Tebrio, la compañía biotecnológica pionera en la producción y transformación del insecto Tenebrio molitor, ha celebrado en Salamanca el acto simbólico de puesta de primera piedra de la que será la granja de insectos más grande del mundo.
100.000 toneladas al año
Esta nueva planta, que ocupará una superficie total de 90.000 metros cuadrados cuando tenga finalizadas sus seis fases, cinco de ellas destinadas a la cría y una a la transformación, permitirá a Tebrio alcanzar una capacidad de producción anual superior a las 100.000 toneladas de productos al año.
Una producción que incluye proteína "de alta calidad" y lípidos para la elaboración de productos destinados a alimentación animal, biofertilizantes 100 por cien orgánicos y quitosano, con aplicaciones en los sectores farmacéutico, cosmético y de bioplásticos.
La nueva factoría, que generará 150 empleos directos y 1.350 empleos indirectos, tendrá en el último trimestre de 2025 finalizada su primera fase, y se espera que en 2028 concluya la edificación de todo el proyecto. El coste de su construcción, cuando esté finalizada, será de 110 millones de euros.
Gusano de la harina
Fundada en Salamanca hace diez años, la biotecnológica nació del sueño de sus fundadores, quienes comenzaron comprando dos sacos del insecto comúnmente conocido como gusano de la harina para criarlos en su propia casa.
Ahora, la planta de nueva creación se encuentra ubicada en el Puerto Seco de Salamanca, una plataforma intermodal estratégica en cuanto a comunicaciones y uno de los principales polos de atracción de la actividad logística y de transporte del oeste de España.
Durante la construcción del complejo industrial se ha previsto el reaprovechamiento de los residuos de grava y de tierra generados como material de construcción de la propia planta
La nueva planta de Tebrio en Salamanca se alimentará de fuentes renovables y triplicará su actual porcentaje de autosuficiencia energética por el uso de paneles solares, que le proporcionarán energía solar 100 % renovable.
Durante la construcción del complejo industrial se ha previsto el reaprovechamiento de los residuos de grava y de tierra generados como material de construcción de la propia planta.
La cría y transformación del Tenebrio molitor no implica contaminación del aire ni del suelo, ya que se trata de un insecto que no emite metano, amoniaco u otros compuestos químicos
La cría y transformación del Tenebrio molitor no implica contaminación del aire ni del suelo, ya que se trata de un insecto que no emite metano, amoniaco u otros compuestos químicos.
Con la nueva instalación, Tebrio aspira a lograr "una huella de carbono negativa", estableciendo un nuevo estándar de sostenibilidad industrial.
"Poner la primera piedra de este proyecto aquí, en Salamanca, tiene un significado especial para nosotros, ya que es un tributo a nuestras raíces y al camino que hemos recorrido junto a nuestra comunidad. Este proyecto no solo impactará globalmente, sino que también seguirá fortaleciendo la economía local y regional".