Un estudio de Edge Health, equipo de investigación vinculado a la Sanidad británica (NHS), hizo público el domingo que la celebración del Liverpool-Atlético de Madrid de la Liga de Campeones disputado en el campo de Anfield Road el pasado 11 de marzo, habría causado 41 muertes por COVID-19. Según el informe, que recoge la publicación italiana La Gazzetta dello Sport, la investigación atribuye ese número de fallecidos por un partido que acogió a más de 50.000 personas en el estadio inglés, incluidas 3.000 personas que viajaron desde Madrid.
Sin duda el partido ha dado mucho de qué hablar, y sigue haciéndolo, por tratarse del último encuentro que se jugó antes de la suspensión del fútbol por la expansión de la pandemia. Diferentes dirigentes han reconocido que el partido no debió disputarse, en medio del desconocimiento de los primeros días de la crisis sanitaria.
El alcalde de Liverpool, Steve Rotheram, solicitó el pasado 23 de abril una investigación para saber si el partido había contribuido a aumentar los contagios en la ciudad. Antes, la disputa del encuentro había sido calificada como "error" por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y por el director de la Salud Pública de Liverpool, Matthew Ashton.