Se cumplen 19 días desde que Hamás lanzara un ataque generalizado contra los establecimientos israelíes de los alrededores de Gaza.
La guerra permanece en un estado de máxima crudeza, con continuos bombardeos israelíes contra múltiples objetivos de la Franja que han causado ya más de 6.000 víctimas mortales (más de 2.700 niñas y niños) y una grave situación de crisis humanitaria entre la población civil de Gaza, en Palestina.
El ataque de Hamás que detona el conflicto
La situación se detonó el 7 de octubre cuando, mientras los israelíes celebraban la festividad de Sucot, grupos armados principalmente de Hamás y la Yihad lanzaron la Operación Tormenta Al-Aqsa, un gran ataque contra el territorio israelí fronterizo con la Franja. Lanzaron miles de cohetes contra ciudades israelíes y asaltaron los emplazamientos y kibutz próximos con total violencia, arrasando con todo lo encontrado a su paso, como ocurrió en el festival de música Supernova donde murieron unos 250 jóvenes. El balance total aproximado de la incursión de los grupos armados palestinos fue de unos 1.400 israelíes muertos y la toma de 222 rehenes.
El ataque cogió a Israel totalmente por sorpresa, prolongándose los combates en territorio israelí durante algún día más. La respuesta israelí fue declarar el estado de guerra en el país por primera vez desde la lejana guerra del Yom Kipur de 1973 y lanzar como respuesta la Operación Espada de Hierro. Hasta el momento la operación ha consistido en bombardeos por toda la Franja de Gaza, limitándose las incursiones terrestres a mínimas escaramuzas en la búsqueda de la liberación de los rehenes que todavía permanecen bajo control de Hamás.
La respuesta israelí
Si en un primer momento los esfuerzos israelíes se centraron en combatir el ataque inicial, pronto lanzaron acciones generalizadas contra la Franja, con bombardeos contra múltiples objetivos. Si bien Israel ha afirmado atacar todo tipo de objetivos de Hamás como su red de túneles, infraestructuras, almacenes de armas o sus líderes militares, en estos ataques se han golpeado otro tipo de lugares, como el bombardeo del mercado del campo de refugiados de Jabaliya, el ataque contra la Torre Hajji que alojaba oficinas de periodistas o el bombardeo contra la iglesia ortodoxa de San Porfirio.
La situación más polémica se produjo en el hospital al Ahli, donde una explosión causó varios centenares de víctimas y se produjeron acusaciones cruzadas entre Israel y Gaza. La Franja acusó a los israelíes de lanzar un bombardeo contra el hospital, mientras Israel replicó que había sido un cohete fallido lanzado por la Yihad desde territorio de Gaza.
Justificándose con dichos ataques, Israel emitió un aviso de evacuación para la población que se encontraba al norte del wadi Gaza. Eso supondría el desplazamiento de 1,1 millones de personas hacia el sur de la Franja y, entre ellos, la población de la ciudad de Gaza, un movimiento masivo que sería de consecuencias humanitarias devastadoras. De hecho no sólo se ordenó la marcha de la población del norte de Gaza, sino que Israel también conminó a la población de las ciudades israelíes próximas a la Franja a marcharse, en previsión de actividades militares futuras.
Crisis humanitaria
La guerra entre Israel y Gaza (Palestina) continúa en un estado de máxima crudeza, con continuos bombardeos israelíes contra múltiples objetivos de la Franja que han causado ya más de 6.000 víctimas mortales y una grave situación de crisis humanitaria entre la población civil de Gaza
Pero esta guerra no sólo ha generado más de 6.100 víctimas mortales en Gaza, entre ellos más de 2.700 niñas y niños, y más de 17.000 heridos, sino que ha causado una situación de alerta humanitaria de máxima gravedad. Desde el primer día Israel, que aporta la mayoría de la producción eléctrica, cortó su suministro de luz a Gaza, así como bloqueó sus fronteras exteriores. Los escasos suministros con los que contaba la Gaza pronto se fueron agotando y la planta de producción eléctrica autóctona de la Franja también dejó de funcionar por falta de combustible. Los hospitales, repletos por el número de heridos, también se encuentran en una situación trágica y al límite del colapso por la falta de carburante.
A esta situación de falta de suministros básicos se une el desplazamiento masivo de la población, ya sea por la destrucción de su hogar, buscando un nuevo refugio o por la orden de evacuación de Israel. Esta población se acumula en campos de refugiados, hospitales o cualquier otra instalación donde puedan hallar cobijo. Se llegó a plantear la posibilidad de evacuación por el paso de Rafah, pero Egipto negó dicha posibilidad.
Precisamente por el paso de Rafah, único punto fronterizo de Gaza que Israel no controla, llegó la primera ayuda humanitaria el 21 de octubre. Tres sucesivos convoys de ayuda humanitaria que contenían comida, agua y medicamentos, pero que resultan a todas luces insuficientes ante la grave situación de desplazamiento y carencia material que sufren los gazatíes.
Los países del entorno
Pero este conflicto, hasta el momento centrado en la Franja de Gaza, tiene claras ramificaciones con los países del entorno y amenaza con poder extenderse más allá
Pero este conflicto, hasta el momento centrado en la Franja de Gaza, tiene claras ramificaciones con los países del entorno y amenaza con poder extenderse más allá.
Poco después del primer ataque contra Israel, la milicia libanesa de Hezbolá también lanzó proyectiles contra suelo israelí, provocando los bombardeos de respuesta de Israel contra las posiciones de la milicia en el sur del Líbano. Los ataques cruzados se siguen manteniendo en esa zona fronteriza con la amenaza de que la tensión pueda devenir en consecuencias mayores. Esa tirantez también amenaza con extenderse a Siria, que denunció el bombardeo israelí de posiciones militares del suroeste sirio.
En el otro territorio palestino, Cisjordania, ha habido múltiples enfrentamientos entre palestinos y las fuerzas del orden y colonos israelíes, que ya han generado más de un centenar de víctimas mortales.
En el plano internacional, ambos bandos están generando distinto tipo de adhesiones, con la mayoría de países árabes apoyando la causa de Palestina, con multitudinarias manifestaciones en su apoyo, mientras Israel ha escenificado el apoyo de los países de occidente con las visitas de Joe Biden y el primer ministro del Reino Unido a territorio israelí
En el plano internacional, ambos bandos están generando distinto tipo de adhesiones, con la mayoría de países árabes apoyando la causa de Palestina, con multitudinarias manifestaciones en su apoyo, mientras Israel ha escenificado el apoyo de los países de occidente con las visitas de Joe Biden y el primer ministro del Reino Unido a territorio israelí. El último gran conflicto a nivel diplomático se ha generado entre Israel y la ONU por las declaraciones del Secretario General, Antonio Guterres, cuya dimisión ha sido solicitada por Israel, así como la negativa al visado del Jefe de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas.