La proliferación de pozos y estanques creados en los últimos años por mineros que excavan en busca de pequeños depósitos de oro aluvial en la Amazonía peruana ha alterado drásticamente el paisaje y aumentado el riesgo de exposición al mercurio para las comunidades indígenas y la vida silvestre, muestra un nuevo estudio que publican los investigadores en la revista Science Advances.
"En cuencas muy minadas, ha habido un aumento del 670% en la extensión de los estanques en todo el paisaje desde 1985. Estos estanques son casi en su totalidad lagos artificiales creados cuando miles de antiguos pozos mineros se llenan de agua de lluvia y agua subterránea con el tiempo", relata Simon Topp, estudiante de doctorado en ciencias geológicas en la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, quien codirigió el estudio.
Los paisajes antes dominados por los bosques están ahora cada vez más salpicados por estos pequeños lagos, que, según el estudio, proporcionan condiciones de bajo oxígeno en las que el mercurio sumergido (un residuo tóxico del proceso de extracción de oro) puede ser convertido por la actividad microbiana en una forma aún más tóxica del elemento, llamada metilmercurio, a tasas netas de 5 a 7 veces mayores que en los ríos.
"El metilmercurio presenta riesgos especialmente altos para los humanos y los grandes depredadores porque se acumula en el tejido corporal a medida que avanza en la cadena alimentaria. Eso es particularmente preocupante dada la alta biodiversidad y la gran cantidad de poblaciones indígenas que viven en la Amazonía peruana", señala Jacqueline Gerson, estudiante de doctorado en ecología en la Universidad de Duke, quien también codirigió el estudio.
Mercurio, una potente neurotoxina
Es probable que estos mayores riesgos también ocurran en otros lugares donde se lleva a cabo la minería de oro artesanal a pequeña escala no regulada, incluida Asia, África subsahariana y otras partes de América del Sur, añade.
Los mineros de oro artesanales utilizan mercurio, una potente neurotoxina, para separar su mineral de oro del suelo y los sedimentos, a menudo sin las precauciones de seguridad adecuadas para protegerse a sí mismos o al medio ambiente.
La intoxicación por mercurio puede causar una amplia gama de impactos en la salud, incluidos temblores, debilidad muscular, problemas de visión y audición y pérdida de coordinación y equilibrio. En casos graves, puede provocar defectos de nacimiento o la muerte.
Parte del mercurio utilizado por los mineros se quema en el aire o se derrama en los ríos cercanos, lo que genera riesgos ambientales y para la salud humana de gran alcance que han sido bien documentados en estudios anteriores. El nuevo estudio es el primero en documentar cómo la minería ha alterado el paisaje y simultáneamente amplificado los riesgos de envenenamiento por mercurio a través de la creación de estanques y el procesamiento microbiano del mercurio en metilmercurio que ocurre allí.
La minería ha alterado el paisaje
Para realizar el estudio, los científicos recolectaron muestras de agua y sedimentos en sitios río arriba y río abajo de los sitios de extracción de oro artesanal a lo largo del río Madre de Dios de Perú, sus afluentes, lagos circundantes y estanques mineros durante la estación seca en julio y agosto de 2019. Midieron el contenido total de mercurio de cada muestra y la proporción de ese mercurio que estaba en la forma más tóxica del metilmercurio.
Al combinar estas mediciones con más de tres décadas de datos satelitales de alta resolución de la región, pudieron determinar el alcance de los estanques artificiales y la contaminación por mercurio en cada sitio e identificar los vínculos causales.
"Se puede ver claramente que el aumento de lagos y estanques artificiales en áreas muy minadas se aceleró después de 2008, cuando los precios del oro aumentaron dramáticamente junto con la actividad minera", resalta Topp. Por el contrario, el área de superficie total de los estanques en áreas sin minería pesada aumentó en un promedio de solo 20% durante todo el período de estudio.
"Esta tendencia, y los riesgos ambientales y para la salud humana que ocasiona, continúen mientras los precios del oro se mantengan altos y la extracción de oro artesanal en pequeña escala sea una actividad rentable", lamenta.