El aire presurizado podría liberarse más tarde para impulsar una turbina y generar grandes cantidades de electricidad. El estudio encontró que usar la técnica a gran escala podría almacenar suficiente aire comprimido para satisfacer las necesidades de electricidad de Reino Unido durante el invierno, cuando la demanda es mayor.
El enfoque podría ayudar a aportar suministros constantes y fiables de energía procedente de fuentes renovables, como las turbinas eólicas y de marea, y esfuerzos para ayudar a limitar el aumento de la temperatura global como resultado del cambio climático.
Sin embargo, la cantidad de energía producida por muchas tecnologías renovables varía dependiendo de las condiciones climáticas. Según los investigadores, se necesitan nuevos procesos que puedan almacenar energía de forma barata y fiable durante meses a la vez.
Ingenieros y geocientíficos de las Universidades de Edimburgo y Strathclyde, ambas en Escocia, utilizaron modelos matemáticos para evaluar el potencial del proceso, llamado almacenamiento de energía de aire comprimido (CAES). Luego, el equipo predijo la capacidad de almacenamiento de Reino Unido al combinar estas estimaciones con una base de datos de formaciones geológicas en el mar del Norte.
Los investigadores encontraron rocas porosas debajo de las aguas de Reino Unido que podrían almacenar alrededor de una vez y media la demanda de electricidad típica de Reino Unido para enero y febrero. El almacenamiento de energía del aire comprimido funcionaría utilizando electricidad de fuentes renovables para alimentar un motor que generara aire comprimido.
Este aire se almacenaría a alta presión en los poros de la arenisca, utilizando un pozo profundo perforado en la roca. Durante los periodos de escasez de energía, el aire presurizado se liberaría del pozo y alimentaría una turbina para generar electricidad que se inyectaría en la red.
Proceso eficiente
Se ha utilizado un proceso similar de almacenamiento de aire en cavernas de sal profunda en sitios de Alemania y Estados Unidos. Según el equipo, la ubicación de los pozos cerca de fuentes de energía renovable, como las turbinas eólicas marinas, haría que el proceso sea más eficiente, más barato y reduzca la cantidad de cables submarinos que se requieren.
El estudio se publica en la revista Nature Energy y fue financiado por el Consejo de Investigación de Ciencias Físicas y de Ingeniería, el Consejo de Financiación de Escocia y la Asociación de Tecnología de Energía. "Este método podría hacer posible almacenar energía renovable producida en el verano para esas frías noches de invierno", apunta el doctor Julien Mouli-Castillo, de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Edimburgo, quien dirigió el estudio.
Y añade: "Puede proporcionar una solución viable, aunque costosa, para garantizar que el suministro de electricidad renovable de Reino Unido sea resistente entre temporadas. Más investigación podría ayudar a refinar el proceso y reducir los costos".