Un informe realizado por la cooperativa Moda re-, impulsada por Cáritas, advierte de las bajas tasas de reciclaje textil en España y señala que sólo entre el 10% y el 12% de estos productos se recogen por separado para su reutilización y menos del 1% de la producción total se recicla en ciclo cerrado, es decir, con el mismo uso o similar.
Cuando se cumple un año de su constitución como cooperativa Moda re- se ha presentado este análisis de la recogida de ropa usada en España, un documento en el que se aborda, según explica la ONG, de forma exhaustiva los diferentes aspectos de la actividad de reciclaje textil en nuestro país, a partir de los datos de los diferentes agentes involucrados en la recogida y gestión de residuos textiles.
Los datos globales de recogida selectiva de residuos textiles documentados ascienden a 108.296 toneladas en toda España y casi en su totalidad, el sistema de recogida es el de contenedores en la vía pública, de los que existen un total de 19.548 unidades.
Por comunidades autónomas, Moda re- destaca que encabeza el ránking por su ratio de recogida selectiva de residuos textiles/generación País Vasco (24,9% del total), Comunidad Foral de Navarra (16,4%) y Comunidad Valenciana (16%).
Además, señala que el operador con una mayor relevancia en la recogida de residuos textiles a nivel estatal es Cáritas/Moda re-, que lleva a cabo la recogida del 41% del total (44.278 toneladas en 2019), muy por encima de los siguientes operadores (con un 16% del total).
Tipología de residuos
El estudio aborda también la tipología de residuos textiles, que se dividen en dos categorías en función de dónde se originan: pre-consumo, excedentes de producción y post-consumo, que son los que origina el consumidor final.
Junto a ello, explica la organización, se tienen en cuenta los porcentajes de producción por fibras textiles y de composición por categorías de prenda, aunque los datos varían en función del ámbito de estudio y no coinciden necesariamente con la composición predominante de las prendas de vestir ni, mucho menos, con los porcentajes de mezcla de la ropa recogida en los contenedores de ropa usada.
Para este estudio se ha analizado la composición en porcentaje de fibras de una muestra de 500 kilos de varios contenedores de ropa usada recolectada por Formació i Treball, perteneciente a la cooperativa Moda re-, y cuyos resultados muestran el claro dominio de la fibra de algodón (cercano al 50% en el caso de la ropa reciclable y próximo al 60% en la reutilizable), por delante del poliéster (30%).
Es por eso que, desde la entidad creen que la estrategia de reciclado de los residuos post-consumo de ropa debería centrarse en la recuperación y/o reaprovechamiento de estas dos fibras, ya que supondrían ya el 80% del total.
Clasificación y reutilización
En otro apartado del estudio se detallan los procesos de clasificación y reutilización de los residuos textiles. Aquellas prendas que no pueden ser reutilizadas pero su composición y estado permiten su reciclaje, son destinadas a dicho; mientras que aquellas sin opción de recuperación, que puede destinarse a valorización energética siempre que sea posible.
Tal y como destaca, existe "una clara apuesta" desde Moda re- por la reutilización, con una red de más de 100 tiendas repartidas por 15 comunidades autónomas, muy por encima de los siguientes operadores (con algo más de 50 tiendas cada uno y presencia en un máximo de 8 Comunidades Autónomas).
Además, destaca la existencia en España de instalaciones "a la altura de las más avanzadas de Europa" con un "elevado grado de mecanización y digitalización de sus procesos". Como ejemplo, pone las 3 plantas integrales que forman parte de Cáritas/Moda re-, gestionadas por Koopera en Bilbao, Koopera Mediterránea en Valencia y la de Formació i Treball en Barcelona.
Iniciativas de sostenibilidad
El informe, señalan que sería necesario implementar iniciativas de sostenibilidad basadas en la sensibilización del consumidor a la hora de recuperar prendas usadas, la reducción del impacto de las fibras utilizadas, el rediseñado de los artículos para reducir los residuos, la incorporación de fibras recicladas, el alargamiento de la vida útil de la prenda mediante su reutilización o la mejora de su calidad.
También llaman a incentivar un cambio de hábitos de consumo del sector de la moda a través de la información y sensibilización del consumidor, que catalice el replanteamiento global del sector, reduciendo el número de ventas de productos a "bajo precio", priorizando unos productos diseñados para durar o reduciendo la presencia en el mercado de la llamada moda rápida.
A su juicio, debería ponerse en marcha un Sistema de Responsabilidad Ampliada del Productor que asegure los recursos necesarios para crear un sistema robusto y transparente de gestión.