ONG y asociaciones aglutinados en la plataforma 'Stop Ganadería Industrial' exigirán esta semana el fin de la ganadería industrial, una moratoria a las nuevas macrogranjas, y medidas que fomenten la ganadería extensiva.
El objetivo de la campaña es exigir al Gobierno y a las comunidades autónomas que pongan freno a la concesión de licencias para abrir o ampliar proyectos de ganadería industrial.
Las actividades de la 'Semana contra la ganadería industrial' comenzó con una mesa redonda que inaugurada este lunes por el ministro de Consumo, Alberto Garzón, a las 18.00 horas, con una mesa redonda titulada 'Ganadería y emergencia climática y ambiental', en la que también participó por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Fernando Magdaleno, la portavoz de la coordinadora estatal Stop Ganadería Industrial, Inma Lozano, el científico del CSIC Fernando Valladares y la veterinaria de Ganaderas en Red, Laura Martínez Núñez. A lo largo de la semana, se realizarán charlas, performances, mesas informativas en calle, entrega de solicitudes de alegaciones, marchas, flashmobs, talleres, concentraciones, entre otras.
La organización aprovechará esta semana para lanzar una nueva página web que recoge informes, conferencias, legislación, noticias, vídeos y podcast relacionados con esta materia.
"Lo que traen es ruina y miseria"
La portavoz de Stop Ganadería Industrial, Inma Lozano, ha lamentado que cada vez son más los pueblos amenazados por proyectos nuevos o ampliaciones de ganadería industrial. "Se aprovechan porque piensan que en las zonas rurales no van a encontrar oposición, pero se equivocan, ya no nos callamos, ya no nos creemos que vienen a salvar al pueblo porque lo que traen es ruina y miseria", ha defendido.
Para Lozano, estos proyectos ponen en riesgo su calidad de vida, devalúa sus propiedades y son "incompatibles" con su forma de trabajar y vivir del campo.
Moratoria inmediata de al menos cinco años
La coordinadora reclama una moratoria inmediata a la ganadería industrial de al menos cinco años; reducir gradualmente la cabaña ganadera en intensivo hasta alcanzar un 50 por ciento menos en 2030; fomentar una dieta de la salud planetaria; caracterizar y diferenciar a nivel normativo ganadería extensiva de intensiva, fomentar el etiquetado claro y homogéneo que permita a los consumidores identificar la procedencia y modelo de ganadería de la carne y otros alimentos de origen animal que compran.
España es el principal productor de porcino de Europa
En esta línea, la ONG WWF también critica la expansión de las macrogranjas y reclama más apoyo a la ganadería extensiva, dado que España es el principal productor de porcino de Europa, con más de 34 millones de cerdos, y en algunas comunidades, como en Castilla y León, hay el doble de cerdos que de población.
Así, recuerda que en la actualidad en España hay más de 3.000 macrogranjas mientras la ganadería extensiva no ha dejado de crecer en los últimos 30 años.
La ONG alerta de que el modelo de macrogranjas es "altamente insostenible", tiene un "grave" coste ambiental contrario a los acuerdos mundiales climáticos y de sostenibilidad.
Por ello, WWF se suma a la semana contra la ganadería industrial y demanda "más apoyo" al pastoreo así como la aprobación de una estrategia para la ganadería extensiva en España.
62 millones de m³ de excrementos (purines) anuales
En la actualidad, la cabaña porcina genera más de 62 millones de metros cúbicos de excrementos (purines) anuales, según el Ministerio de Agricultura, es decir, una cantidad equivalente a llenar 62 estadios como el Santiago Bernabeu o 16.500 piscinas olímpicas. La ONG denuncia el grave problema que suponen estos purines, que llegan a los acuíferos y contaminan con nitratos el agua de los pueblos y se contribuye a la deforestación de las selvas tropicales para lograr la alimentación necesaria para esta cabaña.
Para la responsable del Programa de Alimentos de WWF España, Celsa Peiteado, la sociedad se ha desvinculado "tanto" de los pueblos y de la labor de agricultores y ganaderos extensivos que se ha olvidado que son un sector estratégico.
"La pandemia nos los recordó y luego la guerra de Ucrania, que elevó los costes de producción hasta límites insospechados. Existe un sector, como el pastoreo, que no depende tanto de las materias primas importadas y que, a pesar de las dificultades, es más resiliente frente al modelo industrializado", ha advertido.
Por ello, WWF pide al Ministerio de Agricultura que adopte un marco estatal de apoyo al pastoreo y a las comunidades, planes autonómicos, que aprovechen los beneficios del sector y ayuden a solventar las barreras que impiden asegurar su futuro.