Un estudio llevado a cabo por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) de Barcelona, en colaboración con la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas (SLU), ha descubierto 24 nuevas sustancias nocivas para el medio ambiente "que nunca antes se habían detectado" derivadas de la degradación de pesticidas.

El trabajo muestra que, a pesar de las normativas de la Unión Europea para el control de pesticidas en el ámbito agrícola, "existe un gran número de esas sustancias en el medio ambiente cuyos efectos tóxicos pueden superar incluso los de los pesticidas originales que sí están regulados", según un comunicado este viernes.

 

Su presencia en el medio ambiente no se monitoriza

 

Se trata de sustancias derivadas de la degradación de los pesticidas que se forman a partir de reacciones químicas una vez que los pesticidas han sido aplicados: "Las cantidades encontradas pueden suponer un claro riesgo medioambiental considerando la toxicidad de estas sustancias", ha afirmado el investigador Pablo Gago Ferrero.

"Estos compuestos presentan una mayor capacidad de dispersión que los pesticidas originales y pueden llegar a los acuíferos de donde se extrae el agua potable. Esta capacidad, unida al hecho de que su presencia en el medio ambiente no se monitoriza, puede representar un riesgo para la salud humana", ha añadido el también coordinador del proyecto.

La investigación, que se ha publicado en la revista Environmental Science & Technology, muestra que, "a pesar de la existencia de potentes sistemas de control ambientales, se están omitiendo sustancias con efectos nocivos en el medio ambiente" porque no se están analizando ni detectando, ha añadido Gago.

El trabajo ha utilizado una "metodología novedosa" para la detección de estas sustancias que permite identificar los nuevos productos de transformación de pesticidas incluso si éstos se encuentran en concentraciones mínimas en el medio ambiente.