Hasta 45.514 palestinos han sido asesinados y 108.189 han resultado heridos, buena parte de ellos niños y mujeres, desde el comienzo del conflicto en Gaza.
Aunque parecía que podía alcanzar un punto de inflexión tras la tregua entre Israel y Hezbolá, no ha logrado conseguir un alto el fuego que permita un respiro a la castigada población gazatí.
Mapa de la situación de la ofensiva de Israel en Gaza
Los ataques de Israel siguen repartidos por toda la geografía de Gaza y han golpeado múltiples enclaves, aunque parece que se ha reactivado una nueva ofensiva más intensa en torno a la capital de Gaza y la zona norte del lugar.
Entre todas las ofensivas y catástrofes humanitarias causadas por el conflicto en los últimos días, destacan algunas como los bombardeos sobre el campo de refugiados de Mawasi. Lo que se suponía una zona segura, sufrió un ataque que causó al menos una veintena de muertos y un incendio que arrasó buena parte de las tiendas. Tras esa primera ofensiva, el entorno de Mawasi ha vuelto a ser golpeado en varias ocasiones. Las zonas relativamente seguras para la población civil resultan atacadas en múltiples ocasiones, como las escuelas donde se refugian los desplazados por el conflicto que son bombardeadas por los israelíes.
En los últimos días ha causado una gran conmoción internacional el ataque israelí que provocó la muerte de cinco periodistas. Un misil alcanzó el camión de transmisión del canal de televisión Al Quds, canal afiliado a la Yihad Islámica, cuando se encontraba en el campo de refugiados de Nuseirat. Las explosiones causaron decenas de víctimas mortales, entre las que se encontraban cinco periodistas de la cadena.
La catástrofe humanitaria
Los múltiples ataques de Israel tampoco han perdonado las escasas infraestructuras sanitarias que pueden quedar en Gaza. Además de varios centros sanitarios modestos, el que ha sufrido un mayor acoso ha sido el hospital de Beit Lahia. El centro Kamal Adwan fue atacado por el ejército israelí sin previo aviso y obligó a médicos y pacientes a huir del hospital, hecho tras el que ha vuelto a ser golpeado en varias ocasiones.
En otras ocasiones los ataques golpearon a civiles que buscaban comida o se encontraban en la cola para comprarla, como ocurrió en el campo de refugiados de Jabalia o en Rafah. Los convoyes de ayuda humanitaria tampoco se han librado de las bombas, lo que dificulta más la situación de la población civil. Y es que a la destrucción propia del conflicto se le unen el hambre, ya casi endémica, las terribles condiciones de vida y las hostilidades climatológicas propias del invierno. De hecho la UNRWA, la agencia de la ONU para Palestina, ha afirmado que cada hora muere un niño en la Franja de Gaza por las terribles condiciones en que se encuentra su población.
La situación de la región
Aunque se rumorean periódicas conversaciones de paz entre Israel y Hamás, no parece que exista una base para un acuerdo posible. Se creía que, a rebufo de la tregua entre Israel y Hezbolá, también podría llegarse a un alto el fuego en Gaza, pero Hamás ha denunciado las continuas condiciones que Israel trata de imponer para cualquier posibilidad de acuerdo en la Franja. Aunque menos publicitada, la situación también resulta de gran violencia en Cisjordania, donde más de 800 palestinos han muerto por las actuaciones de las fuerzas de seguridad israelíes y los ataques de los colonos.
Los rebeldes hutíes continúan con sus ofensivas sobre el Mar Rojo y el territorio israelí. De hecho han golpeado con misiles la zona de Tel Aviv e incluso llegaron a atacar el aeropuerto Ben Gurión a modo de represalia por los bombardeos de Israel sobre sus bases en Yemen, zona que podría convertirse en nuevo objetivo israelí para desmantelar dichas milicias.
A pesar del alto el fuego antes mencionado, han proseguido las hostilidades entre Israel y Hezbolá. El ejército israelí ha realizado varias ataques contra supuestas infraestructuras de la milicia, tanto en territorio libanés como en la frontera con Siria, desde donde Hezbolá podría introducir armas a su territorio.
Precisamente la situación de Siria es la gran incógnita de la región. La caída de Bashar al Assad y su huida del país tras trece años de guerra civil ha dejado el poder en manos de los rebeldes islamistas de Siria, colectivo que aún debe decidir su actitud en la política exterior de una zona tremendamente compleja.
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