La Comunidad lleva a cabo en el Club Náutico de La Isleta de La Manga, en Cartagena, una prueba piloto de oxigenación que pretende evaluar la técnica de difusión de oxígeno puro en áreas concretas. El objetivo es colaborar con la capacidad de recuperación natural de la biodiversidad del Mar Menor, aumentando de forma controlada los niveles de oxígeno disuelto y contrarrestar los posibles episodios de hipoxia y anoxia, según informaron fuentes del Gobierno regional en un comunicado.
Episodios de anoxia
El portavoz del Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor, Emilio María Dolores, que ha visitado el lugar, explicó que "en los últimos meses venimos alertando de que los episodios de anoxia se repetirán a lo largo del verano, vamos a actuar siguiendo las recomendaciones de la comunidad científica. Así, se ha ido evolucionando en la propuesta que se plantea como un extra en la oxigenación natural de la laguna y cuyo aporte dependerá de los requerimientos del medio en cada momento".
Almacenamiento y dosificación de oxígeno de manera autónoma
El proyecto consta de una pequeña instalación en la que se ha ubicado el sistema de almacenamiento y dosificación de oxígeno, una tubería de conducción de gas de 19 mm de diámetro y un sistema de difusión y monitorización de un metro cuadrado. El sistema aportará oxígeno suficiente para mantener, al menos, una concentración de 4 mg/l de oxígeno en la capa más profunda de agua (1 metro por encima del fondo) en un radio de 20 metros. Este sistema, separado a cierta distancia, evita generar turbidez y por tanto la solubilidad de sustancias tóxicas.
El sistema piloto funcionará de manera autónoma y contará con un sistema eficiente que regule la dosificación del O2 en todo momento en función de la demanda del medio acuático. El periodo previsto de ejecución es de un máximo de dos meses.
La selección de este sistema de aporte por difusión se debe a la necesidad de no generar corrientes adicionales a las naturales de la laguna, para evitar remover los sedimentos y ocasionar una resuspensión de los mismos, lo que podría provocar su disolución en el agua aportando toxicidad.
Obligatoriedad de adoptar precauciones especiales
Con el fin de comprobar la eficiencia y eficacia del sistema en cuanto al incremento de los niveles de oxígeno disuelto en el agua del puerto y comprobar, asimismo, que no existen riesgos asociados, se va a realizar un seguimiento periódico de la evolución de los parámetros físico-químicos del agua y del sedimento, así como del contenido y evolución de los metales pesados/metaloides en agua y sedimentos. Igualmente, se llevará a cabo un permanente análisis microbiológico a nivel metagenómico en agua y sedimento, así como análisis de comunidades fitoplactónicas.
Por otro lado, entre los requisitos que exige el proyecto destaca la prohibición de instalar elementos anclados en los fondos, el funcionamiento automatizado, la posibilidad de control remoto a través de internet, así como la obligatoriedad de adoptar precauciones especiales para evitar la generación de ruidos excesivos u otras perturbaciones que pudiesen causar molestia a las especies marinas presentes.
Autorizaciones para su puesta en marcha
Desde la Dirección General del Mar Menor se han solicitado los pertinentes informes y autorizaciones para desarrollar esta actuación, que han recibido informes favorables del Ayuntamiento de Cartagena, de afecciones a la Red Natura 2000, de la Dirección General de Movilidad y Litoral, así como oficio de la Dirección General de la Costa.
Además, se cuenta con un escrito del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que indica que "no procede emisión de informe de compatibilidad", dado que la prueba piloto no está incluida entre las actuaciones reflejadas en el Real Decreto 79/2019, de 22 de febrero.