cúpula directiva parece haber utilizado una red de empresas como vehículo para objetivos que iban más allá de la simple defensa de la agricultura ecológica y la salud natural. Investigar a fondo a sus líderes y a quienes ocupaban la cúpula organizativa es fundamental para entender tanto las motivaciones internas del grupo como sus estrategias de captación y retención de miembros.

Un análisis exhaustivo de la documentación mercantil vinculada revela intereses económicos y personales que explicarían la continuidad y expansión de la “organización Vida Sana” a lo largo del territorio español. Esto permitiría esclarecer si detrás de la fachada de un colectivo supuestamente ecologista existían motivaciones de control económico, social o de manipulación psicológica que podría haber afectado gravemente a sus integrantes.

Expertos consultados y testigos entrevistados por este medio, señalaron que la “organización Vida Sana habría operado obteniendo recursos de manera irregular y promoviendo la explotación infantil mediante coacciones y maltrato”, entre las cuales figurarían la Asociación Vida Sana y BioCultura

 

Un menor de edad trabaja en un stand de Biocop S.A. dentro de la feria de Biocultura / Foto: FA Un menor de edad trabaja en un stand de Biocop S.A. dentro de la feria de Biocultura / Foto: FA

En el contexto del reportaje anterior, expertos consultados y testigos entrevistados por este medio, señalaron que la “organización Vida Sana habría operado obteniendo recursos de manera irregular y promoviendo la explotación infantil mediante coacciones y maltrato”. Esta acusación se extendería a cerca de una decena de empresas bajo el control de la misma organización, entre las cuales figurarían la Asociación Vida Sana y BioCultura, entre otras.

 

El “entramado” de empresas de la “secta Vida Sana”

 

El entramado empresarial de la "organización Vida Sana" / Infografía: EA El entramado empresarial de la "organización Vida Sana" / Infografía: EA

El psicólogo clínico experto en sectas, Miguel Perlado, y fundador de la asociación especializada en cuestiones de sectas y abuso psicológico la AIIAP (Asociación para la Investigación del Abuso Psicológico), que ha tenido acceso, también, a una considerable cantidad de documentación sobre la cuestión,

La organización Vida Sana funcionaba como un entramado comercial y mercantil que favorecía que algunos de sus integrantes, captados por esta agrupación, colaboraran económicamente con empresas que se fueron formando”.“Estas empresas, más tarde, se las apropiaban, se vendían o se traspasaban, realizando movimientos económicos poco transparentes y siempre en beneficio del círculo más cercano al fundador

MIGUEL PERLADO, psicólogo clinico experto en sectas
El psicólogo clínico experto en sectas, Miguel Perlado, y fundador de AIIAP / Foto: EA El psicólogo clínico experto en sectas, Miguel Perlado, y fundador de AIIAP / Foto: EA

El especialista en sectas Perlado, declara que ha podido confirmar que “la organización Vida Sana” funcionaba como un “entramado comercial y mercantil que favorecía que algunos de sus integrantes, captados por esta agrupación, colaboraran económicamente con empresas que se fueron formando”. “Estas empresas, más tarde, se las apropiaban, se vendían o se traspasaban, realizando movimientos económicos poco transparentes y siempre en beneficio del círculo más cercano al fundador”, asegura.Testigos de la época que ni tan solo quieren ser citados, y con los que hemos conversado a lo largo del tiempo de investigación para este reportaje, nos detallan que se dieron muchos casos de quiebras de negocios que se sufragaban, en base a la economía común que acumulaban, gestionada por el líder y la cúpula administrativa de la “organización Vida Sana”. “Era habitual que se vendieran propiedades o herencias de adeptos de la comuna para hacer frente a tales gastos y/o inversiones, nunca era el caso de las personas que lo dirigían. Los sacrificios siempre los hacíamos los mismos”, aseguran.

El Dr. Josep Maria Jansà, exresponsable médico de AIS Pro Juventud durante las décadas de 1980 y 1990, confirma para este medio el carácter manipulativo de la organización en base a su experiencia de haber tratado a familiares y exmiembros del grupo. Según el Dr. Jansà, las personas que acudían a AIS Pro Juventud relataban experiencias de manipulación psicológica, aislamiento social y control sobre sus vidas, ocultos bajo una fachada de promoción de hábitos saludables.

Utilizaban un discurso de vida sana para atraer a personas vulnerables, pero detrás había estrategias de dominación y sumisión propias de un grupo de manipulación psicológica

JOSEP MARIA JANSÀ, Doctor, exresponsable médico AIS Pro Juventud
Tras la verja, un grupo de personas adolescentes conversa, junto a un parque donde juegan niñas y niños / Foto: EA Tras la verja, un grupo de personas adolescentes conversa, junto a un parque donde juegan niñas y niños / Foto: EA

“Utilizaban un discurso de vida sana para atraer a personas vulnerables, pero detrás había estrategias de dominación y sumisión propias de un grupo de manipulación psicológica”, afirma el Dr. Jansà, y subraya las graves consecuencias sufridas por quienes lograban salir de su influencia. Actualmente, el Dr. Jansà, es director de Vigilancia y Promoción de la Salud en la Agencia de Salud Pública de Barcelona. Sus experiencias en AIS Pro Juventud le ofrecen una clara visión de los daños provocados a nivel psicológico y emocional por este tipo de organizaciones.

 

"Por arte de magia, un día, todo era suyo"

 

En el anterior reportaje sobre esta cuestión, se citó el testimonio de Agnès (pseudónimo), quien permaneció en la “secta comuna Vida Sana” durante casi treinta años, periodo en el cual perdió todos sus bienes y terminó en situación de indigencia material a sus 60 años de edad, entre otras calamidades. Agnès y otros antiguos miembros, quienes han preferido no ser mencionados ni bajo pseudónimo, recuerdan que todas las aportaciones debían ser en efectivo, argumentando que era "para simplificar las cosas".

Nos deshicimos de nuestro patrimonio y rentas con plena confianza, trabajando durante años sin contrato ni remuneración en empresas que supuestamente serían nuestras y de nuestros hijos. Lo perdí todo, incluso el hogar para mí y mis hijos, porque la casa donde vivíamos estaba a nombre de una empresa que ellos gestionaban

AGNÈS, exadepta de la "secta comuna Vida Sana"
Agnès, una de las exmiembros captada y que vivió cerca de 30 años en la "secta comuna Vida Sana" / Foto: EA Agnès, una de las exmiembros captada y que vivió cerca de 30 años en la "secta comuna Vida Sana" / Foto: EA

Según denuncian: “Nos deshicimos de nuestro patrimonio y rentas con plena confianza, trabajando durante años sin contrato ni remuneración en empresas que supuestamente serían nuestras y de nuestros hijos. Por arte de magia, un día, todas las empresas y las propiedades eran suyas y el resto ya no teníamos nada. Desde la cúpula directiva y el líder, en su mayoría, no aportaron nada y se lo acabaron quedando todo, pregonando todo lo mucho emprendedores que eran y una serie de historias sobre un ‘grupo de consumidores preocupados con conciencia social’ y cosas por el estilo”.

Agnès relata que, días antes de ser expulsada de lo que había sido su hogar durante tres décadas, le informaron que no poseía nada, ni siquiera las acciones de las empresas que había adquirido con la aportación de cuantiosas sumas de dinero. “Lo perdí todo, incluso el hogar para mí y mis hijos, porque la casa donde vivíamos estaba a nombre de una empresa que ellos gestionaban, Vida Sana S.A.”, recuerda con amargura.

Despojada de todo y siendo sexagenaria, Agnès se encontró sin hogar y en la miseria. A lo largo de los años, intentó buscar ayuda legal, pero los abogados a quienes consultó le respondieron que "sin documentación no podían hacer nada". Este vacío legal la sumió en una depresión profunda, marcada por una sensación de vergüenza y traición. “Al intentar llevar el caso ante la justicia, observé cómo el sistema judicial les daba la razón, lo que me generó una profunda tristeza y desconfianza en la administración de justicia", expresa. “En una ocasión, una secretaria judicial me sugirió resolver el problema hablando, ya que todos éramos como una familia"; a esto, Agnès respondió: “La violencia de género también ocurre en el ámbito familiar, y no por eso debe aceptarse”.

El abogado y Doctor en Derecho Penal, Carlos Bardavío, especializado en sectarismo criminal, expone que muchos profesionales desaconsejan iniciar demandas judiciales en estos casos, especialmente si la víctima no tiene pruebas documentales que sirvan en un juzgado.

El desafío está en ayudar a las víctimas a enfrentar su vergüenza y su miedo, ya que, para algunas, denunciar significa enfrentarse a personas que consideraron amigos o líderes

CARLOS BARDAVÍO, abogado y Dr. en Derecho Penal, especializado en sectarismo criminal
El abogado y Doctor en Derecho Penal, Carlos Bardavío, especializado en sectarismo criminal / Foto: CB El abogado y Doctor en Derecho Penal, Carlos Bardavío, especializado en sectarismo criminal / Foto: CB

“El desafío está en ayudar a las víctimas a enfrentar su vergüenza y su miedo, ya que, para algunas, denunciar significa enfrentarse a personas que consideraron amigos o líderes”, explica Bardavío. También enfatiza que “cada proceso es único, y no se debe ofrecer falsas esperanzas ni presionar a la víctima. Mi papel es analizar la viabilidad del caso con las pruebas disponibles”.

Agnès concluye con un sentimiento de profundo dolor: “Verlos presentándose en medios y eventos como referentes de valores sociales y hablando de ética social es incomprensible, con figuras relevantes como la reina Letizia y otras personalidades de la vida pública, en ferias como BioCultura y otros actos. Muchos y muchas de nosotras quedamos destrozadas. El daño que han causado a tres generaciones es irreparable y ya hace años que no tengo ninguna esperanza de ningún tipo de justicia social y menos todavía de las instituciones judiciales”.

En el anterior reportaje dedicado a la cuestión, M.C.C., la que fue adepta del grupo afincado en el sur de Francia durante al menos 15 años –que originó la “organización Vida Sana”–, describía que en aquel lugar “unos se convertían en unos desarraigados, sin miramientos ni sentimientos, en los que una mentalidad fría y calculadora los llevaba al éxito, mientras que otros se convertían en unos pobres enfermos de espíritu y alma”. También explica cómo “allí el dinero no faltaba y para muchos de los seguidores se convertía en uno de los principales objetivos de sus vidas”, lo que contrasta duramente con el discurso de principios éticos y sociales proclamado por la cúpula de la “organización Vida Sana” y sus empresas relacionadas.

 

El líder de la “organización Vida Sana”

 

Abel González, líder de Vida Sana / Infografía: EA Abel González, líder de Vida Sana / Infografía: EA

La revisión de numerosos documentos revela una constante coincidencia en los nombres de quienes ocupaban los cargos estratégicos, lo que permite delinear el organigrama de poder de esta organización. Tanto las fuentes consultadas como los testimonios y la documentación jurídica y mercantil señalan que el Sr. Abel González habría actuado como líder principal de la denominada "organización Vida Sana".

La documentación de los archivos de la UNADFI señala que Abel González fue discípulo líder de la comuna ubicada en las afueras de Niza, en el sur de Francia, considerada la sede central y la matriz de la "agrupación Vida Sana". Según esta documentación, González entabló contacto en Barcelona a finales de la década de 1960, con el que sería el futuro el líder de la comuna de la zona meridional del país galo. Años más tarde, desde Barcelona, González creó la Asociación Vida Sana, de la que fue presidente durante décadas. Además, manejaba diferentes proyectos empresariales y comerciales destinados a la oferta de productos y servicios relacionados con el mercado ecológico, el bienestar y la salud.

Asimismo, desde algunas de estas entidades se gestionaba la compra de bienes inmuebles, financiada principalmente con las aportaciones de bienes y rentas realizadas por ciertos seguidores del grupo. En teoría, estas contribuciones otorgaban a los miembros derechos de propiedad sobre las viviendas de la "comuna Vida Sana" en las que habitaban, así como sobre otras propiedades y negocios relacionados con la organización.

Abel González, fallecido en 2015, se erigió como el líder indiscutible de la “organización Vida Sana”. En Vida Sana S.A., una de las empresas dedicadas a la gestión patrimonial de varios adeptos, asumió el rol de accionista principal. Esto ocurrió a medida que distintos miembros de la comuna eran expulsados o la abandonaban, lo que le permitió consolidar un control total sobre las decisiones comerciales y la administración del patrimonio.

El líder de la "organzación Vida Sana", Abel González, junto con Ángeles Parra, actual directora de BioCultura y la Asociación Vida Sana / Foto: FA El líder de la "organzación Vida Sana", Abel González, junto con Ángeles Parra, actual directora de BioCultura y la Asociación Vida Sana / Foto: FA

Pero, ¿qué se más se sabe del Sr. Abel González? Resulta llamativo que, de las pocas referencias en internet, destaca una en particular: la página de la editorial Testimonios para la Historia, donde González es presentado con el entrañable apodo de “el abuelo”. En esta misma web, el propio González relata detalles de su vida, afirmando, entre otras cosas, que provenía de una familia numerosa y que todos, salvo su padre, se exiliaron a Francia tras la Guerra Civil.

En su relato, González afirma: “Por eso, yo pasaba largas temporadas allí (Francia) y traje de allí los primeros alimentos ecológicos”. Sin embargo, testimonios de exmiembros de la “secta Vida Sana” desmienten esta versión, asegurando que González no provenía de una familia numerosa y que no se exilió a Francia tras la Guerra Civil. Tampoco serían estas supuestas circunstancias familiares la causa de sus frecuentes estadías en el país. Según exmiembros, estas “largas temporadas” en Francia se debían a su afiliación con la comuna ubicada en las afueras de Niza, con lo cual, explicaría su mención de una “familia numerosa” en un sentido metafórico. Tal como se contrasta con la documentación relativa a los archivos de UNADFI, no parece haber evidencia que respalde las afirmaciones de González sobre estos aspectos de su vida.

El Sr. Abel González también se presenta como un exiliado de la posguerra, un relato difícil de conciliar con otras actividades que él mismo describe en el sitio web mencionado, como su participación en “la construcción en sus diferentes grados –desde albañil hasta promotor inmobiliario–” desde 1939 hasta 1970. Antiguos miembros de Vida Sana se mostraron igualmente sorprendidos por estas declaraciones, recordando cómo González solía alardear de sus contactos y colaboración con la comisaría de Vía Laietana, la Prefectura Superior de Policía de Barcelona, un edificio que podría convertirse en un centro de memoria sobre la represión franquista.

Abel González, trabaja en una obra de construcción, décadas atrás / Foto: FA Abel González, trabaja en una obra de construcción, décadas atrás / Foto: FA

En definitiva, los datos disponibles sobre este personaje parecen carecer de solidez, y, contrastados con otras fuentes, arrojan serias dudas sobre la veracidad de su relato.

 

La cúpula administrativa de la “organización Vida Sana”

 

En este punto, es crucial ahondar en las personas que conformaban la cúpula administrativa de la "organización Vida Sana", tras haber identificado al Sr. Abel González como líder de la misma en Barcelona.

Cúpula administrativa de la "organización Vida Sana" / Infografía: EA Cúpula administrativa de la "organización Vida Sana" / Infografía: EA

 

Ángeles Parra

 

Ángeles Parra se presenta como una figura central en la estructura de la "organización Vida Sana". En una entrevista de noviembre de 2022 para Asombrario & Co., vinculado al diario Público, Parra cuenta cómo, hace más de tres décadas, ella fundó la Asociación Vida Sana, en una época –según el artículo–, en que términos como ‘ecológico’ o ‘responsabilidad social’ “no formaban parte de nuestro diccionario cotidiano”.

La Sra. Ángeles Parra, es una de las principales responsables de cúpula administrativa de la "organización Vida Sana" que habría actuado obteniendo recursos de manera irregular y fomentando la explotación infantil a través de coacciones y maltrato”, de las que tendría plenas responsabilidades

Ángeles Parra, actual directora de BioCultura y la Asociación Vida Sana / Foto: EP - EA Ángeles Parra, actual directora de BioCultura y la Asociación Vida Sana / Foto: EP - EA

El término "responsabilidad social", entre otros que podrían añadirse, tampoco figurarían en el diccionario de la Sra. Ángeles Parra, a juzgar por su papel dentro de la “organización Vida Sana”, una de las principales responsables de cúpula administrativa. Documentación recopilada para estas investigaciones y analizada por diferentes expertos, así lo confirma. Los mismos, en declaraciones para este medio aseguran que “la organización Vida Sana habría actuado obteniendo recursos de manera irregular y fomentando la explotación infantil a través de coacciones y maltrato”. Estas prácticas, lejos de adherirse a algún tipo de principio ético, revelan un historial de abusos y conductas profundamente devastadoras, de las que la Sr. Parra tendría plenas responsabilidades.

No obstante, en documentación relativa a dicha asociación con fecha de 1991, a la que ha tenido acceso esta parte, se enumera a “los socios fundadores de la Asociación” y a la “Junta Directiva”, y en lugar alguno se menciona ni parece la Sra. Ángeles Parra

Según el mismo texto del Asombrario & Co, “ella, junto a un grupo de amigos, creó la asociación Vida Sana, que sirvió de paraguas para promover una forma más sana de consumir, sobre todo en la alimentación, a través de la feria de BioCultura”. No obstante, en documentación relativa a dicha asociación con fecha de 1991, y a escrituras públicas a la que ha tenido acceso esta parte, se enumera a “los socios fundadores de la Asociación” y a la “Junta Directiva”, y en lugar alguno se menciona ni parece la Sra. Ángeles Parra.

Parra se describe como “una optimista con conciencia” en el que destaca que “en Biocultura tenemos el festival infantil MamaTerra que lo dedicamos a que los niños aprendan jugando sobre temas ambientales. Crecer viendo que lo que haces influye en los demás y tu entorno es fundamental, porque ellos y ellas serán las personas que consuman, dirijan empresas y decidan las políticas del futuro”. Sin embargo, este criterio no parece haberlo aplicado en el caso de varios de los menores de la "secta comuna Vida Sana", si se contrasta con los relatos de sus testimonios y situaciones vividas, y que gestionaba de manera directa como parte de la cúpula administrativa de la organización.

Angeles Para, en la década de 1990, en la que sostiene una publicación de Vida Sana / Foto: FA Angeles Para, en la década de 1990, en la que sostiene una publicación de Vida Sana / Foto: FA

De esta manera quedaría confirmado que la Sra. Ángeles Parra ocupaba un lugar destacado entre los principales miembros de la cúpula de la dirección de la "organización Vida Sana" con la capacidad de formalizar acuerdos que expertos describen como “mecanismos jurídicos de persuasión coercitiva”, por ello, habría tenido responsabilidad plena

De esta manera quedaría confirmado que la Sra. Ángeles Parra ocupaba un lugar destacado entre los principales miembros de la cúpula de la dirección de la "organización Vida Sana", tal como apuntan los diferentes testigos y documentación mercantil ingente. Gracias a su posición y a los poderes que le permitían representar a diversas sociedades vinculadas, con la capacidad de formalizar acuerdos que expertos describen como “mecanismos jurídicos de persuasión coercitiva”. Por ello, habría tenido responsabilidad plena, como directiva en todo el desarrollo del "entramado de empresas" en las que actuaba como administradora o representante de las mismas, como es el caso de Vida Sana S.A. –propietaria de las fincas donde se encontraba la “secta comuna Vida Sana”, y habitaban los menores–.

 

Teresa do Carmo

 

Siguiendo el mismo análisis, la Sra. Teresa do Carmo emerge también como una de las principales figuras dentro de la "organización Vida Sana", ya que habría jugado un papel clave en una red de relaciones y conexiones complejas.

Al igual que otros sujetos de la cúpula administrativa de la “organización Vida Sana”, al buscar en Google encontramos varias referencias a su trayectoria. Según describe su web corporativo, en Barcelona, se unió a un “grupo de consumidores concienciados y preocupados por la contaminación del medio ambiente y los alimentos”, que más tarde daría lugar a la fundación de la Asociación Vida Sana y la feria BioCultura. La Sra. Do Carmo afirma que su enfoque se centró en “negocios y asociaciones relacionados con la alimentación natural y la ecología”.

El líder de la "organización Vida Sana", Abel González, junto a Teresa do Carmo, en el acto inaugural de un comercio de venta de productos ecológicos / Foto: FA El líder de la "organización Vida Sana", Abel González, junto a Teresa do Carmo, en el acto inaugural de un comercio de venta de productos ecológicos / Foto: FA

Teresa do Carmo asegura que “dedica su vida a formar y dar conferencias sobre libertad financiera y la nueva economía emergente” que podría estar relacionado con el “network marketing” o “modelos de comercio multinivel”. La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos ya ha advertido sobre los peligros de este tipo de negocios que pueden ser ilegales 

Además, indica que, actualmente y paralelamente a la gestión del restaurante BioCenter, “dedica su vida a formar y dar conferencias sobre libertad financiera y la nueva economía emergente”. No obstante, al profundizar en esta información y consultar a exmiembros de la “organización Vida Sana”, se sugiere que este enfoque podría estar relacionado con el “network marketing” o “modelos de comercio multinivel” supuestamente para “ayudar a las personas a encontrar alternativas económicas y laborales en un contexto de crisis global”, como asegura la Do Carmo.

En su relato, también destaca que es posible crear un negocio altamente rentable con poca o ninguna inversión, apelando al llamado "factor humano". Asimismo, menciona que el contexto actual está generando oportunidades para que los empresarios se desarrollen profesionalmente sin asumir los riesgos de las empresas tradicionales.

Es notable que la Sra. Do Carmo destaque a Donald Trump y Robert Kiyosaki, quienes publicaron juntos el libro Queremos que seas rico. En este libro, dice, ambos afirman que “de tener que comenzar de nuevo, el mercadeo en red sería el modelo ideal para el sistema actual”. Cabe mencionar que Kiyosaki es señalado por algunos como un "estafador".

Es importante señalar que la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos ya ha advertido sobre los peligros de este tipo de negocios, que implican la venta de productos a amigos y familiares, y el reclutamiento de nuevos miembros. Alerta que algunos de estos esquemas pueden ser ilegales y clasificarse como piramidales.

En un artículo de la editorial Testimonios para la Historia –ya mencionada con anterioridad–, se presenta a la Sra. Teresa do Carmo como una empresaria de Cataluña, con una serie de empresas dedicadas a los productos biológicos. Explica que “la Sra. Do Carmo es impulsora de la cadena de restaurantes llamada Comme-Bio, que sigue esta línea, y socia de otros dos establecimientos gastronómicos, BioCenter y La Granja. Además, tiene participación en Art Sa, un horno de pan y pastelería, Bio Huerta, una distribuidora de frutas y verduras, y Ecopaint Ibérica, una empresa dedicada a la comercialización de pinturas y barnices. Todas estas empresas están adheridas a la Asociación Vida Sana como garantía de calidad, y cuentan con las certificaciones oficiales que regulan los productos biológicos que comercializan”.

Ubicación en Barcelona, donde se encontraba el restaurante la Granja Biológica Vida Sana S.L., después de su quiebra o traspaso / Foto: EA Ubicación en Barcelona, donde se encontraba el restaurante la Granja Biológica Vida Sana S.L., después de su quiebra o traspaso / Foto: EA

También explica que viajaba por distintos países y que se le "acabó el dinero cuando estaba en Barcelona, y como le gustaba, decidió quedarse a buscar trabajo". Y prosigue: “Algún tiempo más tarde, y gracias a un préstamo de unos amigos que confiaban mucho en ella, abrió su propio establecimiento”

También explica que viajaba por distintos países y que se le "acabó el dinero cuando estaba en Barcelona, y como le gustaba, decidió quedarse a buscar trabajo". Y prosigue: “Algún tiempo más tarde, y gracias a un préstamo de unos amigos que confiaban mucho en ella, abrió su propio establecimiento”.

Sí, cierto es que se estableció con dinero prestado, tal como explica, pero por lo que relatan los exmiembros de la “secta Vida Sana” tendría muchos matices, como casi todos los relatos expresados tanto por el líder de la “organización Vida Sana” como del resto de la cúpula administrativa.

Las fuentes consultadas, que incluyen testimonios y documentación jurídica y mercantil, señalan que la Sra. Teresa do Carmo también ocupó diversos cargos de administración y participación en varias empresas y organizaciones, las cuales formaban parte de un mismo “entramado”.

Persiana entreabierta del restaurante BioCenter Alimentación Sana S.L., en Barcelona / Foto: EA Persiana entreabierta del restaurante BioCenter Alimentación Sana S.L., en Barcelona / Foto: EA

Entre sus roles más destacados se encontraban los de administradora y socia en empresas como Vida Sana S.A.; Botica Restaurant Les Corts Catalanes, S.A.; La Granja Biológica Vida Sana; S.L., Bio Huerta, S.A.; JF, S.L.; restaurante Biocenter Alimentación Sana S.L., Altervida (Come-Bio), S.A. y Bio Artsa, S.A. Además, es socia de número en la Asociación Vida Sana lo que le otorga capacidad de voto en las asambleas, según documentación a la que se ha tenido acceso. Sin embargo, “muchas de estas empresas han cerrado, algunas por quiebra, o se han traspasado a otros propietarios”, tal como nos relatan algunos testigos.

 

Juan Picazos

 

En los comienzos de la “organización Vida Sana”, la participación del Sr. Juan Picazos se reduce a, haber sido “contratado como mozo de almacén en lo que entonces era la cooperativa Biocop”, según diferentes testigos. Con el paso de los años, Picazos fue ascendiendo en la “organización Vida Sana” y en los inicios de Biocop, junto con la ya fallecida Isabel Muniesa, considerada otra de las principales colaboradoras del líder de la agrupación.

Juan Picazos e Isabel Muniesa en las dependencias de la "secta comuna Vida Sana" / Foto: FA Juan Picazos e Isabel Muniesa en las dependencias de la "secta comuna Vida Sana" / Foto: FA

Picazos afirma que el grupo original que sentó las bases de Biocop se dispersó. Según testimonios, “hubo una concentración de control sobre el proyecto original, expulsando a algunos miembros mediante prácticas cuestionables”. Lo que comenzó como una cooperativa ha evolucionado con el tiempo hasta convertirse en una Sociedad Anónima, bajo el control Isabel Muniesa y Juan Picazos

En Internet, la información sobre Picazos se limita principalmente a los actos institucionales en los que ha participado y a los cargos que ha ocupado en distintas organizaciones relacionadas con el sector.

En un artículo de Vía Empresa, se señala a Picazos como fundador y director general de Biocop, y se explica que la compañía surgió en 1975 como una cooperativa de trabajo asociado, enfocada en ofrecer alimentos de calidad para personas con necesidades de salud y un compromiso con un estilo de vida diferente. Relata que “la gente nos decía que éramos cuatro hippies que nos habíamos juntado”.

El texto prosigue explicando que Biocop ya no opera como cooperativa y se ha convertido en una empresa familiar. Picazos afirma que el grupo original que sentó las bases de Biocop se dispersó: “Algunos abrieron un horno de pan; otros, una tienda... Mi esposa –la Sra. Isabel Muniesa– y yo decidimos formar esta sociedad, que ahora, con la incorporación de nuestros hijos, ya va por la segunda generación”.

Testigos de la época consultados para esta investigación presentan una versión distinta a la de Juan Picazos. Según sus testimonios, “hubo una concentración de control sobre el proyecto original, expulsando a algunos miembros mediante prácticas cuestionables”. Lo que comenzó como una cooperativa ha evolucionado con el tiempo hasta convertirse en una Sociedad Anónima.

Picazos, en ese mismo artículo adiciona que “en esa época no había ninguna regulación sobre la actividad”, y menciona que “más tarde se creó un aval a través de la Asociación Vida Sana, que certificaba el carácter biológico de los alimentos”, tomando como inspiración el modelo francés, referente de los pioneros ecológicos en Cataluña. Los sellos oficiales que impulsaron el sector a nivel nacional y europeo se establecieron en 1989 y 1992.

Las diferentes iniciativas fueron “imitaciones literales” de otros modelos y empresas francesas como la asociación Nature e Progrès para la Asociación Vida Sana,  Salon Marjoleain para la feria BioCultura y  la cooperativa de productos biológicos o ecológicos Biocoop para la actual Biocop S.A, entre otras y siguiendo las indicaciones estrictas del líder del sur de Francia

Establecimiento de venda de productos ecológicos de la cooperativa original Biocoop, en Francia, que nada tiene que ver con Biocop S.A. en España / Foto: EA Establecimiento de venda de productos ecológicos de la cooperativa original Biocoop, en Francia, que nada tiene que ver con Biocop S.A. en España / Foto: EA Personas que participaron en los inicios del proyecto también señalan que las diferentes iniciativas fueron “imitaciones literales” de otros modelos y empresas francesas como la asociación Nature e Progrès para la Asociación Vida SanaSalon Marjoleain para la feria BioCultura y  la cooperativa de productos biológicos o ecológicos Biocoop para la actual Biocop S.A, entre otras y siguiendo las indicaciones estrictas del líder del sur de Francia.

La influencia del Sr. Picazos en el ámbito institucional del sector es notable, como se demostró en un evento de 2021 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, bajo el lema Aquí somos eco-lógicos. Nada que esconder, presidido por Luis Planas, donde se discutió el estado de la agricultura ecológica con la participación de Ángeles Parra, directora de BioCultura y presidenta de la Asociación Vida Sana; y Joan Picazos, presidente de ASOBIO (Asociación Española de Elaboradores y Comercializadores Ecológicos).

Según Crónica Global, Biocop Productos Ecológicos, incrementó su facturación en 2023 a 18,5 millones de euros, un aumento del 8%. Aunque los gastos, especialmente los de personal, aumentaron, el beneficio neto subió de 985.000 euros a más de un millón, y el dividendo distribuido alcanzó los 274.000 euros. Se asegura que la empresa, con una sólida posición financiera, carece de deudas bancarias y cuenta con una tesorería de aproximadamente 800.000 euros y recursos propios de 6,1 millones. En 2019, los fundadores Picazos y Muniesa vendieron el 60% de la compañía a Compagnie Léa Nature, conservando el 40% restante. Agrega que este sector mueve en España un volumen de negocio del orden de los 3.000 millones anuales.

Juan Picazos, destaca también su participación en la cúpula administrativa dentro de la "organización Vida Sana", con responsabilidad de cargos en la mayoría de las empresas impulsadas y controladas por esta agrupación de manipulación psicológica y persuasión coervitiva. Asimismo, es socio de número en la Asociación Vida Sana lo que le otorga capacidad de voto en las asambleas

Juan Picazos en la presentación de un acto de la cadena de tiendas y restaurantes Comme Bio / Foto: FA Juan Picazos en la presentación de un acto de la cadena de tiendas y restaurantes Comme Bio / Foto: FA

Juan Picazos, destaca también su participación en la cúpula administrativa dentro de la "organización Vida Sana", con responsabilidad de cargos en la mayoría de las empresas impulsadas y controladas por esta agrupación de manipulación psicológica y persuasión coervitiva. Asimismo, es socio de número en la Asociación Vida Sana lo que le otorga capacidad de voto en las asambleas, según la misma documentación a la que se ha tenido acceso.

 

“Trabajábamos en todas esas empresas”

 

Los testimonios recopilados para este reportaje, provenientes de personas que crecieron y vivieron en la "secta comuna Vida Sana", coinciden sin titubeos en afirmar que, durante diferentes momentos de su infancia y adolescencia: "Trabajábamos en todas esas empresas". Esto ocurría a pesar de que legalmente deberían haber estado escolarizados, pero no lo estaban

Una menor de edad (sin edad de trabajar) de la "secta comuna Vida Sana" trabaja en un establecimiento de la cadena de tiendas y restaurantes Comme Bio en la década de 1990 / Foto: FA Una menor de edad (sin edad de trabajar) de la "secta comuna Vida Sana" trabaja en un establecimiento de la cadena de tiendas y restaurantes Comme Bio en la década de 1990 / Foto: FA

Los testimonios recopilados para este reportaje, provenientes de personas que crecieron y vivieron en la "secta comuna Vida Sana", coinciden sin titubeos en afirmar que, durante diferentes momentos de su infancia y adolescencia: "Trabajábamos en todas esas empresas". Esto ocurría a pesar de que legalmente deberían haber estado escolarizados, pero no lo estaban. Además, otras personas, que se unieron a la comuna como adultos, también relatan haber trabajado durante años sin recibir salario, o entregando la totalidad de sus pagas, bienes y rentas.

Para eliminar cualquier duda, enumeramos varias de las empresas o proyectos mercantiles a los que se han referido:  Asociación Vida Sana, ferias BioCultura, instrumento patrimonial Vida Sana, S.A.; distribución de frutas y verduras Bio Huerta, S.A.; panadería y pastelería Bio Artsa, S.A.; JF, S.L; Botica Restaurant Les Corts Catalanes, S.A.; restaurante La Granja  Biológica Vida Sana, S.L.; restaurante Biocenter Alimentación Sana S.L., cadena de tiendas y restaurantes Altervida, S.A. (Come-Bio); pinturas y reformas Ecopaint Ibérica, S.L.; y distribución de alimentos ecológicos Biocop Productos Biológicos S.A., sumando hasta una docena de proyectos mercantiles, entre otros que controlaban.

Exmiembros de la llamada "secta Vida Sana" entrevistados coinciden vehementemente en describir la estructura de poder y administración ejercida por las personas mencionadas y otros cargos subalternos. Los testimonios revelan un entorno caracterizado por la dominación y un control férreo e implacable, que marcó todas sus experiencias dentro de la comuna.

Teresa do Carmo ejerce el control en un stand de la panadería-pasteleria Art Sa en la feria de BioCultura, en el que trabajan varios menores incluso en edad de trabajar / Foto: FA Teresa do Carmo ejerce el control en un stand de la panadería-pasteleria Art Sa en la feria de BioCultura, en el que trabajan varios menores sin edad de trabajar / Foto: FA

Por otro lado, los exintegrantes subrayan que, durante su vida en "Vida Sana", los dirigentes –tanto el líder como la cúpula administrativa– no aportaban al bienestar común. Por el contrario, “se apropiaban de los bienes personales y colectivos de los demás miembros, consolidando su poder a expensas de los otros”.

La experta en grupos sectarios de RedUne, Margarita Barranco, expone con claridad su perspectiva sobre los líderes de grupos sectarios y sus privilegios: "Intenta encontrar un líder de un grupo sectario que viva en condiciones precarias, sin recursos económicos ni bienes. Dudo que lo encuentres, yo no lo he visto y es poco probable que exista"

Dos menores (sin edad para trabajar) trabajan en un puesto de venta conjunto del restaurante Les Corts Catalanes y la panaderia ArtSa / Foto: FA Dos menores (sin edad para trabajar) trabajan en un puesto de venta conjunto del restaurante Les Corts Catalanes y la panaderia ArtSa / Foto: FA

La experta en grupos sectarios de RedUne, Margarita Barranco, expone con claridad su perspectiva sobre los líderes de grupos sectarios y sus privilegios: "Intenta encontrar un líder de un grupo sectario que viva en condiciones precarias, sin recursos económicos ni bienes. Dudo que lo encuentres, yo no lo he visto y es poco probable que exista".

Explica que estos líderes promueven un mensaje que aparenta sencillez: "Te dicen que vivas con modestia, sin muchos recursos económicos. Pero al mismo tiempo, exigen: 'Dámelo a mí, dámelo a mí, que yo gestionaré todo ese dinero'".

 

“Cantidades colosales de dinero en efectivo”

 

Tal como señalamos en el reportaje anterior, la documentación revisada a la que hemos tenido acceso parece dar en buena medida la razón a lo que M.C.C. denunciaba en su artículo publicado en la revista Infosect, AIS Pro Juventud, a principios de la década de 1990. Tras analizar varias escrituras mercantiles de esa década, se mencionan hasta una decena de sociedades en las que diferentes adeptos y miembros de la “secta-comuna Vida Sana” –como la llaman algunos de estos exintegrantes–, fueron adquiriendo acciones.

Paralelamente, se "confirieron" poderes a tres miembros de la cúpula administrativa de la “organización Vida Sana”: Isabel Muniesa, Ángeles Parra, Teresa do Carmo y más adelante Juan Picazos. Eran personas de confianza del Sr. Abel González, según relatan los testigos, “para que pudieran representar a sus poderdantes”. Se trataría de una escritura de poder destinada a la administración de todas las empresas.

Se gestionaban volúmenes muy importantes de dinero en efectivo. “Para empezar todas las rentas o salarios que los adeptos entregaban regular y meticulosamente cada mes. Además, también se incluían las herencias o ventas de propiedades que los miembros cedían. Eso sí, todo en metálico. Siempre. Era otra norma estricta

Agnès, una de las exmiembros captada por la "secta Vida Sana" / Foto: EA Agnès, una de las exmiembros captada por la "secta Vida Sana" / Foto: EA Otra de las cosas que relatan tanto Agnès como otros testimonios exmiembros de la “organización Vida Sana”, es que se gestionaban volúmenes muy importantes de dinero en efectivo. “Para empezar todas las rentas o salarios que los adeptos entregaban regular y meticulosamente cada mes. Además, también se incluían las herencias o ventas de propiedades que los miembros cedían. Eso sí, todo en metálico. Siempre. Era otra norma estricta. Si tenías una propiedad, la vendías y le entregabas el dinero al líder o a algún miembro de la cúpula administrativa”.

“Manejaban cantidades colosales de dinero en efectivo. A las aportaciones de los adeptos se sumaban las ganancias de los negocios, que debido a su naturaleza, como restaurantes, panaderías, ferias, distribuidoras y tiendas de productos ecológicos, también generaban muchos ingresos en efectivo", afirma Agnès. Ahora, tras varios años y con acceso a la documentación mercantil, lo rememora como "años de trilerismo, saqueo y abuso por parte de la organización Vida Sana".

"No podías gastar nada. Era una de las reglas, porque si lo hacías, estabas 'colaborando con el consumismo y fomentando la falsa personalidad'. Incluso recibí reprimendas muy severas del líder y del resto del grupo por comprarle unos zapatos a mi hijo, porque los que tenía estaban rotos y llenos de agujeros. Nadie tenía una economía propia. Todo lo que tenías pertenecía al líder, porque se lo habías entregado. Si él lo consideraba necesario, te daba algo de dinero para lo que pudieras necesitar. A veces, solo unas simples compresas", evoca.

Afirman que el constante vaivén de maletines y bolsas de con dinero en efectivo era habitual, y que con el tiempo lo han asociado con los frecuentes viajes a la Costa Azul, en Francia, y a Andorra, por parte del líder y de la cúpula administrativa de la “organización Vida Sana”

Señalización de Niza, en la Costa Azul y Monaco en el sur de Francia / Foto: EA Señalización de Niza, en la Costa Azul y Monaco, en el sur de Francia / Foto: EA

Por otro lado, con sensación de vergüenza por no haberlo advertido antes, tanto Agnès como otros testigos afirman que el constante vaivén de maletines y bolsas de con dinero en efectivo era habitual, y que con el tiempo lo han asociado con los frecuentes viajes a la Costa Azul, en Francia, y a Andorra, por parte del líder y de la cúpula administrativa de la “organización Vida Sana”.

Tal como se menciona en el reportaje anterior, estas afirmaciones coincidirían con la información documentada por UNADFI, la cual señala que “Vida Sana generaba muchos beneficios, buena parte de los cuales pasaba a Francia”. Sin embargo, no queda claro cómo ni por qué ocurría esto, ya que “es muy difícil detectar la evasión de divisas y el destino final de los fondos”.

Un catedrático y un doctor en economía y finanzas, tras analizar exhaustivamente una gran parte de documentación relacionada, señalan que “en la operativa general de estafas de este tipo es frecuente que se realicen múltiples transacciones en efectivo”. Esta estrategia, según los especialistas consultados, “tendría como principal objetivo evitar la trazabilidad de los fondos. A través de este método, se dificultaría el seguimiento del origen y destino del dinero, lo que facilitaría el encubrimiento de las posibles operaciones fraudulentas”.

Los profesionales referidos coinciden en que, en este tipo de organizaciones ilícitas, es habitual que las “donaciones o aportaciones de las víctimas se realicen exclusivamente en metálico. Esto se debe a que el principal interés de los implicados es hacer extremadamente difícil la acreditación de dichas donaciones, lo que permite ocultar la naturaleza de las transacciones”.

Las empresas mencionadas, vinculadas a la “organización Vida Sana, han operado en sectores donde es fácil generar grandes sumas de dinero en efectivo. Este factor incrementaría la probabilidad de que se haya distorsionando la verdadera magnitud de los ingresos"

Un maletín que desborda dinero en efectivo, similar al que recuerdan algunos de los testigos, en pesetas o en euros en función de la época / Foto: FP Un maletín que desborda dinero en efectivo, similar al que recuerdan algunos de los testigos, en pesetas o en euros en función de la época / Foto: FP

Además, los especialistas consultados analizan que la mayoría de las empresas mencionadas, vinculadas a la “organización Vida Sana, han operado en sectores donde es fácil generar grandes sumas de dinero en efectivo. Este factor incrementaría la probabilidad de que se haya distorsionando la verdadera magnitud de los ingresos, particularmente a nivel individual, mediante la declaración de impuestos de los socios”.

Asimismo, mencionan el manual de SEPIDES (Sistema de Prevención de Blanqueo de Capitales y de la Financiación del Terrorismo), que advierte que las operaciones en las que se realizan entregas de efectivo o se emplean instrumentos negociables sin dejar constancia del verdadero pagador, especialmente cuando el importe acumulado sea relevante en relación con el total de la operación, podrían ser indicativas de blanqueo de capitales. Además, estas prácticas podrían estar infringiendo tanto las obligaciones fiscales como contables.

 

Una escritura de poder para la dominación de todas las empresas

 

Agnès y otras personas afectadas se refieren a operativas mediante las cuales la cúpula de la “organización Vida Sana” habría logrado despojar a los miembros de sus bienes y derechos mercantiles. Esto incluiría posibles maniobras para absorber las aportaciones individuales, como herencias y rentas, y apropiarse del fruto de su trabajo. Los líderes del grupo habrían utilizado desde la persuasión coercitiva y la manipulación psicológica hasta la firma de documentos que serían engañosos que transferirían la titularidad de los bienes a la organización sin ningún tipo de compensación, tal como trasciende de la documentación y de testimonios afectados.

Estas operativas se caracterizarían por aparentar ser contribuciones voluntarias o decisiones tomadas por el bien común, cuando en realidad serían mecanismos diseñados para enriquecer y consolidar el poder de la cúpula. A través de estas acciones, la “secta Vida Sana” habría conseguido que los miembros entregaran sus recursos voluntariamente o bajo coacción, quedando finalmente despojados de sus propiedades y derechos mercantiles sin posibilidad de reclamación, se lamentan algunas de las personas perjudicadas.

Lo ilustra muy bien, parte de las escrituras revisadas que revelan que, en la década de 1990, se firmaron poderes ante fedatario público en favor de Isabel Muniesa, Ángeles Parra y Teresa do Carmo. Estos poderes les permitían representar conjuntamente a los poderdantes (personas que otorgan poderes a otras) en sus relaciones con diversas sociedades

Lo ilustra muy bien, parte de las escrituras revisadas que revelan que, en la década de 1990, se firmaron poderes ante fedatario público en favor de Isabel Muniesa, Ángeles Parra y Teresa do Carmo. Estos poderes les permitían representar conjuntamente a los poderdantes (personas que otorgan poderes a otras) en sus relaciones con diversas sociedades: Vida Sana, S.A.; BioArt-Sa, S.L.; Alter Vida (Comme-Bio), Botiga Restaurante les Corts Catalanes, S.A.; JF, S.L.; La Granja Biológica, S.L.; Bio Huerta, S.L.; Ecopaint Ibérica, S.L.; y Central de Productos Biológicos, S.A. (actual Biocop S.A), sumando hasta una decena de mercantiles.

Con el tiempo, y con estas facultades en su posesión, los apoderados comenzaron a transferir las acciones de dichas empresas a sí mismos y a otros individuos, modificando de esta forma la estructura de propiedad sin abonar ninguna cantidad a los accionistas, tal como aseguran algunos afectados.

Examinamos un caso específico en colaboración con especialistas en la materia, como parte de esta investigación, relacionado con una de las empresas: Vida Sana S.A. En primer lugar, a comienzos de esa misma década, se llevó a cabo una ampliación de capital en la compañía, cuya principal función era la gestión patrimonial de los inmuebles de la "secta comuna Vida Sana". Poco después, unos poderes notariales otorgaron a Isabel Muniesa, Ángeles Parra y Teresa do Carmo la facultad de representar y transferir acciones y participaciones.

Mediante un acta de transmisión, las acciones fueron vendidas a diversos compradores, incluyendo a Isabel Muniesa, Ángeles Parra, Teresa do Carmo y Juan Picazos, entre otros. Finalmente, la venta se formalizó a través de un contrato de compraventa ante un agente de cambio y bolsa

Posteriormente, mediante un acta de transmisión, las acciones fueron vendidas a diversos compradores, incluyendo a Isabel Muniesa, Ángeles Parra, Teresa do Carmo y Juan Picazos, entre otros. Finalmente, la venta se formalizó a través de un contrato de compraventa ante un agente de cambio y bolsa. Este contrato establecía que Isabel Muniesa, Ángeles Parra y Teresa do Carmo actuaban como representantes, y además, se declaraba que el pago de las acciones ya había sido efectuado, utilizando el contrato como carta de pago.

A pesar de ello, según han afirmado algunos afectados por estas operativas, nunca fueron informados de estas transacciones y, por supuesto, nunca recibieron ningún pago.

No tiene sentido alguno que los afectados hubieran accedido voluntariamente a tales prácticas, puesto que estaban completamente convencidos durante todos esos años de que formaban parte de una agrupación cuyo objetivo era el bien común y la seguridad de su vivienda

MIGUEL PERLADO, psicoterapeuta experto en sectas

El psicoterapeuta experto en sectas, Miguel Perlado, que ha atendido a varios exmiembros de la "secta Vida Sana" señala que “no tiene sentido alguno que los afectados hubieran accedido voluntariamente a tales prácticas, puesto que estaban completamente convencidos durante todos esos años de que formaban parte de una agrupación cuyo objetivo era el bien común y la seguridad de su vivienda”.

Y continúa: “Estaban plenamente integrados y confiados en que el tiempo y el dinero que entregaban a la organización se destinaban a perseguir ese mismo fin, que beneficiaría a todos los miembros según sus respectivas aportaciones. Dado el alto nivel de adhesión, resultaría ilógico que renunciaran a sus acciones después de tantos años dedicados a los proyectos de la organización Vida Sana y de haber entregado todo su dinero, hasta el punto de quedar completamente descapitalizados, especialmente considerando que esa entrega económica tenía como fin asegurarles una vivienda para ellos y sus hijos, y la participación de esas empresas”.

 

Un pacto cum amico “fraudulento” para el control ideológico

 

Pacto 'cum amico' Pacto 'cum amico' "fraudulento" de la "organización Vida Sana" / Infografía: EA

Un pacto o fiducia cum amico (del latín, confianza con un amigo) es, en esencia, un acuerdo basado en la confianza, donde una persona transfiere bienes a otra para que los administre o conserve bajo condiciones pactadas, sin cederle plena propiedad. En el caso de la "organización Vida Sana", esta figura jurídica fue utilizada como una herramienta para consolidar un control patrimonial e ideológico sobre sus miembros, tal como apuntan diferentes expertos, que la definen como un instrumento de distracción fiscal.

Según un acta notarial recoge este supuesto acuerdo en el que, Isabel Muniesa, Ángeles Parra y Teresa do Carmo afirmaron, entre otros, que los contratos de compraventa de acciones de todas las empresas eran ficticios y se idearon como parte de una estrategia para mantener la cohesión ideológica y patrimonial del grupo

Según un acta notarial recoge este supuesto acuerdo en el que, Isabel Muniesa, Ángeles Parra y Teresa do Carmo afirmaron, entre otros, que los contratos de compraventa de acciones de todas las empresas eran ficticios y se idearon como parte de una estrategia para mantener la cohesión ideológica y patrimonial del grupo.

Las operaciones de compraventa de bienes se realizaron mediante el uso de poderes generales, en virtud de los cuales Isabel Muniesa, Ángeles Parra y Teresa do Carmo actuaron como representantes en la transmisión de las acciones, en beneficio propio y del líder. Cabe destacar, que no se efectuó ningún pago vinculado a dichas operaciones. La figura de la fiducia cum amico se habría utilizado posteriormente, en caso de reclamaciones ante la ausencia de un intercambio monetario.

El mecanismo habría enajenado los bienes a los miembros que habrían sido expulsados o dejado de formar parte del movimiento, sin su consentimiento ni conocimiento, asegurando que las acciones quedaran siempre bajo el dominio de la “organización Vida Sana”.

Este documento público solo haría más confirmar la admisión explícita de que la “organización Vida Sana” no llevó a cabo ningún tipo de pago de por las operaciones de compraventa de las acciones del “entramado de empresas”

Este documento público solo haría más confirmar la admisión explícita de que la “organización Vida Sana” no llevó a cabo ningún tipo de pago de por las operaciones de compraventa de las acciones del “entramado de empresas”.

La irregularidad se agravaría, según expertos, porque no eran los miembros quienes firmaban las fiducias, sino las propias Muniesa, Parra y do Carmo, actuando con poderes notariales otorgados por las empresas involucradas, aunque dichos poderes no les facultaban para ejecutar este tipo de actos. Esto, de acuerdo con los especialistas consultados, constituye en sí mismo un “acto fraudulento que desvirtúa completamente la naturaleza de la fiducia cum amico, transformándola en un instrumento de manipulación y abuso”.

Los mismos expertos, también aseguran, que este sistema no solo garantizaría la cohesión interna del grupo, sino que también sometería a los miembros a coacción emocional, obligándolos a la posible cesión de sus bienes bajo condiciones abusivas. De producirse así, representaría una clara violación de la libertad ideológica protegida por la Constitución Española.

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