Hasta 44.466 palestinos han sido asesinados y 105.358 han sido heridos, buena parte de ellos niños y mujeres, desde el inicio de una guerra en Gaza que sigue sin vislumbrar un final próximo.
Mientras, el conflicto ha llegado a una tregua de 60 días en Líbano, antes de la cual más de 3.800 personas han muerto y 15.800 resultaron heridas.
Mapa de la situación de la ofensiva de Israel en Gaza
El conflicto en Gaza continúa con toda su crudeza. Israel mantiene su ofensiva sobre la Franja de Gaza, ahora principalmente centrada en la mitad norte del enclave. A pesar de la tregua en Líbano y algunas voces optimistas que apuntaron que la paz en ambos conflictos podía ir enlazada, el alto el fuego en Gaza sigue sin poder vislumbrarse a corto plazo.
Uno de los enclaves más golpeados de las últimas fechas ha sido la localidad septentrional de Beit Lahia, ciudad donde más de 60 personas llegaron a fallecer en un único ataque contra un edificio residencial. La capital de Gaza tampoco se ha librado de los ataques y operaciones israelíes, como el lanzado contra dos escuelas que servían como refugio a desplazados del conflicto.
La alarma humanitaria
La situación humanitaria en la Franja sigue sin experimentar ninguna mejora. De hecho, Anthony Blinken y EE UU llegaron a urgir a Israel a aumentar sustancialmente su ayuda humanitaria y los permisos para que pueda entrar en Gaza. Israel reconoció que no cumple todas las exigencias recibidas para evitar la crisis humanitaria y la propia UNRWA, la agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina, ha denunciado cómo se le ha impedido llevar alimentos al norte de Gaza. Esta absoluta falta de organización, de autoridad y de suministros ha provocado varios saqueos a convoys humanitarios que llegaban con ayuda a Gaza.
En sus investigaciones la ONU llegó a acusar a Israel de usar fósforo blanco, un químico incendiario, en varias ocasiones durante el conflicto de Gaza. Aunque las acciones en Cisjordania son de menor sistematización, Cisjordania tampoco se libra de las intervenciones israelíes y las agresiones de colonos a la población palestina. En el último mes destacó una redada de varios días en Yenin que dejó más de una decena de víctimas mortales.
El Líbano tampoco se ha librado de un éxodo humanitario masivo por su conflicto, con más de un millón de personas desplazadas. En cuanto la tregua se oficializó, riadas de personas intentaron volver a sus hogares, a pesar de las advertencias de las autoridades que solicitaban una máxima precaución para evitar las zonas donde aún había soldados israelíes o donde podían hallarse proyectiles o artefactos que no se hubieran detonado.
El conflicto entre Israel y Hezbolá
Desde que el conflicto del Líbano entró en una fase masiva, los ataques del ejército israelí fueron casi continuos, a pesar de lo cual su avance en suelo libanés fue casi nulo. La mayor parte de su ofensiva se dirigió contra tres objetivos principales: el sur del país, la región del sureste en torno al valle de la Beká y Baalbek, y la capital libanesa.
Los bombardeos contra Beirut, especialmente en su zona sur, fueron casi continuos al alegar Israel que dicha región actuaba como una zona de seguridad para Hezbolá. En estos ataques volvieron a usar la táctica de ordenar la evacuación civil del lugar apenas unas horas antes de lanzar sus bombardeos masivos.
En medio de esta vorágine de hostilidades, una voz autorizada de EE UU empezó a hablar de la posibilidad de un alto el fuego entre ambas partes. Así se llegó al acuerdo de 60 días de pausa en los combates entre Hezbolá e Israel, con el despliegue de unos 5.000 soldados del ejército libanés en el sur del país para controlar la situación.
Pero la desconfianza entre ambas partes es tan elevada que enseguida cruzaron acusaciones de romper la tregua. El recelo hizo que, al día siguiente del anuncio de alto el fuego, Hezbolá acusara a Israel de lanzar ataques contra los desplazados, mientras que los israelíes detuvieron a varios sospechosos en el sur del Líbano.
La situación de la región
Los bombardeos israelíes también han afectado a varias zonas de Siria próximas al Líbano, especialmente en el oeste del país. Estos ataques han causado varios daños en infraestructuras y, en alguna ocasión, han llegado a alcanzar los suburbios de Damasco. La situación en Siria también ha alcanzado mayor gravedad, ya que ha explotado la amenaza de una extensión del conflicto tras los bombardeos sirio-rusos sobre los insurgentes islamistas que están ubicados al noroeste del país.
En el ámbito diplomático internacional, la elección de Donald Trump como nuevo presidente de EE UU abrió un nuevo escenario entre las partes, que al principio creó ciertas expectativas para alcanzar un apoyo de importancia que detuviera el conflicto. En un ámbito más humanitario, el Tribunal Penal Internacional emitió ordenes de detención contra Netanyahu y el ex ministro israelí de Defensa por crímenes de guerra, decisión que levantó opiniones encontradas entre las que destacó la indignación de varios líderes cercanos a Israel.
Comentarios