El Grupo Ornitológico Balear (GOB) ha documentado los fondeos sobre posidonia y los vertidos de aguas mal depuradas a la bahía del Port de Sóller (Mallorca) y ha reclamado al Govern un mayor control de las embarcaciones y obras que permitan la reutilización de las aguas tratadas para frenar los vertidos.
En una nota de prensa, la entidad ecologista ha pedido, en el caso de los fondeos ilegales sobre las praderas de posidonia, medidas alternativas como las boyas de bajo impacto ecológico y, sobre los vertidos, que se cierre el emisario y se deje de verter al mar.
Además, el GOB ha reclamado al Ejecutivo autonómico que impulse todo lo contenido del decreto de protección de la posidonia.
Fondeos y aguas residuales
Según han añadido, la bahía de Sóller presenta, por su superficie reducida, buenos ejemplos de algunos de los impactos más relevantes que sufre la posidonia como la destrucción de la pradera por los fondeos y la degradación por las aguas residuales.
El pasado 20 de agosto, equipos de buceadores documentaron con vídeo y fotografías el impacto de ambas prácticas sobre la pradera de posidonia.
El GOB ha reconocido que la aprobación del decreto sobre la conservación de la posidonia oceánica fue un hito "importantísimo" que constituye una herramienta "fundamental" para abordar parte de la problemática que sufre este hábitat. Sin embargo, han matizado, los esfuerzos se tendrían que incrementar "sustancialmente".
"La normativa ambiental que se aprueba está para darle cumplimiento, si no, la ciudadanía puede interpretar que es una norma de segunda y que existe una relajación en su aplicación y por tanto se permite cierta impunidad", han añadido en la nota.
Una denuncia por cada 81 casos detectados
Sobre los fondeos, la entidad ha advertido que las denuncias registran una ratio de una denuncia por cada 81 casos detectados, una cifra "muy por debajo de lo deseable".
En relación a los vertidos, el GOB ha alertado de que en el conjunto de las Islas se vierten al mar a través de emisarios 69 millones de metros cúbicos de agua, de los cuales unos 22 millones provienen de estaciones que solo tienen tratamiento secundario.
Las quejas de los agricultores
En este sentido, el GOB ha trasladado las quejas de los agricultores de Sóller sobre la calidad del agua que reciben y que evidencian el déficit en la calidad del tratamiento.