Científicos de la Universidad Metropolitana de Osaka (Japón) han ideado una metodología eficaz, no invasiva e indolora para reprogramar células madre caninas a partir de muestras de orina.
Estas células madre pluripotentes inducidas (iPSC) acercan un poco más la posibilidad de un tratamiento regenerativo veterinario en perros para diferentes enfermedades. Esta técnica ya se ha empleado ampliamente en estudios de medicina generativa humana.
Las iPSC son células generadas mediante la reprogramación de células somáticas como fibroblastos y células sanguíneas. Pueden autorrenovarse indefinidamente y diferenciarse en cualquier tipo de célula del organismo, de forma similar a las células madre embrionarias.
En este estudio, publicado en Stem Cell Reports (1), el equipo de investigación identificó seis genes de reprogramación que pueden multiplicar por 120 la generación de iPSC caninas en comparación con los métodos convencionales con fibroblastos.
“Las iPSCs tienen el potencial de tratar una variedad de enfermedades en perros. Sin embargo, es importante señalar que pueden ser necesarios muchos más pasos para ponerlas en aplicación terapéutica práctica”, adelanta a SINC Shingo Hatoya, codirector de este trabajo e investigador en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Osaka.
Las células iPSC tienen potencial de tratar una variedad de enfermedades en perros. Sin embargo, es importante señalar que pueden ser necesarios muchos más pasos para ponerlas en aplicación terapéutica práctica
SHINGO HATOYA, Universidad de Osaka
Con la creciente importancia de los cuidados médicos avanzados para perros y gatos, existe la expectativa de que se desarrollen nuevas terapias con iPSC para estos animales de compañía, al igual que se ha hecho con los humanos.
Desafortunadamente, las células caninas presentan una menor eficiencia de reprogramación que las humanas, lo que limita los tipos disponibles para generar iPSCs.
“No podemos afirmar de manera definitiva qué enfermedades concretas se tratarán mediante estas tecnologías. Sin embargo, sí sabemos que se puede producir glóbulos rojos a partir de células iPSCs de perro, por lo que se podrían aplicar para tratar la anemia. También existe la posibilidad de crear células pancreáticas para tratar a perros diabéticos”, argumenta Hatoya.
Tratamientos más seguros
La inducción de IPSCs a menudo implica el uso de células de otras especies. Sin embargo, teniendo en cuenta los riesgos asociados, a menudo es aconsejable minimizarlas, lo que implica la necesidad de mejorar la eficiencia de la reprogramación de varios tipos de células caninas en perros.
“Estudios previos han utilizado fibroblastos fetales de ratón como células alimentadoras para el cultivo de células iPSC caninas. Sin embargo, las células alimentadoras son extrañas al perro y existe riesgo de rechazo inmunológico e infección. Por lo tanto, es necesario generarlas y mantenerlas en condiciones que reduzcan estos componentes, así el proceso es más seguro y adecuado para aplicaciones terapéuticas”, indica el experto.
En el futuro, me comprometo a continuar mi investigación sobre la diferenciación de iPSC caninas en varios tipos de células y aplicarlas para tratar a perros enfermos
SHINGO HATOYA
El siguiente paso en la aplicación incluirá el desarrollo de métodos sólidos para diferenciar estas iPSC caninas en tipos celulares específicos, como glóbulos rojos o cardiomiocitos. Asimismo, generar y cultivar estas células madre es bastante caro y probablemente lo sea también diferenciar células específicas a partir de células iPS y aplicarlas a la terapia. “Tenemos que considerar estrategias para reducir los costes en el futuro”, asegura el científico.
"Como veterinario, he examinado y tratado a muchos animales", explica Hatoya. "Sin embargo, todavía hay muchas enfermedades que no se pueden curar o que no se han comprendido del todo. En el futuro, me comprometo a continuar mi investigación sobre la diferenciación de iPSC caninas en varios tipos de células y aplicarlas para tratar a perros enfermos, con la esperanza de llevar alegría a muchos animales y sus dueños”, enfatiza.
Más allá de las aplicaciones terapéuticas, estas técnicas pueden aplicarse al descubrimiento de fármacos, ya que pueden generarse a partir de perros con enfermedades genéticas.
De esta forma, se podrían diferenciar en tipos celulares específicos asociados a una enfermedad y recrear las condiciones en una placa. “Este modelo de “enfermedad en una placa" puede ayudar a comprender la fisiopatología de las dolencias y utilizarse para el descubrimiento de fármacos. Sin embargo, es necesario seguir investigando para aprovechar plenamente este potencial”, concluye Hatoya.