Carrefour no se pronuncia sobre elevar el bienestar animal de sus productos de pollo de marca propia

Como el caldo de un puchero en una marmita, la polémica de las macrogranjas –que se ha ido cocinando a fuego lento–,  sigue haciendo chup chup en la cazuela y sigue siendo el tema por excelencia en Castilla y León –así como en otros territorios–, a pocos días de que comience la campaña electoral, donde un PP liderado por Alfonso Fernández Mañueco se juega 35 años de poder; después haber protagonizado el bulo lanzado contra el ministro de Consumo, Alberto Garzón, a raíz de una entrevista del The Guardian ⁽¹⁾.

En medio de este torbellino, la ONG Equalia vuelve a poner el acento en el malestar animal y en el sistema de producción de la ganadería industrial a través de la publicación de un vídeo en el que se puede ver “el sufrimiento extremo de las aves” de varias macrogranjas de pollos donde pide a la cadena de supermercados Carrefour que "elimine las peores prácticas en la cría de pollos". 

Con estas imágenes y una nota de prensa la ONG denuncia a Carrefour “por no pronunciarse respecto a elevar el bienestar animal de sus productos de pollo de marca propia”.

La cadena de supermercados de alimentación Carrefour se ha comprometido con la mejora de los estándares de bienestar animal de marca propia en Francia y Polonia. En estos dos países existe un apoyo al Compromiso Europeo del Pollo ⁽²⁾ (ECC, por sus siglas en inglés).

Se trata de un acuerdo ⁽³⁾ sobre una serie de medidas mínimas en materia de bienestar animal para que las empresas del sector las vayan implementando de manera progresiva. Tal como destacan desde Equalia “entre dichas medidas se encuentra la sustitución de razas de crecimiento rápido por razas de crecimiento lento o la reducción de la densidad de aves por metro cuadrado”.

Falta de compromiso con el bienestar animal

Desde Equalia, que abogan con rotundidad por la llevar a cabo una revisión crítica el sistema de producción avícola en su conjunto, señalan esta vez a macrogranjas de cría aviar de Toledo y Murcia a través de un trabajo de “investigación se llevó a cabo entre los años 2020 y 2021”. 

La organización animalista describe las imágenes del vídeo publicado como las “típicas del modelo de cría convencional del pollo que se consume en España: aves muertas, otras agonizando. También aves con diversas deformidades, incapaces de ponerse en pie”.

Equalia denuncia también que “Carrefour no se manifiesta sobre traer a España el compromiso de bienestar animal en pollos que ya ha firmado en Francia y en Polonia” y espetan: “¿Acaso los consumidores y consumidoras españolas somos de segunda clase?”

Razas de “crecimiento rápido”

Desde Equalia también ponen de manifiesto que las aves son criadas en condiciones para la producción de carne y que en su mayoría corresponden a razas que dentro del sector se denominan como de “crecimiento rápido”.

La ONG asegura que los animales son engordados a “ritmo antinatural” y que responden al esfuerzo de “décadas de hibridación”, que tienen por objeto los “rasgos genéticos” para priorizar el rendimiento industrial e intensivo en “detrimento del bienestar animal”. La organización animalista, también advierte que con estos métodos se compromete la “seguridad alimentaria y la salud pública”.

Es por eso, que en diversas ocasiones ha recordado que la Federación de Veterinarios de Europa (FVE) considera ⁽⁴⁾ que "las jaulas restringen la capacidad de las gallinas ponedoras para realizar comportamientos inherentes y, por lo tanto, disfrutar de experiencias positivas y una buena vida”.

Enjauladas, riesgos para la seguridad alimentaria

También es destacable que desde 2007 la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) mantiene ⁽⁵⁾ que el sistema de producción de aves enjauladas conlleva riesgos en cuanto a la seguridad alimentaria y para la salud humana, y concluye que la elevada densidad de aves enjauladas conlleva la prevalencia, persistencia y desarrollo de salmonela; en comparación con las alojadas en el suelo.

Equalia asegura que las “patologías” que se muestran en el material audiovisual se deben a la “selección genética” y que estos problemas de salud en los animales de cría y engorde masivo e intensivo “conllevan un uso elevado de antibióticos”. También, asevera que “las estirpes que se obtienen llegan a alcanzar los 2,6 kilogramos en los 41 días de duración de su periodo de engorde. Este peso equivaldría a que un bebé humano alcanzara 300 kilogramos tras sus dos primeros meses de vida”.  

“Selección genética” y enfermedades zoonóticas

Pero desde la entidad animalista también advierten sobre el riesgo que las enfermedades zoonóticas que pueden tener la “elevada densidad de pollos en las granjas industriales” y por ello destacan un artículo de sobre la materia publicado en PubMed ⁽⁶⁾ donde se analizan los cambios en el uso de la tierra en cuanto a la agricultura y su potencial zoonótico.

En este sentido, recientemente, la organización SEO/BirdLife pedía un "cambio radical" en el modelo de producción de alimentos basado en macrogranjas avícolas, así como un consumo "responsable", ante el avance del actual brote de gripe aviar (H5N1) de alta patogeneidad, tras confirmación de casos de la enfermedad en aves silvestres en el municipio de El Oso, en la provincia de Ávila, y en la ribera del río Segre, en la provincia de Lleida. 

A favor de prohibir las jaulas para gallinas

Hace escasos días en una encuesta impulsada por Equalia que cuenta con una muestra de 6.000 personas en todo el territorio español, el 67% de las personas encuestadas está a favor de prohibir las jaulas para las gallinas ponedoras en la Unión Europea.

Por comunidades autónomas, Cataluña, Islas Baleares, País Vasco y Canarias, destacan por porcentajes de apoyo superiores al 70% de la población. En Madrid o Barcelona el apoyo supera el 73%.