Se trata del proyeto reWINE en el que están involucradas cuatro bodegas catalanas, la Cooperativa Falset Marçà, la Vinyeta, Talcomraja y Vins Pravi, junto con 50 restaurantes y más de una decena de comercios catalanes y que se llevará a cabo durante 18 meses, según ha informado la UAB este martes en un comunicado.
El mecanismo consiste en que los restaurantes guardan las botellas, los distribuidores las recogen para almacenarlas y una vez se ha conseguido una cantidad suficiente para que el transporte sea óptimo y eficiente económica y ambientalmente, se vacían todas las unidades y se llevan a la planta de lavado para que estén limpias de cara a su nuevo uso.
La prueba, cofinanciada por el programa LIFE de la Unión Europea, está en marcha desde septiembre y las cuatro bodegas distribuyen botellas etiquetadas indicando que son reutilizadas.
También se han sumado algunos comercios como punto de recogida de botellas y con esta estimación de 100.000 botellas de reciclaje supondrá evitar, aproximadamente, la generación de 45 toneladas de residuos de envases de vidrio.
Se hará un seguimiento de los impactos ambientales y socieconómicos del proyecto y su viabilidad, con la finalidad de valorar cuantitativa y cualitativamente los beneficios para implementar este sistema de economía circular consiguiendo así reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la generación de residuos y el consumo energético, además de un ahorro para las bodegas.
La reutilización, según datos de la Asociación de Empresas de Distribución y Logística de Bebidas y Alimentación de Catalunya (Adiscat), en los últimos seis años ha disminuido un 36% y no se practica en hoteles, restaurantes y catering.