Un reciente informe del Centro Delàs (1) ha revelado la implicación de diversas entidades financieras españolas en la financiación de empresas que proveen de armamento al ejército israelí, utilizado en la ofensiva militar sobre Gaza.

Sumario

 

Este documento, que forma parte de una serie de investigaciones que se publican desde 2008, denuncia las conexiones entre bancos y fabricantes de armas, una relación que, según el informe, es rechazada por gran parte de la población debido a su carácter poco ético.

El informe destaca cómo los bancos han facilitado el acceso a financiación para estas empresas mediante la compra de acciones, la suscripción de bonos y la concesión de créditos y préstamos. Este respaldo financiero ha permitido a compañías armamentísticas clave exportar armamento utilizado en operaciones militares israelíes, muchas de las cuales han sido objeto de investigaciones por crímenes de guerra.

Financiamiento de armamento y ofensiva sobre Gaza

El informe detalla que 15 empresas armamentísticas han sido identificadas como proveedoras clave de armas para Israel. Entre ellas se encuentran grandes nombres del sector como Boeing, General Dynamics, Lockheed Martin y Leonardo, empresas que han recibido financiación de bancos internacionales y españoles, incluidos Santander, BBVA y CaixaBank.

Entre los datos más alarmantes presentados en el informe se encuentra el monto de las operaciones financieras que conectan a la banca española con la industria de armamento israelí. Según el estudio, el Banco Santander ha otorgado más de 2.442 millones de dólares en financiación, mientras que el BBVA ha proporcionado 1.500 millones. Ambas entidades han contribuido al desarrollo y producción de armas que han sido utilizadas por el ejército israelí durante los bombardeos en Gaza, en especial durante los recientes ataques de octubre y noviembre de 2023.

 

Armas en ataques sobre Gaza

 

El informe subraya que muchas de las armas financiadas por la banca española han sido utilizadas en ataques concretos que han resultado en la muerte de decenas de civiles. Un ejemplo destacado es el bombardeo sobre Jabalia, en la Franja de Gaza, ocurrido el 9 y el 31 de octubre de 2023, donde aviones israelíes lanzaron bombas guiadas por láser GBU, fabricadas por Boeing y General Dynamics. Estos ataques destruyeron edificios enteros, provocando la muerte de al menos 98 personas, la mayoría de ellas civiles, incluidos mujeres y niños.

Además, el informe señala que los aviones F-15 y F-35, utilizados por Israel en numerosas incursiones, han sido financiados en parte por entidades españolas. El Banco Santander y el BBVA aportaron más de 2.000 millones de dólares para la producción y mantenimiento de estos aviones, que han jugado un papel clave en los bombardeos sobre Gaza, Líbano y Yemen, dejando un rastro de muerte y destrucción a su paso. En uno de los ataques más recientes, en julio de 2024, un bombardeo israelí en el puerto de Hodeidah, Yemen, dejó varios muertos y al menos 80 heridos.

 

Bancos españoles involucrados

 

El documento no se limita a señalar a los gigantes de la banca. También menciona a otras entidades financieras españolas, como Ibercaja, Banco Caminos y Banca March, que han participado en la financiación de empresas fabricantes de armamento. Entre las operaciones documentadas se incluyen préstamos para la fabricación de municiones de gran calibre, como proyectiles de 155 milímetros y misiles, utilizados por el ejército israelí en incursiones terrestres y bombardeos sobre zonas residenciales en Gaza.

Una de las empresas mencionadas, Rheinmetall, fabricante de los obuses M109-52 Howitzer, ha sido financiada por varias entidades españolas. Estos obuses han sido utilizados en ataques indiscriminados contra la población civil, según el informe, y se han dirigido no solo contra objetivos militares, sino también contra infraestructuras críticas, como hospitales y refugios civiles.

 

El rol de la banca en crímenes de guerra

 

Los autores del informe no solo denuncian la implicación de los bancos en la financiación de estas armas, sino que también los señalan como corresponsables de los crímenes de guerra que se están cometiendo en Gaza. El documento asegura que sin el apoyo financiero de estas entidades, las empresas de armamento no podrían producir y exportar las armas utilizadas en el conflicto.

El informe apela a la responsabilidad ética de los bancos y solicita que cesen toda financiación relacionada con el conflicto armado en Gaza. Según el estudio, la mayoría de la población española se opone a la violencia contra el pueblo palestino, por lo que estos bancos deberían actuar en consecuencia y suspender las operaciones financieras que beneficien al complejo militar-industrial israelí.

 

Reacciones y presión social

 

La publicación de este informe llega en un momento de creciente presión social sobre las entidades financieras. Diversos grupos de activistas han lanzado campañas exigiendo a los bancos que pongan fin a su participación en el financiamiento de la guerra. Asimismo, organizaciones internacionales de derechos humanos han señalado que la financiación de armamento para conflictos como el de Gaza podría considerarse una forma de complicidad en la comisión de crímenes de guerra.

Hasta el momento, ni el Banco Santander ni el BBVA han emitido declaraciones oficiales en respuesta a estas acusaciones. Sin embargo, se espera que la presión social continúe aumentando, a medida que más personas tomen conciencia de la relación entre sus ahorros y las operaciones militares en Gaza.

Este nuevo informe arroja luz sobre el papel crucial que juega la banca española en la maquinaria bélica que sostiene el conflicto en Gaza. A medida que la ofensiva militar israelí continúa, crece la indignación pública en España, donde un amplio sector de la población rechaza la violencia y se solidariza con el pueblo palestino. El llamado a la acción es claro: los bancos deben cesar toda financiación de las empresas que contribuyen a la guerra, asumiendo así su parte de responsabilidad en una de las mayores crisis humanitarias de los últimos tiempos.

Referencias