Hasta 38.664 palestinos han sido asesinados y 89.097 han resultado heridos, buena parte de ellos niños y mujeres, desde que diera comienzo el conflicto en Gaza.
A pesar de que durante unos días se barajó una posible negociación para alcanzar un acuerdo de alto el fuego, pronto esas esperanzas se desdibujaron para dar paso a una intensificación de los bombardeos israelíes que han afectado a toda la Franja, aunque con mayor dureza a la capital gazatí y al enclave de Jan Yunis.
Mapa de la situación de la ofensiva de Israel en Gaza
La anunciada operación de avance sobre Rafah ha dado paso a una mayor diversificación de objetivos por parte de Israel, con bombardeos sobre varios enclaves de la Franja. La ciudad de Gaza ha vuelto a ser muy golpeada, con algunos de los ataques más duros desde que empezara la guerra. Especial relevancia ha tenido la operación israelí en el barrio de Shujaiya, con más de dos semanas de duración.
Pero esta renovada dureza no se ha limitado a la capital, sino que se ha repartido por toda la geografía: al norte en los suburbios de la ciudad de Gaza, en el centro en Nuseirat y Maghazi o al sur en Jan Yunis o Rafah. Entre estos enclaves el más castigado ha sido Jan Yunis, que ha sufrido dos terribles siniestros. En un primer ataque contra una escuela de la UNRWA murieron al menos 28 personas; y resultó de mayor envergadura un segundo ataque el pasado fin de semana donde fallecieron al menos 90 personas en una actuación que iría dirigida contra el jefe del brazo armado de Hamás.
A la vez que continúa con su ofensiva, Israel empieza a hacer balance de su actuación en la Franja y afirma que habría matado o herido al 60% de los combatientes de Hamás, así como acabado con la mayoría de sus batallones.
La situación humanitaria y el éxodo de la población civil
En este nuevo enfoque del conflicto por parte de Israel parece haberse convertido en una costumbre que el ejército israelí ordene la evacuación de enclaves gazatíes antes de ser bombardeados. La primera ocasión ocurrió en Jan Yunis, donde Israel dio orden de evacuar antes de lanzar un bombardeo sobre la zona.
Se estima que esta actuación podría generar un éxodo de más de 250.000 personas. Este modo de actuar fue también aplicado posteriormente antes de lanzar proyectiles sobre Deir al Balah, así como en algunos barrios de Ciudad de Gaza en la ofensiva masiva lanzada durante los últimos días.
La cuestión diplomática y los países del entorno
Antes de este recrudecimiento de la ofensiva israelí llegó a haber negociaciones tras una propuesta de alto el fuego de Hamás. Se llegaron a debatir condiciones e incluso algún jefe del Mosad viajó para plantear las negociaciones en primera persona. Pero mientras se daban estos movimientos, Israel endureció su castigo sobre Gaza, lo que dificultó sobremanera cualquier tipo de acuerdo.
En cualquier tipo de conversaciones EE UU mantiene su liderazgo antes de la reunión planteada entre Joe Biden y Netanyahu para finales de mes. Los estadounidenses han mostrado su preocupación por la actitud de Israel e incluso el presidente Biden ha afirmado que Israel no debería ocupar Gaza cuando se diera por terminada la guerra con Hamás.
Entretanto, los ataques a palestinos en Cisjordania y las redadas masivas de detenciones continúan sin cesar, ya sea mediante drones, operaciones del ejército o violencia ejercida por los colonos.
En el contexto regional, la frontera entre Israel y Líbano vuelve a ser el principal punto de preocupación. Los ataques cruzados entre ambas partes prosiguen: Hezbolá responde con oleadas de proyectiles a los ataques de Israel que, a su vez, lanza aviones de combate para atacar las instalaciones de la milicia. En medio de este contexto, Hezbolá ha asegurado que cesaría sus ataques a Israel si se llegase a una tregua en la Franja.