Hasta 47.583 palestinos fueron asesinados y 111.633 resultaron heridos durante el conflicto entre Israel y Gaza, un balance que todavía se incrementa con las víctimas desaparecidas que se encuentran entre las ruinas de la Franja.
Tras los primeros intercambios de rehenes y la vuelta de los desplazados a sus hogares, ha vuelto a encenderse la alarma a raíz de las declaraciones de Donald Trump, donde abogaba por el control estadounidense de la Franja para su reconstrucción y la salida forzosa de los habitantes gazatíes hacia otros países.
Mapa de la situación de la ofensiva de Israel en Gaza
Tras el acuerdo de alto el fuego, las primeras liberaciones de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos se realizaron con relativa normalidad. Así, tras la primera puesta en libertad de tres rehenes israelíes a cambio de cientos de prisioneros palestinos, se han producido varios intercambios más en un ámbito de cumplimiento de esa parte del acuerdo de paz.
Mientras se producen estos intercambios, los equipos de rescate todavía encuentran cadáveres bajo los escombros de Gaza. De hecho se estima que el 60% de las estructuras de la Franja han resultado dañadas o destruidas, por lo que la labor de reconstrucción podría llevar varios años o décadas. Las lluvias y el mal tiempo no facilitan esta labor ni la vida en los campamentos de refugiados, donde la miseria debe convivir con el barro, hielo y viento.
La catástrofe humanitaria
Durante estas primeras semanas de tregua los movimientos han sido generalizados por toda la Franja, con buena parte de su población de vuelta a sus hogares o lo que queda de ellos. Unas 500.000 personas ha regresado al norte de la Franja y otras 50.000 ha vuelto al sur, movimientos masivos que complican las labores de ayuda y reconstrucción.
Esta tregua ha permitido la movilización de los trabajadores humanitarios que intentan hacer llegar suministros a los supervivientes del conflicto. El Programa Mundial de Alimentos ya habría distribuido más de 15.000 toneladas de alimentos desde que comenzara la tregua el 19 de enero y más de 10.000 camiones de suministros, unos 500 al día, han ingresado a la Franja desde entonces.
Esta ayuda puede complicarse por la ley israelí que prohíbe la actividad de la UNRWA en su territorio a partir del 30 de enero y que impedía a la agencia de la ONU coordinarse con las instituciones israelíes. La UNRWA reparte la mitad de ayuda humanitaria de Gaza, por lo que se teme lo que podría ocurrir si acatara esta ley, que de momento ignora ante la pasividad y ausencia de intervención israelí.
Para facilitar la ayuda humanitaria se ha dado una apertura progresiva del paso de Rafah, que se ha reabierto por primera vez varios meses después para recibir un grupo de heridos y enfermos de Gaza. Por el momento la salida hacia territorio egipcio queda limitada a heridos y enfermos, sin abrirse a ningún tipo de salida generalizada de refugiados.
El Plan Trump
En medio de esta complicada labor de reconstrucción, las afirmaciones de Donald Trump han causado preocupación internacional. En una primera declaración, el presidente norteamericano afirmó que Egipto y Jordania podían acoger a los palestinos de Gaza, una zona que estaba en estado de desastre. Sin aclarar si era una medida temporal o a largo plazo, las manifestaciones despertaron la lógica oposición de Hamás a cualquier iniciativa de este tipo, que en un primer momento iba revestida de reconstrucción.
Tras esta primera declaración, Trump mostró con mayor claridad su idea al sugerir la toma de control de la Franja de Gaza por parte de Estados Unidos, donde los gazatíes deberían marcharse de sus hogares de forma permanente para realojarse en naciones vecinas.
En una rueda de prensa conjunta, Netanyahu apoyó la receta de Trump, una idea que obligaría al éxodo de más de dos millones de personas que deberían marcharse de sus hogares a la fuerza. La propuesta también acabaría de manera radical con la posibilidad de una solución de dos estados.
En línea con las ideas de Trump, el gobierno israelí ya habría ordenado a su ejército preparar un plan para facilitar la salida voluntaria de los habitantes de la Franja de Gaza. Dentro de este control militar, la Casa Blanca ha rechazado cualquier compromiso de enviar tropas a Gaza, donde debería bastar con el despliegue del ejército israelí.
Otras actuaciones bélicas israelíes
A pesar de la tregua alcanzada en Gaza, Israel sigue con una conducta bélica en otros lugares. En los últimos días se han lanzado varios bombardeos sobre algunas zonas de la Cisjordania ocupada. Estos ataques han provocado el desplazamiento de miles de palestinos en Tulkaren y Yenin, enclaves situados en el norte de la zona ocupada.
El ejército de Israel también ha atacado varias instalaciones del sur del Líbano, presuntamente infraestructuras de Hezbolá, en la continuación de su lucha contra la milicia a pesar de la vigencia de la situación de alto el fuego.
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