La contaminación atmosférica es la causa directa de 9 millones de fallecimientos al año en todo el mundo, mientras que el cambio climático incide directamente en el deceso de 500.000 personas al año e, indirectamente, en el de decenas de millones, según se ha puesto de manifiesto en la segunda jornada del I Encuentro Internacional sobre Salud y Enfermedades Medioambientales, celebrada en el Hospital HM Nou Delfos de Barcelona.
La causa del 35% del total de fallecimientos en el mundo
En este sentido, los especialistas estiman que los factores medioambientales pueden ser la causa de aproximadamente el 35% del total de fallecimientos que se producen al año en el mundo. Entre estos factores, la contaminación atmosférica es el principal origen, pues comporta 9 millones de decesos anuales.
La contaminación atmosférica se asocia al desarrollo de enfermedades respiratorias como la EPOC o el asma, cardiovasculares como el Ictus, cáncer cerebral, de pulmón o vejiga y problemas en el sistema endocrino (disrupciones metabólicas). Asimismo, entre la población infantil la exposición a los agentes contaminantes del aire durante el primer año de vida y la infancia conlleva efectos en la salud física y psicológica. Así, se está observando su incidencia en rasgos de inteligencia, rendimiento y cognición.
Por otra parte, se estima que los efectos del cambio climático inciden directamente en el deceso de 500.000 personas al año e, indirectamente, en el de decenas de millones. Los eventos climáticos extremos, como el aumento de las temperaturas, favorece el desarrollo de enfermedades cardiovasculares; la poca disponibilidad de agua o su mala calidad comporta diarreas, disentería y problemas de nutrición.
Enfermedades infecciosas
Estos también se ven soportados por la provisión desigual de alimentos. Finalmente, la transformación que está experimentando nuestro entorno también está provocando la extensión de enfermedades infecciosas.
En este sentido, el profesor de investigación del CSIC y Director del grupo de Ecología y Cambio Global en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, Fernando Valladares, ha explicado en su ponencia ¿De qué morimos? que históricamente, la esperanza de vida se ha ido alargando gracias a los avances científicos y de la medicina, pero desde hace unos años se está observando que se encuentra estancada y diferentes estudios realizados apuntan a que la degradación del medio ambiente va más rápido que los progresos médicos.
"La sociedad es cada vez más consciente de la relación existente entre medioambiente y salud", ha asegurado el coordinador de la Unidad de Salud Medioambiental Pediátrica (PEHSU) del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, quien ha impartido la conferencia Órbita PEHSU: El poder de la buena salud, Juan Antonio Ortega.
El especialista, con más de 20 años de experiencia en pediatría y salud medioambiental, ha añadido que ya no es extraño que los padres pregunten qué hábitos deben seguir para proteger a sus hijos. "Ahora, lo que hace falta es trasladar a la práctica clínica lo que ya se sabe y va ser necesario la creación de unidades específicas, muy escasas actualmente en la sanidad española. Nuestro desafío no es humanizar la medicina, sino renaturalizarla", ha enfatizado.
Tras la celebración de este I Encuentro Internacional sobre Salud y Enfermedades Medioambientales, HM Hospitales se ha adherido al proyecto de Kosma Observatory, convirtiéndose en la primera organización sanitaria en hacerlo. El grupo, que tiene en la investigación uno de los pilares de su filosofía, se ha mostrado muy interesado en poder participar desde todos sus centros hospitalarios en la consecución de la evidencia clínica que están reclamado los profesionales en estos dos días de reunión.
De esta manera, entra a formar parte de Kosma Observatory y asentará las bases para aportar una muestra importante de pacientes que participen en estudios y ensayos clínicos. Por otra parte, obedeciendo a otro de sus valores como institución que es la formación continua de los profesionales, HM Hospitales llevará a cabo una prueba piloto de establecer unidades dinámicas especializadas en Enfermedades Medioambientales que agrupen a médicos de diferentes especialidades interesados en conocer cómo impacta la exposición a los factores medioambientales y generar una comisión de trabajo para abordar al paciente que se le detecte una patología, cuyo origen puede ser medioambiental.