El Consejo y el Parlamento Europeo han acordado este lunes mejorar el tratamiento y la reutilización de las aguas residuales urbanas además de ampliar el ámbito de aplicación de la directiva para abarcar una mayor concentración de aglomeración para incluir, además de la protección medioambiental, la de la salud humana y abarcar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
El texto del acuerdo provisional, que deberá ser formalmente adoptado por ambas instituciones, logra un equilibrio entre mantener la ambición principal de la revisión propuesta de mejorar la recogida y el tratamiento de las aguas residuales urbanas al tiempo que ofrece flexibilidad a los Estados miembro en su aplicación.
Iliminación de materia orgánica biodegradable
Los negociadores acordaron aplicar un tratamiento secundario --la eliminación de materia orgánica biodegradable-- a las aguas residuales urbanas, antes de su vertido al medio ambiente, en todas las aglomeraciones de 1.000 equivalentes de población (pe) o más en 2035.
En 2039, los países de la UE tendrán que garantizar la aplicación del tratamiento terciario --la eliminación de nitrógeno y fósforo-- en todas las plantas que cubran 150.000 pe o más, y para 2045 en plantas que cubran 10.000 pe. Un tratamiento adicional que elimine un amplio espectro de microcontaminantes (tratamiento cuaternario) será obligatorio para todas las plantas de más de 10.000 pe en 2045.
El texto acordado exige que los Estados miembro promuevan la reutilización de las aguas residuales tratadas de todas las plantas de tratamiento de aguas residuales urbanas cuando corresponda, especialmente en zonas con escasez de agua. Las medidas sobre reutilización deberían considerarse en las estrategias nacionales sobre resiliencia del agua.
Mejora del seguimiento y reducción de emisiones
Los negociadores también quieren fortalecer el monitoreo de diversos parámetros de salud pública (como el virus SARS-CoV-2 y sus variantes, poliovirus, virus de la influenza y patógenos emergentes), así como de contaminantes químicos, incluidos los llamados "químicos para siempre" y microplásticos. También se controlará la resistencia a los antimicrobianos en las aguas residuales urbanas de aglomeraciones de 100.000 pe o más.
Asimismo, han subrayado que el sector del tratamiento de aguas residuales urbanas debe desempeñar un papel importante en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y ayudar a la UE a alcanzar su objetivo de neutralidad climática, por lo que se introduce un objetivo de neutralidad energética.
De este modo, las plantas de tratamiento de aguas residuales urbanas tendrán que aumentar progresivamente la proporción de energía renovable utilizada cada año: 20% en 2030; 40% en 2035; 70% en 2040 y 100% en 2045.
"Quien contamina paga"
De acuerdo con el principio de "quien contamina paga", los negociadores acordaron introducir una responsabilidad ampliada del productor para los medicamentos de uso humano y los productos cosméticos, a fin de cubrir los costes del tratamiento adicional (tratamiento cuaternario) para eliminar los microcontaminantes de las aguas residuales urbanas.
El acuerdo prevé que al menos el 80% de los costos serán cubiertos por los productores, al que se complementará con financiación nacional para evitar consecuencias no deseadas en la disponibilidad, asequibilidad y accesibilidad de productos vitales, en particular de medicamentos.