Hasta 31.112 personas palestinas han sido asesinadas de las que se estima que el 70% son mujeres, niñas y niños; y más de 72.700 han sufrido heridas desde el inicio de la guerra entre Israel y Palestina en Gaza. 

Sumario

 

Mientras el asentamiento de Khan Yunis sigue siendo el principal objetivo bélico, la comunidad internacional parece empezar a tomar conciencia de la gravísima situación humanitaria de Gaza, tratando de mediar para un acuerdo de paz entre Hamás e Israel ante el mes sagrado del Ramadán, y empezando a movilizarse con mayor voluntad para que pueda llegar ayuda a la Franja.

 

Mapa de la situación de la ofensiva de Israel en Gaza

 

La situación en la ofensiva militar de Israel en Gaza a 11 de marzo de 2024 / Mapa: EA

La ofensiva israelí parece seguir centrada en Khan Yunis, donde se mantienen los continuos bombardeos y también se dan combates cuerpo a cuerpo para mantener el avance israelí en sus operaciones en la ciudad. Mientras, Rafah, que parecía el siguiente paso en el avance israelí hacia el sur, sigue padeciendo bombardeos pero, por ahora, no ha sufrido una operación terrestre, manteniéndose en una dura situación de espera que en cualquier momento puede quebrarse.

Los bombardeos también se mantienen en el norte y centro de la geografía, golpeando objetivos como Jabalia, la ciudad de Gaza o Deir al Balah. En otro ataque contra el campo de refugiados de Nuseirat, Israel parecía buscar la muerte del número dos del brazo armado de Hamás.

Pero en estos últimos quince días el suceso más trágico ha sido la denominada Masacre de la Harina. En ella Israel disparó contra un grupo de personas que iba a recoger alimentos en la ciudad de Gaza, produciéndose más de un centenar de víctimas mortales. Los organismos internacionales solicitaron una mayor investigación de este ataque contra civiles, a lo que Israel apeló que ellos no dispararon contra la muchedumbre, sino que sólo atentaron contra algunas personas sospechosas, siendo una estampida la que causó las muertes.

 

La situación humanitaria y el éxodo de la población civil

 

En los últimos días parece darse una mayor movilización para la llegada de ayuda a la Franja. Varias agrupaciones han hablado de abrir un corredor marítimo, siendo la embarcación española Open Arms la primera en movilizarse e intentar garantizar un corredor para que pueda llegar un flujo continuo de ayuda a Gaza.

Antes de este corredor ya hubo iniciativas precedentes. Así, aviones de varios países lanzaron toneladas de ayuda humanitaria sobre las playas del sur de Gaza, y EE UU anunció la construcción de un puerto temporal para que pudiera entrar ayuda humanitaria en la Franja con mayor facilidad, aunque podría tardar semanas en funcionar.

Mientras se realizaba toda esta movilización para la llegada de ayuda, empezaron a darse las primeras muertes de niños por desnutrición y deshidratación, ya que la absoluta carencia de los recursos mínimos para sobrevivir sigue azotando a toda la geografía gazatí.

 

La cuestión diplomática y los países del entorno

 

Las fechas previas al inicio del Ramadán han estado protagonizadas por múltiples negociaciones de paz. El inicio del mes santo musulmán parecía una fecha de referencia para llegar a un acuerdo de alto el fuego, situación que finalmente no se ha alcanzado. Hamás parecía dispuesta a un intercambio de rehenes vinculado a un parón en las hostilidades, pero no estaba dispuesta a realizar dicho intercambio sin recibir serias garantías de que Israel no reanudaría los ataques tras realizarse el canje.

Así, mientras la guerra continúa en Gaza, los problemas parecen crecen en Cisjordania, donde varios jóvenes palestinos han sido tiroteados durante los últimos días por las fuerzas israelíes, que también han derribado la casa de un acusado de un ataque mortal.

La situación en la frontera norte israelí tampoco ha evolucionado positivamente, ya que siguen las hostilidades casi diarias entre la milicia libanesa de Hezbolá e Israel. Los que tampoco han depuesto su actitud son los hutíes, que siguen atacando barcos en el Mar Rojo mientras EE UU ya ha desarrollado varias operaciones contra sus asentamientos e infraestructuras para garantizar una mayor seguridad en dicho paso marítimo.