Un estudio español publicado en la revista Circulation concluye que seguir una dieta mediterránea rica en aceite de oliva virgen mejora las funciones de las lipoproteínas de alta densidad (HDLs). Es decir, que ayuda a que las partículas que transportan el llamado colesterol bueno funcionen mejor.
Han sido expertos del Centro de Investigación Biomédica en Red‐Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN) y del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) los encargados de demostrar, por primera vez, el potencial terapéutico de este patrón alimentario tradicional sobre las funciones cardioprotectoras de este tipo de colesterol.
La principal función de las HDLs es encargarse de retirar el exceso de colesterol de las arterias y transportarlo hacia el hígado para su excreción. Este podría ser uno de los motivos por los que seguir esta dieta previene el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Hasta ahora, los beneficios sobre la función del colesterol bueno solo habían sido demostrados en algunos ensayos clínicos con medicamentos o intervenciones basadas en aumentar el consumo de alimentos aislados, pero no se había estudiado nunca qué pasaba si se modificaba la dieta por completo.
"Comparamos dos tipos de dieta mediterránea, una rica en aceite de oliva y la otra rica en frutos secos, respecto a una dieta baja en grasas y vimos que la adherencia a una dieta mediterránea tradicional, especialmente cuando era rica en aceite de oliva, estaba asociada a la mejora de las funciones del HDL" explica Montse Fitó, investigadora del CIBEROBN y coordinadora de este estudio.
Recientemente numerosos investigadores apuntan a que las funciones biológicas de las HDLs son las que contribuirían a explicar su papel cardioprotector y no tanto los niveles de colesterol bueno que se tengan. Esta hipótesis explicaría por qué las personas que desarrollan enfermedades cardiovasculares tienen unas HDLs que funcionan peor. Así, inducir una mejora de la función de las HDLs podría ser una vía para disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Alimentarse de manera saludable
Para llevar a cabo este trabajo, los investigadores escogieron aleatoriamente una submuestra de 296 voluntarios del Estudio sobre Prevención con Dieta Mediterránea (PREDIMED).
Este fue el primer ensayo clínico con recomendaciones de dieta mediterránea en una población con alto riesgo cardiovascular. El equipo investigador aisló las lipoproteínas de las muestras de sangre obtenidas antes de comenzar la intervención y después de un año de seguimiento de la dieta mediterránea.
En estas muestras se estudiaron las principales funciones atribuidas a las lipoproteínas HDL, como la capacidad de estas partículas de retirar el colesterol de la pared arterial, de actuar como antioxidantes, o de favorecer la relajación de los vasos sanguíneos, así como el rol de las HDLs sobre otros puntos del metabolismo del colesterol y los cambios en su composición y tamaño.
Según Álvaro Hernáez, investigador como Fitó del Grupo de Investigación en Riesgo Cardiovascular y Nutrición del IMIM y primer firmante del artículo, "este trabajo permite conocer otro proceso fisiológico que la dieta mediterránea es capaz de mejorar, además de contribuir al descubrimiento de nuevas dianas terapéuticas para mejorar las funciones de la HDL".
Por otra parte, añade Hernández, “revela que la dieta mediterránea es beneficiosa en muchos más niveles de los esperados a priori y pone de manifiesto una vez más la importancia de cuidarnos y de prevenir el desarrollo de enfermedades de una manera sencilla y asequible como es seguir una dieta saludable".
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