Un ensayo pionero avanza en el municipio de Quiroga (Lugo) en la búsqueda de nuevas técnicas para la conservación de parcelas de vid y olivo autóctono a través de la prueba de dos métodos: la introducción de ovejas sometidas a un proceso de aversión inducida hacia estos cultivos y el uso de un robot segadora teledirigido.
De esta forma, este experiencia piloto del Grupo Operativo AGRI-ROVENAT --promovido por la Fundación General Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)-- ha continuado con los trabajos este martes, en presencia de los medios, en terrenos de la empresa Ouro de Quiroga, orientada a la producción de vino y la recuperación de variedades autóctonas de olivar.
Alternativa a los métodos actuales
El objetivo final es encontrar una alternativa a los métodos actuales, es decir, la aplicación de herbidicas o la realización de desbroces manuales, que suponen un coste mayor. "A partir de abril y hasta agosto, la vegetación crece y las hierbas del suelo compiten con los cultivos", contextualiza la directora del Grupo Viticultura, Olivo y Rosa (VIOR) de la Misión Biológica de Galicia-CSIC, Carmen Martínez.
Por tanto, la pretensión es "buscar métodos sostenibles y que permitan mantener el cultivo en buenas condiciones", además de "cuidar el entorno y el paisaje y mantener la biodiversidad vegetal que existe en cada una de estas parcelas".
No se persigue, en principio, que estas técnicas sean complementarias, sino comparar su efectividad. "Finalmente haremos un estudio de cuál es más rentable y cuál funciona mejor. A lo mejor hay sitios en los que se pueda combinar también", adelanta Martínez, coordinadora científica del proyecto.
La investigación, cuya finalización se espera en 2027, se combina con un ensayo en Asturias, en parcelas de cultivo de rosas antiguas para la industria del perfume. Aunque las primeras impresiones obtenidas hasta el momento son "muy buenas", en otoño de este año prevén tener los primeros resultados.
Con estos sistemas se quiere dar alternativas a los dueños de cultivos, como es el caso de Julio Quiroga, copropietario de Ouro de Quiroga. "Tenemos un problema grande ya, incluso de personal, entonces puede ser una manera de solucionar ciertas parcelas, que pueden quedar cerradas y que se pueden atender con ganado". Además, con respecto a las ovejas, estas después pueden producir leche o productos derivados.
Aversión inducida en ovejas
Para generar la aversión se les da de comer hojas de la especie cultivada y, a continuación, se les da un preparado a base de cloruro de litio. "Es como si les cogiesen asco"
En el caso de estos animales ovinos, para generar la aversión se les da de comer hojas de la especie cultivada y, a continuación, se les da un preparado a base de cloruro de litio. "Es como si les cogiesen asco", ejemplifica Martínez, que indica que este método ya se había probado para vid y olivo, no así en el caso de la rosa.
Este es un protocolo creado por el equipo liderado por la doctora Elena Albanell, de la Universidad Autónoma de Barcelona, con el que Martínez ya había trabajado anteriormente. De este modo, apunta que este reglamento está "probado con todas las garantías". "Es muy sencillo, se hace en pocas horas y ni se ponen malas ni vomitan ni nada por el estilo", explica.
El problema de las malas hierbas es difícil de solucionar y, si funcionase, las ovejas serían una solución estupenda, porque además su estiércol, que es rico en potasio, favorece la maduración de los frutos
"El problema de las malas hierbas es difícil de solucionar y, si funcionase, las ovejas serían una solución estupenda, porque además su estiércol, que es rico en potasio, favorece la maduración de los frutos", indica la coordinadora científica.
Próximamente se realizará una segunda fase --previsiblemente este año-- en la que se va a estudiar la calidad de la leche que producen las ovejas. En este proceso está implicado Luis H. Noriega, investigador científico del Instituto de Productos Lácteos de Asturias-CSIC, que testeará la leche producida para "ver que no hay ninguna diferencia y si es apta para la elaboración de quesos".
Para ello, analizarán la composición, tanto microbiológica como fisicoquímica, de la leche y realizarán pruebas de coagulación.
Robots desbrozadores
Por otra parte, los robots segadoras están operados por radiocontrol y se controlan a través de un mando, que nunca debe estar a más de 200 metros de distancia del aparato.
"En la práctica la máquina siempre hay que poder verla y controlarla. En una zona sin pendientes podemos estar a mucha distancia y trabajar con ella perfectamente. En otros casos hay que mantenerla un poco más cerca por dificultad de terreno", explica Matías Búa, comercial y responsable de la línea profesional de Millasur, vendedor de este robot.
Con todo, se puede trabajar con estas desbrozadoras teledirigidas en pendientes de hasta el 55%, "donde la gente apenas se mantenga en pie". Con ello, se pretende mejorar la prevención de riesgos laborales, aparte de la eficiencia y productividad diaria.
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