Con 429 votos a favor, 225 en contra y 19 abstenciones, el Parlamento Europeo adoptó ayer una resolución para declarar la emergencia climática no solo en la Unión Europea, sino también en el resto del mundo, tras las alertas de científicos y administraciones locales. Este documento muestra la voluntad del continente de reforzar la ambición y la acción climática para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Con esta resolución los eurodiputados quieren asegurarse de que todas las propuestas legislativas y presupuestarias relevantes estén totalmente alineadas con el objetivo de limitar el aumento de temperaturas a menos de 1,5 ° C respecto a los niveles preindustriales, tal y como establece el Acuerdo de París, aprobado en 2015.
“El Parlamento Europeo acaba de adoptar una posición ambiciosa de cara a la próxima COP25 en Madrid. Dada la emergencia climática y ambiental, es esencial reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero en un 55 % en 2030”, señaló Pascal Canfin, presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria.
Para garantizar la reducción de emisiones, el Parlamento ha aprobado una resolución paralela en la que insta a la Unión Europea a presentar lo antes posible ante Naciones Unidas su estrategia para alcanzar la neutralidad climática antes de 2050. Aunque la Comisión Europea ya ha propuesto este objetivo, el Consejo Europeo no lo ha respaldado aún ante la oposición de Polonia, Hungría y la República Checa.
Los países de la UE deberían al menos duplicar sus contribuciones al Fondo Verde para el Clima internacional, según el Parlamento. Los Estados miembro son los mayores proveedores de financiación pública para el clima y el presupuesto de la UE debe cumplir plenamente con sus compromisos internacionales.
Incorporar el transporte aéreo y marítimo
En la sesión plenaria también se ha señalado que las promesas de los países desarrollados no cumplen el objetivo colectivo de 100.000 millones de dólares por año a partir de 2020. Finalmente, se ha instado de manera urgente a todos los países de la UE a que eliminen gradualmente todos los subsidios directos e indirectos a los combustibles fósiles para 2020.
Los eurodiputados han decidido que las ambiciones actuales sobre la aviación y el transporte no alcanzan las reducciones de emisiones necesarias. Todos los países deben incluir las emisiones del transporte marítimo y la aviación internacionales en sus planes de contribuciones nacionales a nivel nacional (NDCs, por sus siglas en inglés).
Además, desde el Parlamento se pide a la Comisión a proponer que el sector marítimo se incluya en el Sistema de Comercio de Emisiones (ETS) de la UE.