Una investigación de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el CSIC, en colaboración del Centro de Investigación en Biodiversidad y Cambio Global (CIBC.UAM) y la Fundación Entretantos, concluye que la actividad de la ganadería extensiva puede ser compatible con la recuperación de lobos, zorros, corzos, jabalíes y buitres leonados, entre otros, en la Sierra de Madrid.

El estudio, publicado en la revista People and Nature (1), destaca la necesidad de encontrar un equilibrio que armonice la conservación de la biodiversidad con la sostenibilidad de la ganadería extensiva, un modelo productivo que, a pesar de su importancia ambiental y social, "enfrenta graves problemas de viabilidad económica".

La fauna silvestre no es principal problema al que se enfrenta la ganadería extensiva, pero puede ser la puntilla que remata a una actividad en declive y que es fundamental para producir alimentos de calidad, mantener paisajes vivos y conservar la biodiversidad asociada a estos sistemas

PABLO ACEBES, Departamento de Ecología de la UAM

"La fauna silvestre no es principal problema al que se enfrenta la ganadería extensiva en la sierra de Madrid, tal y como reconocen las personas entrevistadas. Pero puede ser la puntilla que remata a una actividad en declive y que es fundamental para producir alimentos de calidad, mantener paisajes vivos y conservar la biodiversidad asociada a estos sistemas", ha explicado el profesor del Departamento de Ecología de la UAM, Pablo Acebes, coautor del estudio.

El trabajo analiza de este modo los retos y oportunidades que surgen de los procesos de "renaturalización pasiva" (passive rewilding), derivados del abandono de actividades tradicionales. Estos procesos se caracterizan por la expansión de matorrales y bosques que propician la recuperación de grandes vertebrados silvestres, "generando tensiones con actividades productivas como la ganadería extensiva".

 

Diferencias de opiniones en el sector

 

En concreto, la investigación se ha desarrollado en las zonas de Colmenar Viejo y la Sierra del Rincón, en la Comunidad de Madrid, donde se realizaron entrevistas a ganaderos, agentes forestales, veterinarios, personal de la administración agraria, organizaciones no gubernamentales y académicos. Durante estos encuentros, se exploraron temas como las tendencias poblacionales de lobos, zorros, corzos, jabalíes y buitres leonados, así como sus impactos y posibles beneficios para la actividad ganadera.

Los resultados, apunta la UAM en un comunicado, muestran un consenso generalizado sobre la recuperación de las poblaciones de grandes vertebrados. Sin embargo, esta recuperación genera percepciones "divergentes". "Por un lado, los conservacionistas la consideran positiva, mientras que los actores ligados al uso de la tierra suelen verla como una amenaza", ha detallado la universidad.

También se identificaron diferencias dentro del sector ganadero, entre los criadores de pequeños rumiantes (ovino y caprino) y los ganaderos de vacuno. El estudio recoge que los primeros tendían a aceptar mejor la presencia de fauna silvestre gracias a prácticas de manejo más agroecológicas, a diferencia de vacuno.

Durante las entrevistas, los investigadores han constatado que entre los principales impactos negativos se destacan los ataques de lobos, "que además de matar o herir al ganado pueden provocar abortos en hembras preñadas", y los ataques de buitres leonados a animales enfermos o con complicaciones en el parto. También se subrayó la preocupación por la transmisión de enfermedades como la tuberculosis animal desde los ungulados silvestres al ganado.

 

Estrategias para la coexistencia

 

"Es fundamental involucrar a los actores locales en el diseño de estrategias de prevención y gestión de conflictos, y garantizar que estas medidas se implementen a través de acuerdos entre todas las partes implicadas: administraciones públicas, sector productivo y academia", ha subrayado el investigador del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC, Daniel López, coautor del estudio.

Además, los autores subrayan la importancia de "reconocer y valorar" el papel de la ganadería extensiva, no solo como una actividad económica, "sino como una herramienta clave para el mantenimiento de paisajes sostenibles y la biodiversidad".

"La coexistencia con grandes vertebrados no solo es posible, sino necesaria para lograr un equilibrio entre la producción sostenible y la restauración de ecosistemas. Estas especies, que desempeñan funciones ecológicas esenciales como el control de herbívoros, la eliminación de biomasa vegetal o la dispersión de semillas, deben entenderse como aliados del medio natural con los que la ganadería extensiva debe aprender a convivir", concluye Acebes.

Referencias