Hasta 37.900 palestinos han sido asesinados y 87.060 han resultado heridos desde que, hace más de ocho meses, comenzara la guerra en Gaza, buena parte de ellos niños y mujeres.

Sumario

 

En los últimos días Israel ha intensificado sus bombardeos sobre toda la geografía de Gaza. Así, al principal frente de intervención sobre Rafah, se han unido varios bombardeos y ataques en el entorno de Nuseirat, en el centro de la Franja, y varias operaciones contra barrios de la capital gazatí

 

Mapa de la situación de la ofensiva de Israel en Gaza

 

La situación en la ofensiva militar de Israel en Gaza a 1 de julio de 2024 / Mapa: EA La situación en la ofensiva militar de Israel en Gaza a 1 de julio de 2024 / Mapa: EA

La anunciada ocupación israelí de Rafah sigue su ritmo tras una ligera pausa. Israel continúa con su avance sistemático hacia el oeste de la ciudad, bombardeando el enclave de manera continuada a la vez que intenta avanzar con sus tanques por la zona.

En el resto de la Franja se han retomado los bombardeos. En la zona centro el lugar más afectado ha sido el campo de refugiados de Nuseirat, que ha sufrido varios bombardeos con decenas de víctimas, aunque otros lugares cercanos a dicho enclave también hayan sido alcanzados con proyectiles israelíes.

La ciudad de Gaza vuelve a aparecer como objetivo principal de la ofensiva israelí. Una veintena de personas, entre ellos algunos familiares del líder del brazo político de Hamás, murieron en varios bombardeos. Además, el ejército ha iniciado una larga operación en el barrio de Shujaiya, que ha sido desmantelado en una operación subterránea y en superficie.

Mientras la operación militar israelí se sigue dilatando, el Tribunal Superior ha dictaminado la obligatoriedad de alistar a unos 55.000 estudiantes ultraortodoxos que, antes de dicha decisión, estaban exentos del servicio militar obligatorio que debía cumplir todo ciudadano de Israel.

 

La situación humanitaria y el éxodo de la población civil

 

Mientras la guerra continúa sin apenas tregua, la población civil de Gaza continúa su sufrimiento de los últimos meses. Aunque el muelle que construyó EE.UU. para permitir la entrada de ayuda humanitaria vuelve a estar operativo, el caos y la anarquía que vive la Franja complica sobremanera el reparto de ayuda.

En la ONU se ha debatido la posible acusación de crímenes contra la humanidad de Israel por sus sistemáticos ataques contra civiles en Gaza. En estos ataques se estima que más de 21.000 niños han desaparecido, ya sea fallecidos bajo los escombros de los edificios, enterrados en fosas comunes, desfigurados por las heridas de la guerra, apresados por las fuerzas israelíes o separados a la fuerza de sus familias.

Otra historia que despertó la indignación internacional fue el uso por parte de militares israelíes de un palestino herido como escudo humano, apostando su cuerpo sobre el capó de su vehículo. Mientras, en Israel se ha vuelto a desatar la polémica en su ejecutivo por la liberación del director del hospital gazatí Al Shifa, siete meses después de que fuera detenido.

 

La cuestión diplomática y los países del entorno

 

Tras la falta de atención por ambas partes hacia el Plan Biden para alcanzar un acuerdo de paz, la posibilidad de una tregua parece volver a alejarse. Aunque Netanyahu anunció su disposición de llegar a un acuerdo parcial con Hamás, el primer ministro israelí reiteró que nunca acabará la guerra hasta destruir a la milicia palestina; un conflicto que cada vez le cuesta más popularidad a Netanyahu.

Mientras, las redadas en Cisjordania parecen multiplicarse, con decenas de detenidos y varios palestinos fallecidos en choques contra el ejército israelí. Este hostigamiento contra Cisjordania se intensifica con el anuncio de la legalización de cinco nuevos puestos en su territorio para desarrollar futuros asentamientos ilegales de colonos israelíes.

En el ámbito regional, continúa el temor a que la escalada de tensión entre Líbano e Israel acabe por devenir en un conflicto a mayor nivel. La comunidad internacional reiteró la necesidad de rebajar la tensión, pero Israel comenzó a valorar planes para lanzar una ofensiva, si fuera necesario, así como advertir de que ‘podría devolver el Líbano a la Edad de Piedra’ en caso de que hubiera un conflicto con la milicia de Hezbolá.