Greenpeace exige (1) a los Estados miembro de la UE que reduzcan su consumo de petróleo y aceleren su transición energética con el fin de que los Veintisiete dejen de financiar la guerra de Rusia contra Ucrania.

 

Las ayudas directas agravan la situación

 

La ONG reacciona así al nuevo paquete de sanciones contra Rusia propuesto por la Comisión Europea, que incluye un embargo al petróleo ruso a partir de 2023. En concreto, afirma uno de cada cuatro coches, camiones o aviones de la UE se mueven con combustible ruso por lo que insiste en que si se quiere dejar de financiar la guerra los países europeos necesitan "transformar urgentemente" el sector del transporte.

Además, critica el plan de choque del Gobierno español para paliar los efectos sobre el precio del combustible porque Greenpeace considera que establecer ayudas directas "agrava la situación" porque aumenta el consumo de gasolina y enriquece a las petroleras.

La responsable de Clima y Energía de Greenpeace UE, Silvia Pastorelli, ha manifestado que el embargo al petróleo ruso es un paso "significativo" para desinflar la guerra de Putin pero lamenta que "llega muy tarde" ya que sus efectos tardarán en notarse hasta fin de año, lo que permitirá al presidente ruso, Vladimir Putin, encontrar clientes nuevos para su petróleo.

 

Llegar a la raíz del problema

 

"La respuesta a la adicción de Europa al petróleo no puede consistir únicamente en buscar nuevos proveedores, sino en llegar a la raíz del problema, recortando el consumo de petróleo y acelerando la transición a la energía renovable", ha valorado Pastorelli.

En su opinión, para desenganchar a Europa definitivamente del crudo ruso, los líderes europeos necesitan transformar "urgentemente" el sector del transporte con soluciones de implantación inmediata tales como la prohibición de los vuelos cortos, sustituir el transporte de mercancías por carretera por transporte ferroviario, e impulsar el teletrabajo y el transporte público.

 

Las petroleras se benefician de la guerra

 

"Mientras la ciudadanía europea padece los altos precios del combustible, nuestros líderes deben evitar que las petroleras sigan beneficiándose de la guerra, los conflictos y la crisis climática, e impongan nuevos impuestos sobre las ganancias de estas empresas", ha destacado.

Por su parte, Greenpeace España demanda al Gobierno que, aunque España no depende excesivamente del petróleo ruso, no está exento del compromiso comunitario para dejar de depender del mismo.

Así, pide al presidente Pedro Sánchez que deje de incentivar el consumo de combustibles y apueste por la descarbonización con medidas inmediatas. El responsable de movilidad de la ONG, Adrián Fernández, ha destacado que el plan de choque del Gobierno ha agravado la dependencia del combustible con las ayudas directas al combustible.

A juicio de la ONG esta es una medida que solo contribuye a incentivar el consumo de gasolina y a enriquecer a las petroleras, en lugar de promover un transporte descarbonizado que nos permita atajar tanto la crisis energética de Rusia como la crisis climática.

 

Subvenciones indiscriminadas a la gasolina

 

"No podemos seguir bonificando combustible mientras se recortan trenes, como ha sucedido recientemente con el Metro de Madrid. El embargo propuesto por la Comisión Europea es un aviso para que el Gobierno cambie las subvenciones indiscriminadas a la gasolina por billetes de tren más asequibles y ayudas al transporte público", ha advertido.

Referencias