En una histórica cumbre, los líderes de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se han reunido este martes para abordar importantes temas de interés común. Entre ellos, la situación en Ucrania es un tema central de discusión, en medio de una declaración final conjunta que expresa su profunda preocupación por la guerra en curso, que está trayendo consigo un inmenso sufrimiento humano y exacerbando las fragilidades económicas a nivel mundial.
Aunque evitan mencionar a Rusia directamente o condenar la agresión militar, los líderes se unen para expresar su apoyo a los esfuerzos diplomáticos destinados a lograr una paz justa y duradera, en consonancia con los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Durante la cumbre, las discusiones se han centrado en conciliar el apoyo de los socios latinoamericanos sin adoptar el lenguaje duro sobre la guerra de agresión rusa en Ucrania, acostumbrado por los países europeos, para evitar tensiones entre las regiones. La declaración final ha sido respaldada por todos los países de la CELAC, a excepción de Nicaragua, que no es mencionada explícitamente.
El presidente argentino, Alberto Fernández, ha enfatizado que el problema de Ucrania no es el foco principal de la cumbre y que la mayoría de los países de CELAC denuncia la invasión rusa en Naciones Unidas. Por su parte, el presidente de la CELAC y primer ministro de San Vicente y Granadinas, Ralph Gonsalves, ha abogado por la aplicación clara y objetiva de los principios de las Naciones Unidas, exhortando a Europa a deshacerse de la hipocresía en asuntos internacionales. "No somos niños", señala el líder caribeño.
Cumbre significativa para las relaciones entre Europa y América Latina
Además del tema de Ucrania, la cumbre resulta significativa para las relaciones entre Europa y América Latina, con la promesa de celebrar cumbres de líderes regulares cada dos años. Ambas regiones acuerdan una hoja de ruta y establecen un mecanismo de seguimiento regular a través de los ministros de Exteriores para fortalecer aún más las relaciones bilaterales.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha resaltado que la declaración acordada en la cumbre es ambiciosa y ejemplifica la nueva dinámica que la UE quiere generar con los países de Latinoamérica, después de ocho años sin una cumbre de alto nivel entre ambas partes. La próxima cumbre se llevará a cabo en la región de CELAC en 2025.
En el ámbito comercial, los líderes han expresado su interés en mantener relaciones "abiertas y justas", y ha aplaudido los avances para modernizar los acuerdos comerciales con Chile y México en los próximos meses. Sin embargo, las expectativas respecto al acuerdo con Mercosur ha sido rebajadas, y el texto se limita a "tomar nota" de que los trabajos siguen en marcha.
El inenarrable sufrimiento causado por la esclavitud
La cuestión de la esclavitud también ha sido abordada en la declaración, donde los líderes han reconocido y han lamentado profundamente el inenarrable sufrimiento causado por el comercio de esclavos a través del Atlántico. Se expresa pleno apoyo a los principios y elementos de la Declaración de Durban y su Programa de Acción, considerando la esclavitud y el comercio de esclavos como crímenes contra la Humanidad. Los países de la CELAC se remiten al Plan de Justicia Reparadora de diez puntos de la Comunidad del Caribe (CARICOM), que incluye disculpas formales y repatriación para los descendientes de esclavos si así lo desean, además de la cancelación de la deuda.
La cumbre entre la UE y CELAC es considerada un paso importante para fortalecer la cooperación entre las regiones y abordar temas cruciales, incluyendo el conflicto en Ucrania y la cuestión de la esclavitud. A pesar de las diferencias, los líderes muestran su compromiso para encontrar soluciones conjuntas y avanzar hacia una relación más sólida y productiva.
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