Greenpeace, WWF, Amigos de la Tierra y Alianza Verde han criticado la propuesta presentada este miércoles por la Comisión Europea por la que se pide formalmente retrasar hasta diciembre de 2025 la aplicación de la nueva ley que obligará a las empresas a comprobar y demostrar que los productos como el café, el cacao o el aceite de palma que comercialicen en la Unión Europea (UE) no provienen de producciones que estén generando deforestación.
Retrasar hasta diciembre de 2025 la aplicación de la nueva ley
Así, desde Greenpeace consideran que la Comisión Europea "ha cedido oficialmente a la presión de empresas y gobiernos que son hostiles a la ley". En concreto, el director de política forestal de la UE de la organización, Sébastien Risso, ha insistido en que los bosques del mundo necesitan "urgentemente" la protección que les proporciona esta norma. Como ha expresado a Europa Press, es "imperdonable que la Comisión haya tardado tanto en emitir los documentos de respaldo para la implementación de la ley".
Asimismo, la Oficial Superior de Política Forestal de la Oficina de Política Europea del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), Anke Schulmeister-Oldenhove, ha señalado que esta propuesta es "una bofetada a 1,2 millones de europeos que han pedido que se ponga fin a la deforestación impulsada por el consumo de la UE" y que "penaliza injustamente" a las empresas que ya han realizado "inversiones significativas" para cumplir con la nueva norma.
Al socavar uno de los logros clave del Pacto Verde Europeo, esta decisión arroja serias dudas sobre el compromiso de la presidenta de la Comisión de cumplir las promesas medioambientales de la UE
ANKE SCHULMEISTER-OLDENHOVE (WWF)
"Al socavar uno de los logros clave del Pacto Verde Europeo, esta decisión arroja serias dudas sobre el compromiso de la presidenta de la Comisión de cumplir las promesas medioambientales de la UE", ha añadido.
Otro año más de destrucción forestal
En la misma línea se ha expresado la activista en alimentación y agricultura de Amigos de la Tierra, Stanka Becheva, que ha indicado que la propuesta para retrasar la aplicación de la norma es "vergonzosa" por parte de la Comisión y que equivale a "doblegarse ante las corporaciones multinacionales y su presión por la desregulación, mientras se da pie a otro año de destrucción" forestal. En este sentido, ha instado a los Estados miembro a rechazar esta proposición "imprudente" y a "poner a la gente y al planeta por encima de la avaricia de las empresas".
Por último, el coordinador de Alianza Verde, Juantxo López de Uralde, ha denunciado que, con esta propuestam la Comisión Europea "cede a los intereses económicos". En su opinión, Europa está dando una vez más "pasos atrás" en materia de política ambiental. Según han comentado fuentes de la organización a Europa Press, en los próximos días van a registrar iniciativas al respecto, tanto en el Congreso como en el Parlamento europeo.
Bruselas
Bruselas defiende que toma este paso tras escuchar la preocupación de socios internacionales por la complejidad para cumplir a tiempo con el nuevo marco legal comunitario, una reforma para la que también gobiernos como el alemán de Olaf Scholz habían planteado una prórroga.
En todo caso, para que el aplazamiento sea efectivo queda aún que tanto los Veintisiete como el Parlamento Europeo den su visto bueno para que la nueva ley se aplique a partir de diciembre de 2025 a las grandes empresas y seis meses después, el 30 de junio de 2026, a las microempresas y pymes.
Duras críticas por parte del excomisario de Medio Ambiente que negoció la reforma, el lituano ecologista Virginijus Sinkevicius: "un paso atrás en la lucha contra el cambio climático"
El aplazamiento ha sido duramente criticado por el excomisario de Medio Ambiente que negoció la reforma, el lituano ecologista Virginijus Sinkevicius, quien en un mensaje difundido en redes ha afirmado que supone "un paso atrás en la lucha contra el cambio climático".
"El retraso pone en riesgo 80.000 acres de bosque diariamente, alimenta el 15% de las emisiones globales de carbono, rompe la confianza de nuestros socios globales y daña nuestra credibilidad en los compromisos climáticos", ha remachado el ahora eurodiputado.
La nueva regulación para luchar contra la deforestación en zonas como la Amazonía obligará a las empresas a presentar una declaración de "diligencia debida" que acredite que han verificado que no se han dañado bosques para su producción. Las compañías incumplidoras se expondrán a sanciones de al menos un 4% de su facturación anual en el mercado europeo.
El marco común no veta las importaciones de ningún país concreto
Sí obligará a las empresas a verificar el cumplimiento de la legislación pertinente del país de producción, incluida la relativa a los Derechos Humanos y el respeto a los pueblos indígenas afectados
El marco común no veta las importaciones de ningún país concreto pero sí obligará a las empresas a verificar el cumplimiento de la legislación pertinente del país de producción, incluida la relativa a los Derechos Humanos y el respeto a los pueblos indígenas afectados.
Los productos cubiertos por la nueva legislación son el ganado, el cacao, el café, el aceite de palma, la soja y la madera, incluidas producciones que contengan, se hayan alimentado o se hayan fabricado con estas materias primas (como el cuero, el chocolate y los muebles).
También abarca productos como el caucho, el carbón vegetal, los productos de papel impreso y una serie de derivados del aceite de palma, así como una definición más amplia de degradación forestal que incluye la conversión de bosques primarios o bosques de regeneración natural en plantaciones forestales o en otras tierras boscosas y la conversión de bosques primarios en bosques plantados.