La crisis humanitaria en la Franja de Gaza ha alcanzado proporciones alarmantes, con casi 1,9 millones de personas desplazadas, más del 60% de las cuales han buscado refugio en las instalaciones de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA). Este éxodo masivo ha sido desencadenado por la intensificación de la ofensiva militar israelí, que ha forzado a aproximadamente 1,2 millones de personas a abandonar sus hogares desde el inicio del conflicto. "Esto es más del 80% de la población de Gaza" denuncia la organización.
La agencia ha perdido a 111 de sus trabajadores desde que Israel lanzó la operación en respuesta a los ataques perpetrados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) el 7 de octubre. Los combates se reanudaron el pasado viernes, y las organizaciones humanitarias prevén un aumento continuo en el número de desplazados en los próximos días.
Desde la organización humanitaria UNRWA España piden un "alto el fuego definitivo" ante "la brutal destrucción" de "barrios enteros destrozados, hogares que ya no existen".
Además, alerta de que "con la llegada de invierno, la vida de millones de personas en Gaza corre serio riesgo. Muchas personas han perdido su casa y pasan las frías noches a la intemperie", por lo que hace un llamado a la colaboración con el pueblo gazatí.
"Nueva ola de desplazamientos"
Thomas White, jefe de la UNRWA en Gaza, ha expresado su preocupación también en la red social X ante la "nueva ola de desplazamientos" provocada por la reanudación de los combates. Las carreteras, especialmente las que conectan con Rafá, están colapsadas, con vehículos y carros tirados por burros llenos de personas y sus escasas pertenencias. Incluso en Rafá, donde la gente ha buscado refugio, los sonidos de los ataques son constantes, y la búsqueda de seguridad se vuelve cada vez más desesperada.
Desde el inicio del conflicto, la UNRWA ha registrado 117 incidentes en 85 de sus instalaciones, con 30 de ellas sufriendo impactos "directos". Se estima que 218 personas que se refugiaron en estas áreas han perdido la vida. Las instalaciones de la UNRWA están saturadas, especialmente en la zona sur, hacia donde ha huido la mayor parte de la población a pesar de la extensión de la ofensiva terrestre israelí en esta región. Casi un millón de los desplazados se concentran en 99 centros en el sur.
La situación dentro de estos refugios es desgarradora. Una madre viuda con tres hijos a su cargo relata la dificultad de obtener alimentos adecuados y agua limpia, con su hijo sufriendo de diarrea debido a la falta de acceso a agua potable. Este testimonio refleja la cruda realidad de quienes buscan refugio en medio de un conflicto devastador que ha dejado a la población sin seguridad ni recursos básicos para sobrevivir.