Amigos de la Tierra Aragón, ANSAR y Ecologistas en Acción han hecho un llamamiento para evitar la captura y consumo de caracoles colectados en el campo por el riesgo que conlleva para la salud al carecer de controles sanitarios y por ser una actividad no regulada.
En estos días de lluvia se han observado personas y cuadrillas cogiendo caracoles en cunetas, ribazos y acequias de las zonas agrícolas del entorno de Zaragoza capital, práctica que es habitual también en campos y montes de otras muchas localidades. Los caracoles colectados se utilizan tanto para consumo propio como para introducirlos en redes comerciales irregulares, en cualquier caso, sin control sanitario.
Hasta esos lugares también llegan otros numerosos pesticidas que se fumigan frecuentemente sobre los cultivos contiguos
Las asociaciones alertan de que ribazos, acequias y cunetas son tratados habitualmente de forma directa con herbicidas, a veces varias veces al año, por lo que el suelo y las plantas que crecen en esos entornos pueden contener niveles más o menos elevados de sustancias tóxicas.
Incluso tras los plazos de seguridad
Además de que hasta esos lugares también llegan otros numerosos pesticidas que se fumigan frecuentemente sobre los cultivos contiguos. Y las personas que colectan los caracoles desconocen si ya se ha cumplido el plazo de seguridad requerido tras los tratamientos fitosanitarios.
Las organizaciones insisten en que, incluso tras los plazos de seguridad, siempre quedan trazas de pesticidas y que éstos son sustancias bioacumulables por lo que sus efectos tóxicos sobre la salud de las personas pueden manifestarse a largo plazo.
Igualmente, recuerdan que los caracoles desempeñan una función ecológica esencial dentro del ecosistema por su papel de herbívoros y recicladores de materia vegetal muerta y ser presa de numerosas especies de aves y mamíferos.
Los colectores de caracoles mueven piedras y troncos incordiando a numerosos animales. Igualmente, recuerdan que los caracoles desempeñan una función ecológica esencial dentro del ecosistema por su papel de herbívoros y recicladores de materia vegetal muerta y ser presa de numerosas especies de aves y mamíferos.
Además, la captura de caracoles no está regulada en Aragón por lo que son considerados animales silvestres y su colecta es ilegal al amparo de la Ley de patrimonio Natural y Biodiversidad que explicita en el artículo 54.5. Queda prohibido dar muerte, dañar, molestar o inquietar intencionadamente a los animales silvestres, sea cual fuere el método empleado o la fase de su ciclo biológico.
La captura de caracoles no está regulada en Aragón por lo que son considerados animales silvestres y su colecta es ilegal al amparo de la Ley de patrimonio Natural y Biodiversidad
Actividad intempestiva
Esta prohibición incluye su retención y captura en vivo, la destrucción, daño, recolección y retención de sus nidos, de sus crías o de sus huevos, estos últimos aun estando vacíos, así como la posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos o de sus restos, incluyendo el comercio exterior.
Las asociaciones lamentan que desde los servicios de Medio Ambiente y Biodiversidad del Gobierno de Aragón no se regule esta actividad de captura de caracoles en el medio y no se hagan campañas informativas hacia los ciudadanos.
Por último, las entidades ecologistas resaltan que los buscadores de caracoles con su actividad intempestiva de mover piedras, troncos y otros elementos molestan y dejan a la intemperie a otros animales que se cobijan bajo ellos, además de que pisan los cultivos y desmoronan ribazos y acequias causando daños en las propiedades particulares.