La Organización Marítima Internacional (OMI) ha aprobado el proyecto de reglamento Emisiones netas cero que establecerá normas para el combustible marino obligatorias a partir de 2027 y precios de emisiones de gases efecto invernadero para el transporte marítimo con el fin de abordar el cambio climático.
Emisiones netas cero
Las medidas, aprobadas por el Comité de Protección del Medio Marino se adoptarán formalmente en octubre de 2025 antes de entrar en vigor en 2027 y serán obligatorias para los grandes buques transoceánicos de más de 5.000 toneladas
Las medidas, aprobadas por el Comité de Protección del Medio Marino durante su 83ª sesión (MEPC 83) del 7 al 11 de abril de 2025, se adoptarán formalmente en octubre de 2025 antes de entrar en vigor en 2027 y serán obligatorias para los grandes buques transoceánicos de más de 5.000 toneladas brutas, que son los que emiten el 85% de las emisiones totales de dióxido de carbono (CO2) del transporte marítimo internacional, según el organismo.
Unidades correctivas
Por un lado, las normas marcan que los buques reduzcan con el tiempo su intensidad anual de emisiones de GEI, es decir, la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitida por cada unidad de energía utilizada. Por otro lado, indican que los buques que emitan por encima de los umbrales del GEI tendrán que adquirir unidades correctivas para equilibrar sus emisiones deficitarias, mientras que los que utilicen tecnologías de GEI cero o casi cero podrán recibir recompensas financieras.
En concreto, los buques podrán conseguir unidades correctivas con la transferencia de unidades excedentes de otros barcos; la utilización de unidades sobrantes que ya tienen almacenadas; y el uso de unidades remediales adquiridas mediante contribuciones a un fondo Emisiones netas cero que la OMI creará.
Estos ingresos se destinarán a recompensar a los buques con bajas emisiones; apoyar iniciativas de innovación, investigación, infraestructura y transición justa en los países en desarrollo; financiar la capacitación, la transferencia de tecnología y el desarrollo de capacidades para apoyar la Estrategia de GEI de la OMI; y mitigar los impactos negativos en los Estados vulnerables, como los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países menos adelantados.
Comentarios