Los 3,8 millones de habitantes de Los Ángeles dejarán de utilizar bolsas de plástico para trasladar sus provisiones desde los supermercados o tiendas de alimentación a sus domicilios. El ayuntamiento de la segunda ciudad más poblada de los Estados Unidos aprobó este mes la prohibición, que entrará en vigor dentro de seis meses en las grandes superficies y dentro de 12 en los pequeños comercios.
A partir de ese momento, la legislación adoptada establece que los comerciantes deberán cobrar 10 centavos de dólar (8 céntimos de euro) a sus clientes por cada bolsa de papel que tengan que proporcionarles para que se lleven sus compras.
12.000 millones de bolsas de plástico al año
El gobierno local evaluará dentro de dos años la eficacia de la medida aprobada y estudiará en ese momento la eventual prohibición de dichas bolsas de papel. La medida afecta sólo al término municipal de Los Ángeles y no al conjunto de su área metropolitana, que con cerca de 18 millones de habitantes es una de las más pobladas y extensas del mundo.
Según datos de los movimientos ambientalistas promotores de la prohibición, los angelinos usan nada menos que 12.000 millones de bolsas de plástico al año, de las que se reciclan menos de un cinco por ciento. La nueva normativa municipal, aprobada por el consistorio por 13 votos a favor y sólo uno en contra, afectará a unos 7.500 establecimientos comerciales locales.
Tras años de lucha de los movimientos ecologistas, las ciudades californianas de San Francisco (805.000 habitantes), San Jose (945.000) y Long Beach (462.000), entre otras, ya habían prohibido en los últimos años las bolsas de plástico.