WWF calcula que el consumo de la Unión Europea es responsable del 16% de la deforestación tropical importada y denuncia que España es el tercer país europeo que provoca un mayor impacto, ya que es responsable de la tala de unas 32.900 hectáreas anuales.
Los cálculos forman parte del informe de WWF Incrementando el ritmo: El impacto continuo del consumo de la UE en la naturaleza que analiza el impacto del comercio internacional en la deforestación y que sitúa a España como el tercer país de la UE -por detrás de Alemania e Italia- más responsable de la deforestación tropical generada a través del comercio internacional.
A España le siguen Reino Unido, Holanda, Francia, Bélgica y Polonia y el estudio refleja que estas ocho grandes economías son causantes del 80% de la deforestación generada en la UE a través de la importación y el consumo de productos agrarios vinculados con la destrucción de los ecosistemas.
Solo superado por China
La UE es uno de los mayores importadores mundiales de deforestación tropical y emisiones asociadas, solo superado por China, según el informe elaborado por la organización que expone que las ocho mayores economías de los Veintisiete fueron responsables del 80% de la deforestación entre 2005 y 2017.
En la actualidad, la Comisión Europea está preparando una propuesta de nueva legislación para frenar la deforestación esta primavera y, en ese contexto, WWF destaca la urgente necesidad de que la ley aborde la totalidad de la huella del consumo de la UE en los bosques del planeta y otros ecosistemas, como pastizales y humedales.
Los datos del informe están basados en Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo (SEI). Los últimos datos disponibles, de 2017, apuntan que la UE fue el segundo mayor importador de deforestación después de China, con un 16% de la deforestación asociada al comercio internacional, por un total de 203.000 hectáreas y 116 millones de toneladas de CO2.
Soja, aceite de palma y carne de vacuno
Entre 2005 y 2017 la soja, el aceite de palma y la carne de vacuno fueron los productos básicos importados a la UE que mayor deforestación tropical han causado, seguidos por los productos de madera, el cacao y el café.
Respecto a España, WWF indica que sus importaciones de materias primas agrarias procedentes de los trópicos han provocado la destrucción de 32.900 hectáreas anuales de bosques y otros ecosistemas.
Otra de las conclusiones clave de la ONG es que la demanda europea de estos productos también está provocando la destrucción de otros ecosistemas no forestales como pastizales y humedales. El informe establece vínculos claros entre el consumo de la UE, en particular de soja y carne de vacuno, y la conversión de paisajes de pastizales, como los "puntos críticos de deforestación" del Cerrado en Brasil y el Chaco en Argentina y Paraguay.
En este contexto, la organización reclama a la Comisión Europea que utilice su estudio para presentar una propuesta legislativa sólida y eficaz que permita abordar urgentemente y de manera integral la huella de la UE en los bosques y otros ecosistemas como pastizales, sabanas y humedales.
Violaciones de los derechos humanos
Para la organización, esta nueva ley debería evitar la importación al mercado europeo de cualquier producto que haya contribuido a la destrucción de la naturaleza, ya sea "legal" o ilegalmente, o a violaciones de los derechos humanos.
La ONG informa de que sigue de cerca el desarrollo legislativo de la UE a la que manifiesta que es "fundamental" que la nueva ley garantice que los productos y materias primas que han contribuido -o corren el riesgo de contribuir- a la deforestación y/o conversión de otros ecosistemas no forestales, no lleguen al mercado de la UE.
En esa línea considera también que dicha ley deberá garantizar el respeto a los derechos humanos e introducir requisitos obligatorios que deben cumplir tanto las empresas como el sector financiero, así como garantizar la trazabilidad de los productos básicos y la transparencia de la cadena de suministro.
La UE debe ser parte de la solución
En concreto, insiste en la importancia de que la UE refuerce su cooperación con los países productores para apoyar los esfuerzos globales para poner fin a la deforestación, la destrucción de la naturaleza y las violaciones de los derechos humanos.
Para el director de conservación de WWF España, Enrique Segovia, en todo el mundo, la deforestación y la conversión de ecosistemas están alimentando la crisis climática y de biodiversidad, destruyendo los medios de vida y amenazando la salud. "En este momento, la UE es parte del problema, pero con la legislación adecuada podríamos ser parte de la solución", ha subrayado.
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