La herramienta es la principal protagonista del programa Mejora la energía de tu comunidad, que tiene la finalidad de contribuir al impulso del mercado de la rehabilitación energética de los edificios y la promoción de las energías renovables.
“Con esta herramienta WWF pretende ayudar a los ciudadanos a entender la importancia del ahorro energético y el autoconsumo en sus hogares y en sus comunidades de vecinos, para conseguir una mejora de su calidad de vida, la reducción de los costes asociados con el uso de energía y la disminución de las emisiones de dióxido de carbono”, afirma el técnico de eficiencia energética de WWF España, Georgios Tragopoulos, quien añade: “Cada uno de nosotros tenemos el potencial de contribuir a la lucha contra el cambio climático y así conseguir una mayor independencia de España de los combustibles fósiles. Podemos optar por un futuro verdaderamente sostenible e inclusivo socialmente”.
Se obtiene el consumo energético, el coste y las emisiones de CO2 en forma de gráfica
Comunidad Eficiente 2.0 muestra los beneficios que puede obtener cada vecino por aplicar unas medidas específicas de ahorro y eficiencia energética en su hogar, en sus edificios y zonas comunes. Para ello, debe abrirse una cuenta y escribir los datos generales de su vivienda –tipo del inmueble, localidad, año de construcción...– y los datos de los suministros energéticos –la clase de energía que utiliza, potencia y períodos de facturación–. De esta forma, el cliente obtiene su consumo energético, el coste y las emisiones de dióxido de carbono en forma de gráfica que le muestra su evolución media mensual. Además, compara el gasto con el promedio del país.
Producción local y limpia
Entre las propuestas de mejora que ofrece la organización WWF está la de instalar energías renovables en régimen de autoconsumo, apostando por una producción de energía local y limpia, evitando las pérdidas de energía por transporte en la red, gracias a que se produce cerca del punto de consumo y aislar bien los edificios ya que el mantenimiento de una temperatura adecuada en la vivienda es uno de los factores que más consumo y derroche de electricidad supone, si no se toman las medidas adecuadas. La temperatura de 25 grados centígrados, en verano, es más que suficiente para sentirse cómodo, y en invierno, bastan 20. Hay que tener presente que con cada grado que se sube, se gasta innecesariamente un 10% más de energía.
Hay determinados hábitos cotidianos que ayudan a disminuir el recibo de suministros
De la misma forma, sustituir las bombillas incandescentes por otras eficientes (LED) representa un ahorro de energía del 80%, así como utilizar un aire acondicionado de tecnología inverter y categoría A. La eliminación del standby o consumo fantasma de los aparatos eléctricos supone disminuir el 12% la factura de electricidad de una familia media.
Además, a la hora de comprar un electrodoméstico es conveniente fijarse en el etiquetado energético que lleva, en el que se indica su eficiencia en el consumo y lo respetuoso que es con el medio ambiente. En este sentido, se recomienda apostar por los de categoría A+++, puesto que, por ejemplo, una lavadora eficiente de esta calificación puede llegar a consumir hasta un 90% menos que una de clase B.
Por otra parte, hay determinados hábitos cotidianos que ayudan a disminuir el recibo. En el caso del frigorífico y del congelador se debe regular su temperatura según las instrucciones del fabricante –un grado centígrado más de frío supone un aumento del 5% en el consumo de energía–, no introducir alimentos calientes en ellos y evitar mantener las puertas abiertas durante mucho tiempo. Tampoco hay que abrir innecesariamente los hornos porque cada vez que se hace se puede perder hasta un 20% del calor acumulado. Y es mejor usar el microondas en lugar del horno, lo que ahorra un 70% de energía.Utilizar al máximo la capacidad de la lavadora, la secadora y el lavaplatos, ducharse en vez de bañarse –se consume la cuarta parte de agua– y comprar ordenadores con sistemas de ahorro de energía son otras de las medidas que se pueden tomar. Son pequeños gestos que pueden parecer insignificantes, pero que ayudan a frenar el actual despilfarro energético y ayudan a la sostenibilidad de la Tierra.