El reportaje de investigación ha sido grabado durante los últimos meses y evidencia la violencia que ejercen algunos trabajadores, como un operario sacrificando a los pollos enfermos retorciendo su cuello y propinándoles golpes contra los bebederos.
El pollo de este productor tiene presencia en los lineales de la cadena de supermercados Lidl. Estos hechos suponen presuntas violaciones a la legislación alemana de bienestar animal.
El vídeo desvela además las condiciones insalubres en el que viven los animales. Se grabaron imágenes de un operario orinando dentro de la nave, lo que supone un riesgo para la seguridad alimentaria.
También la convivencia de estas aves con cadáveres de otros pollos y comportamientos caníbales. Se observan aves agonizando, con infecciones, enfermas o con graves deformidades que les impiden moverse y acceder a comida y agua.
La selección genética de los pollos broilers se centra en el crecimiento a un ritmo acelerado con el objetivo de incrementar rápidamente la masa muscular.
Las razas de pollo de crecimiento rápido están predispuestas a sufrir graves enfermedades congénitas a las que el sector denomina "de producción" y de las que poco saben las personas consumidoras. Entre ellas se encuentra la miopatía de estrías blancas, que implica que la pechuga tenga un peor valor nutricional: menos proteínas y más grasa.
Frente a estos problemas, las principales organizaciones europeas de protección animal exigen a Lidl su adhesión al Compromiso Europeo del Pollo a través de la campaña #LidlEscándaloAnimal.
Insisten en la necesidad de reducir los graves problemas de salud y bienestar animal a través de nuevas medidas para el sector avícola, entre ellas, el cambio de razas de crecimiento rápido (como las que se observan en el reportaje) por razas de crecimiento más lento y natural. Lidl es uno de los pocos grandes supermercados que no se ha unido a la iniciativa.
Julia Elizalde, mánager de campañas de Equalia, afirma: "Estas imágenes evidencian la necesidad de transicionar hacia una cría de pollo con más bienestar animal, más sostenible y más saludable. El crecimiento rápido de estas aves les causa sufrimiento e implica el uso prescriptivo de antibióticos, lo que disminuye nuestra resistencia ante los mismos. Ante esto, principales supermercados en España ya se han unido al Compromiso Europeo del Pollo, pero no es el caso de Lidl. Junto a otras organizaciones hemos decidido iniciar una campaña hacia Lidl para solicitar que acabe con esta crueldad innecesaria a nivel europeo".
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