Una investigación internacional -en la que participa la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) de Valencia y realizada en la isla japonesa de Koshima- analiza el comportamiento de macacos en libertad para estudiar la evolución de la capacidad de comprender las miradas de otros individuos.
Los macacos Macaca fuscata que viven en este territorio son "de especial" interés en los ámbitos de la etología, la psicología, la antropología y la evolución humana debido a que fueron los primeros animales en los que se identificaron rasgos de carácter cultural similares a algunos comportamientos humanos.
Con el fin de analizar la capacidad de estos primates para comprender la mirada y el estado de atención de otros individuos, la investigadora de la CEU UCH Alba Castellano Navarro ha realizado tres experimentos en el hábitat natural de estos animales, bajo la dirección del profesor y la profesora de la Unidad de Etología y Bienestar Animal de la universidad valenciana, Federico Guillén y Anna Albiach.
Los resultados de este trabajo, realizado en colaboración con investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig, en Alemania, y de la Universidad de Kioto, en Japón, acaban de ser publicados en la revista Scientific Reports, del grupo editorial Nature. Unos hallazgos que permiten entender mejor la evolución de la capacidad humana de interpretar la mirada de otros individuos para determinar su grado de atención e intuir sus intenciones.
Según destaca la investigadora Alba Castellano, "la capacidad de interpretar la mirada de otro individuo es un aspecto clave para entender cómo este factor ha influido en la evolución humana y en su capacidad de supervivencia como especie".
"El macaco japonés es una especie adecuada para entender el origen y la evolución de esta capacidad humana en estadios evolutivos previos, por ser una especie filogenéticamente más alejada que otras especies de primates ya estudiadas. Tampoco hay estudios previos que analicen estos aspectos en primates en un contexto de libertad y en su propio hábitat natural, como hemos hecho durante los siete meses de estancia en la isla japonesa de Koshima", explica en un comunicado.
Amenaza, cooperación y competición
Los experimentos realizados por Alba Castellano con los macacos en su hábitat natural han evaluado la capacidad de estos animales de interpretar la mirada humana en tres contextos: de amenaza, de cooperación y de competición.
"Los animales interpretaron la mirada directa de un humano que se acercaba como una señal de peligro, mostrando una mayor distancia de huida y más amenazas hacia él en esta condición que cuando el humano miraba en otra dirección. También adaptaron su comportamiento a las señales de atención de un humano que les daba comida, moviéndose para situarse en su campo visual".
Sin embargo, los macacos no parecían entender la perspectiva visual de un humano que competía con ellos por la comida, ya que trataban de recuperar tanto la comida que era visible para el humano como la que no lo era.
"En conjunto -destaca la doctora Alba Castellano-, nuestros resultados apoyan la idea de que los macacos japoneses pueden responder a la mirada de un humano de forma flexible, dependiendo del contexto. Además, ponen de relieve la importancia de estudiar este aspecto del comportamiento en diversas especies y contextos para comprender mejor las presiones de selección que pueden haber conducido a su evolución."
Teoría de la Mente
El análisis aporta luz sobre la evolución del proceso cognitivo conocido como Teoría de la Mente, que explica la capacidad de interpretar las intenciones y deseos de otros para actuar en consecuencia. Una capacidad que solo es propia de las especies altamente sociales.
"La mirada es una fuente importante de información social para la especie humana y también para otras especies animales, porque saber interpretarla favorece otras capacidades como la de escapar a una amenaza. Además, detectar el objeto de atención al que se dirige la mirada de otro puede ser crucial en contextos de competición y cooperación, como los que hemos planteado en nuestros experimentos con los macacos japoneses, en libertad y en su hábitat natural, un contexto en el que apenas existen estudios previos", asevera la investigadora.
Este trabajo experimental formó parte de la tesis doctoral de Alba Castellano Navarro, defendida el pasado año en la CEU UCH y por la que obtuvo la calificación de Sobresaliente Cum Laude.
En el análisis de los resultados, ahora publicados en Scientific Reports, han participado junto a Alba Castellano los investigadores e investigadora de la Unidad de Etología y Bienestar Animal de la CEU UCH Federico Guillén, Anna Albiach y Emilio Macanás; los investigadores del Instituto de Investigación de Primates de la Universidad japonesa de Kioto Zhihong Xu y Andrew J. J. MacIntosh; y una de las referentes a nivel internacional en este ámbito, Federica Amici, investigadora del Instituto Max-Planck de Antropología Evolutiva y de la Universidad de Leipzig, en Alemania.
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