El nivel medio de concentración del virus SARS-COV-2 en las aguas residuales ha alcanzado entre el 12 y el 18 de diciembre su máximo histórico desde que comenzó la pandemia y este valor comenzará a registrar en el proyecto VATar-COVID-19 en junio de 2020.
Variante Ómicron
En el marco de este proyecto ya se ha detectado presencia de la variante ómicron en los laboratorios de aguas residuales de 38 depuradoras que están asociadas al proyecto del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico y que representan en torno al 25 por ciento de la población censada en España.
Los datos, que comenzaron a registrarse desde junio de 2020, reflejan que este máximo de la serie temporal se ha alcanzado entre los días 12 y 18 de diciembre. En ese periodo, se ha registrado una media en las estaciones depuradoras de aguas residuales más de 1 millón de copias genéticas de SARS-CoV-2 por litro, cifra que no se había alcanzado hasta la fecha. Estos datos están disponibles en la página de Internet del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.
Detecta la presencia de mutaciones
Además, los laboratorios asociados al proyecto VATar-COVID-19 han diseñado un ensayo PCR específico, que permite detectar la presencia de mutaciones exclusivas de las variantes de SARS-CoV-2. Para esta prueba PCR, similar a las empleadas en clínica, se añaden dos sondas: una 100% complementaria a las secuencias que contienen las mutaciones específicas e identitarias de las variantes del virus y otra que detecta de forma general el resto de sus secuencias o genomas.
De este modo, se logra tanto estimar la proporción relativa de una variante respecto al total de genomas presente en la muestra de agua residual y, como novedad, se ha logrado obtener la mutación específica de la variante Ómicron (B.1.1.529), lo que permitirá próximamente su identificación y la estimación de su proporción en las muestras.
Mediante el análisis de las aguas residuales se puede detectar la cantidad de virus excretado por personas asintomáticas, presintomáticas, sintomáticas y mal diagnosticadas. La detección de la variante Ómicrom, por tanto, será fundamental para identificar las poblaciones afectadas, pues gracias al nivel de vacunación, muchos de los que pudieran estar infectados podrían no mostrar síntomas.