Los y las trabajadoras lesbianas, gais, bisexuales, trans y queer de las profesiones STEM (ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas, por sus siglas en inglés) son mucho más propensos a experimentar desigualdades en su puesto de trabajo, en comparación con sus compañeros que no se identifican en el colectivo LGBTQ.
Si bien ya se sabía que existía una discriminación histórica y sistémica de este colectivo también en las ciencias, un estudio publicado en Science Advances arroja resultados significativos sobre cómo sufren estas desventajas. Entre otras, acaban repercutiendo en múltiples ámbitos de su vida laboral y personal.
El trabajo, dirigido por Erin Cech, del departamento de Sociología de la Universidad de Michigan (EE UU), toma los datos de encuestas representativas a más de 25.000 profesionales de 21 disciplinas STEM. De estas respuestas, 1.006 eran de trabajadores/as que se consideraban dentro del colectivo LGBTQ.
Para comprender cómo perciben la desigualdad, las investigadoras han analizado esta discriminación en torno a cinco dimensiones diferentes: oportunidades laborales y recursos, devaluación personal, exclusión social, problemas de salud y bienestar e intenciones de abandonar la carrera. “Queríamos comprender un amplio número de experiencias laborales que están relacionadas con la marginación social y que suelen ser el foco de investigaciones sobre la desigualdad LGBTQ. Además, necesitábamos conocer otras desigualdades más orientadas a su carrera laboral y a lo personal”, explica Cech a SINC.
Según los resultados del estudio, los profesionales LGTBQ identifican menos oportunidades laborales que les permitan desarrollar su talento en comparación con sus compañeros/as. Asimismo, tienen más dificultades a la hora de encontrar los recursos necesarios para desarrollar sus habilidades y muestran menos confianza a la hora de denunciar irregularidades por el miedo de sufrir represalias.
Sobre este último aspecto, Cech destaca el enorme impacto que esto puede tener en la sociedad al completo. “Las y los profesionales STEM –explica– tienen la responsabilidad de denunciar aquello que puede poner en peligro a la población. Si existe un sesgo que impida denunciar algo incorrecto por miedo a represalias, esto puede ser potencialmente dañino para todo el mundo”.
Por otro lado, las y los profesionales LGBTQ perciben que se les valora peor en su trabajo (47 % dice haber sufrido devaluaciones profesionales) que sus compañeros/as (38 %), se sienten más marginados/as socialmente (32 % frente al 23 %) y reportan más situaciones de acoso (20 % frente a un 14 %).
Las y los trabajadores LGBTQ perciben más estrés, más problemas de salud menores y más insomnio / SINC
Estas situaciones repercuten en la salud y el bienestar de estas y estos trabajadores: un 78 % percibe que tiene estrés laboral (frente al 61 % de sus compañeros/as), el 59 % presenta problemas de salud menores como cefaleas o malestar estomacal (comparado con el 43 % de sus colegas) y el 37 % expresa haber tenido insomnio (frente al 22 % comparativo).
Aunque las autoras ya sospechaban que iban a encontrar estos resultados sobre la marginación social del colectivo, sí les ha sorprendido que estas experiencias repercutan en la salud de los y las trabajadoras LGBTQ. “Estamos particularmente impactadas por esto”, señala Cech.
Por último, el 22 % de las y los profesionales que se identifican como una minoría sexual o de género han pensado en dejar su trabajo en las STEM en los últimos 12 meses, un porcentaje algo mayor que el 15 % de sus compañeros y compañeras. Yendo más allá, el 12 % de los y las trabajadoras LGBTQ está planeando abandonar las ciencias en los próximos cinco años, frente al 8 % comparativo.
El 22 % de las y los trabajadores del colectivo LGBTQ han pensado en dejar su empleo, mientras que el 12 % quiere hacerlo próximamente / SINC
Esfuerzos en diversidad e inclusión
Todas estas tendencias, afirman las autoras, son similares “en todas las disciplinas STEM analizadas y sectores de empleo”. Así, concluyen que la condición LGBTQ es “un claro eje de desigualdad en las ciencias” y motivan a seguir investigando los mecanismos que producen esta discriminación.
“Estos hallazgos resaltan la urgente necesidad de que los centros de trabajo STEM, sociedades científicas y agencias de financiación hagan más esfuerzos en incluir a minorías sexuales y de género”, concluyen.
Una sugerencia que hace la autora principal del trabajo a las disciplinas STEM es que aseguren a los y a las trabajadoras LGBTQ las mismas oportunidades y beneficios que sus colegas, al tiempo que apoyen sus oportunidades para liderar proyectos y tejer redes de contactos.
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