El deshielo por causas climáticas provoca mayores emisiones oceánicas de mercurio a la atmósfera en la región ártica, según reflejan los resultados de un estudio coliderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La investigación internacional --parte del proyecto internacional East Greenland Ice Core Project-- ha demostrado la vinculación del deshielo con el aumento de las emisiones naturales de mercurio a la atmósfera. Así, los científicos han detectado un incremento en los niveles de mercurio en el en el Ártico en consonancia con el aumento de temperatura durante la transición climática entre el Último Ciclo Glacial y el Holoceno (16.000-10.000 años antes del presente), lo que conlleva un mayor riesgo para los ecosistemas de la región.
La investigadora de la Universidad Ca'Foscari de Venecia y primera autora del trabajo, Delia Segato, explica que los resultados han sido obtenidos mediante el análisis e interpretación de archivos paleoclimáticos y al desarrollo de un modelo numérico de la química atmosférica del mercurio. Asimismo, han empleado testigos de hielo para analizar la relación entre las variaciones del clima en el pasado y los niveles de mercurio en el Ártico con el fin de conocer las fuentes naturales determinantes en el biogeoquímico del mercurio.
Incremento de los niveles de mercurio
Los resultados obtenidos, que publica la revista Nature Geoscience (1), muestran un incremento de los niveles de mercurio en la región Ártica durante la transición desde el Último Ciclo Glacial al periodo climático actual debido a la reducción de la cubierta de hielo causada por el incremento de la temperatura.
"Este trabajo revela que la deposición de mercurio sobre la superficie del hielo Ártico se triplicó al comienzo del Holoceno comparado con el Último Ciclo Glacial", ha señalado Segato.
El mercurio es un contaminante global y un elemento tóxico para el sistema nervioso de los seres vivos que ocasiona un gran impacto ambiental debido a su presencia tanto en el aire (atmósfera) como en las masas de agua (hidrosfera) y en los organismos vivos (biosfera). Su ubicación en la superficie terrestre confiere al hielo marino un "papel fundamental" para el control de las emisiones naturales de mercurio a la atmósfera en las regiones polares.
"Se ha demostrado que el hielo perenne, en ocasiones de varios metros de grosor, impide la transferencia de mercurio desde el océano a la atmósfera, lo que de otra manera ocurre dada la naturaleza volátil de este metal", ha afirmado uno de los coordinadores del estudio e investigador del Instituto de Química Física Rocasolano (IQFR-CSIC), Alfonso Saiz-López.
Asimismo, este investigador advierte de que el futuro deshielo Ártico puede derivar en una "mayor evasión de mercurio desde el océano a la atmósfera, con el consiguiente riesgo para las poblaciones y los ecosistemas árticos".
Referencias
- (1) Arctic mercury flux increased through the Last Glacial Termination with a warming climate. Nature Geoscience.
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