El Día Mundial del Braille se celebra anualmente el 4 de enero para concienciar sobre la importancia de este sistema de lectoescritura, destacar los logros de las personas ciegas y promover la inclusión de las personas con discapacidad visual en diversos aspectos de la sociedad.
El Día Mundial del Braille se celebra anualmente el 4 de enero en conmemoración del nacimiento de Louis Braille, el creador del sistema de lectoescritura táctil utilizado por las personas ciegas o con discapacidad visual. Louis Braille nació el 4 de enero de 1809 en Francia y perdió la vista debido a un accidente cuando era niño.
Antecedentes de la celebración
Los antecedentes de esta celebración se remontan a 2006 cuando la Organización de las Naciones Unidas adoptó la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad con el fin de promover los derechos y el bienestar de estas personas, de acuerdo a los Objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
En noviembre de 2018, la Asamblea General de la ONU decidió proclamar oficialmente el día internacional para destacar que facilitar el acceso a la escritura es un requisito crucial para que las personas con discapacidad visual disfruten plenamente de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
¿Qué es el braille?
El braille es un sistema de escritura y lectura táctil diseñado para personas ciegas o con discapacidades visuales. El sistema braille se basa en la representación de caracteres alfabéticos, numéricos y otros símbolos mediante combinaciones de puntos en relieve dispuestos en celdas táctiles. Cada celda de braille consiste en una matriz de seis puntos dispuestos en dos columnas verticales de tres puntos cada una. Los puntos pueden estar levantados o bajados, y la combinación de estos puntos en una celda representa un carácter específico. A través del tacto, las personas ciegas pueden leer el Braille desplazando sus dedos sobre la superficie en la que se encuentra el texto braille. Además de letras y números, el sistema braille también incluye símbolos matemáticos, notas musicales y otros caracteres especiales. A lo largo del tiempo, el braille ha evolucionado y se ha adaptado a diferentes idiomas y usos, lo que permite su aplicación en una variedad de contextos, como libros, etiquetas, señales y más.
El braille ha sido fundamental para la independencia y la educación de las personas ciegas, ya que proporciona una forma eficaz de comunicación y acceso a la información. Aunque la tecnología digital ha cambiado la forma en que se accede a la información, el braille sigue siendo una herramienta valiosa y una parte esencial de la vida de muchas personas con discapacidad visual.
Asimismo, el braille está reconocido como un medio de comunicación para las personas ciegas, como se refleja en el artículo 2 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, y puede ser pertinente en los contextos de la educación, la libertad de expresión y opinión y el acceso a la información y la comunicación escrita, así como en el contexto de la inclusión social para las personas ciegas, como se refleja en los artículos 21 y 24 de la convención.
La Comisión Braille Española (CBE) y la ONCE
La Comisión Braille Española (CBE) es un órgano de la ONCE. Este ostenta la máxima autoridad en España para la fijación de normas de uso y desarrollo del sistema braille de lectoescritura.
Creada en 1984, tiene como objetivo salvaguardar y desarrollar todo lo referido al sistema de lectoescritura. Este identifica a las personas con discapacidad visual y les permite participar en igualdad de oportunidades en casi todos los campos. Incluso en el educativo, el profesional y el cultural.
También para la simbología en relieve y color aplicable a láminas o cualquier otro producto utilizable por las personas ciegas o con discapacidad visual grave.
La CBE establece:
- Normas para la correcta transcripción al braille de documentos en distintas materias.
- Normas para confeccionar materiales accesibles en relieve (mapas, planos, señales, pictogramas, etc.).
- Recomendaciones a distintos sectores para incluir el braille en sus productos y servicios (etiquetado de envases, marcas en braille en distintos soportes, voto electoral accesible, etc.).
Para llevar a cabo estos cometidos, la CBE, a través de su Pleno, aprueba las signografías oficiales que se utilizan en España para distintas materias, así como otros proyectos relacionados con el braille y los materiales en relieve accesibles, que son fruto de la labor de los distintos grupos de trabajo que el pleno de la CBE crea ad hoc con los mejores expertos en cada una de las materias tratadas.
36 millones de personas ciegas y 216 millones con discapacidad visual
Según la Organización Mundial de la Salud, hay unos 36 millones de personas con ceguera en el mundo, y 216 millones sufren discapacidad visual moderada o grave. Sin embargo, a nivel global, más de 2.200 millones de personas experimentan algún tipo de deterioro visual, ya sea en la visión cercana o lejana. En al menos 1.000 millones de estos casos, la discapacidad visual podría haberse prevenido o aún no ha recibido tratamiento. Los principales desencadenantes de la discapacidad visual y ceguera a nivel mundial son los errores de refracción y las cataratas. Sorprendentemente, solo el 36 % de las personas con deterioro de la visión lejana debido a errores de refracción y el 17 % de aquellos con discapacidad visual atribuible a las cataratas han tenido acceso a intervenciones adecuadas. Estas personas tienen más posibilidades de vivir en la pobreza, de tener un peor estilo de vida y más dificultades para acceder a la educación y al empleo.
Este desafío no solo impacta en la calidad de vida, sino también en la economía global, con un coste anual estimado de 411.000 millones de dólares en términos de productividad.
Aunque la pérdida de visión puede afectar a personas de todas las edades, la mayoría de aquellos con discapacidad visual y ceguera superan los 50 años. Este panorama subraya la necesidad crítica de intervenciones efectivas y accesibles para abordar estas cifras preocupantes.
Conclusiones y reflexiones sobre el Día Internacional del Braille
En el contexto de la inclusión social y la igualdad de oportunidades, el sistema braille desempeña un papel crucial, especialmente en el ámbito medioambiental y social. Al permitir el acceso a la educación, la información y la participación en la sociedad, el braille contribuye a empoderar a las personas ciegas, facilitando su integración en iniciativas sociales. Su papel en el fomento de la independencia, el desarrollo del lenguaje y la mejora de las oportunidades laborales subraya la necesidad continua de promover y preservar este valioso sistema de lectoescritura. En un mundo cada vez más consciente de la diversidad y la inclusión, el braille sigue siendo un puente esencial hacia un futuro más equitativo y accesible para todos.