A falta de un mes para la cumbre del Clima de Madrid, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, anunció ayer lunes que Estados Unidos ha notificado a la ONU su intención de retirarse del Acuerdo de París, primer paso formal de un proceso de un año para la salida de este pacto mundial para luchar contra el cambio climático.
"Hoy comenzamos el proceso formal de retirada del Acuerdo de París. Estados Unidos está orgulloso de su tradicional liderazgo mundial en la reducción de todas las emisiones, impulso de la adaptación, crecimiento de nuestra economía y garantía de energía para todos nuestros ciudadanos", ha explicado Pompeo en un mensaje publicado en Twitter.
"El nuestro es un modelo realista y pragmático", ha remachado el máximo responsable de la Diplomacia estadounidense.
El artículo 28 del Acuerdo de París estipula que un estado miembro puede retirarse a partir del 4 de noviembre de 2020, siempre que su Gobierno envíe una notificación formal a la ONU un año antes de esa fecha.
En 2017, la administración de Donald Trump anunció que tenía la intención de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París tan pronto como fuera legalmente posible por considerar que imponía una carga económica insoportable para su país.
El histórico acuerdo climático, firmado en París en 2015, tiene como objetivo evitar que la temperatura global suba más de dos grados y para ello establece un esquema de compromisos nacionales de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Solamente Siria y Nicaragua, junto a Estados Unidos tras la llegada de Trump (Obama defendió activamente el acuerdo), han decidido quedarse fuera del consenso mundial sobre la lucha contra el cambio climático.
España y Chile, anterior y actual organizador de la cumbre, han lamentado la decisión de Estados Unidos de retirarse del Acuerdo de París contra el cambio climático y confían en que el país norteameicano pueda reconsiderar la decisión "lo antes posible" a esta herramienta que supone "un triunfo del multilateralismo".
En un comunicado conjunto la ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schimdt, y la ministra para la Transición Ecológica en funciones de España, Teresa Ribera, han lamentado la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, y desean que el país norteamericano pueda reconsiderar la decisión "lo antes posible".
Greenpeace dice que Trump fracasará
“El aislacionismo de Trump en este momento crítico para el planeta y la humanidad es moralmente censurable, pero su intento de descarrilar el avance global en la lucha contra el cambio climático fracasará. El Acuerdo de París seguirá vigente, con o sin el Gobierno de Estados Unidos. La transición a la energía limpia continuará”, ha señalado la directora ejecutiva de Greenpeace en Estados Unidos, Annie Leonard.
A medida que los incendios forestales arrasan los bosques y los fenómenos meteorológicos extremos aumentan en todo el mundo, millones de personas salen a las calles para exigir a sus líderes que aborden la emergencia climática provocada por el uso de combustibles fósiles. Es un movimiento imparable, asegura Greenpeace. “La industria de las energías renovables está creciendo exponencialmente. El progreso energético del sentido común continuará con o sin Donald Trump. No puede cancelar un tratado multilateral firmado por casi 200 naciones soberanas: Trump está manteniendo a Estados Unidos anclado en el pasado de los combustibles fósiles, dejando que China y otras naciones sean quienes se conviertan en líderes del siglo XXI”, ha manifestado Leonard.
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